Acoso virtual y ansiedad, los efectos del sexting en jóvenes
Una investigación hecha en estudiantes de Ecuador revela que el sexting es más practicado por hombres que mujeres, y su uso se popularizó aún más durante la pandemia.
Imagen referencial. Joven usa su teléfono inteligente para navegar en una app de citas.
Reuters
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El término sexting o intercambio de contenido sexual explícito se popularizó durante la pandemia, debido a las restricciones de movilidad que se aplicaron en los países para reducir los contagios de Covid-19.
Si bien no existe una fecha exacta de su aparición, esta práctica se relaciona con la tecnología y su avance.
Paula Yépez, investigadora de la Universidad de las Américas (UDLA), explica que existen dos tipos de sexting: activo y pasivo. Y lo más perjudicial, según Yépez, es que puede causar ansiedad en los usuarios y acoso digital.
El sexting activo consiste en la creación, publicación, envío y reenvío de contenido íntimo; mientras que el pasivo en recibir o solicitar el material.
Yépez junto a María José Blanca y Marta Ferragut, investigadoras de la Universidad de Málaga (España), estudiaron la frecuencia del sexting en jóvenes ecuatorianos entre 12 y 18 años. La investigación recopiló datos de 664 adolescentes desde 2017.
"El objetivo fue conocer este fenómeno en el entorno ecuatoriano, conocer la prevalencia en adolescentes hombres y mujeres y evidenciar con qué fortalezas psicológicas cuentan para evitar efectos negativos", añade Yépez.
El inicio de la investigación
Yépez explica que el motivo del estudio fue porque alrededor de cinco adolescentes llegaron a su consultorio con cuadros clínicos similares.
"Tenían entre 13 y 16 años y en ese entonces ya tomaban ansiolíticos y antidepresivos por acoso frente al sexting", recuerda.
La experta señala que estas jóvenes habían compartido contenido sexualmente explícito a una persona, la mayoría de ellas de confianza, pareja o mejor amiga. "Estas supuestas amistades difundían el contenido en sus escuelas y colegios".
Tras conocer estos casos, Yépez decidió estudiar el comportamiento de los adolescentes ante esta práctica mediante un cuestionario, aprobado por el Ministerio de Educación.
Yépez comenta que el sexting tiene un impacto negativo en la adolescencia y se relaciona con la pérdida de privacidad, acoso y distribución ilegal de imágenes.
Además, el usuario podría llegar a sufrir ciberbullying, y eso genera "estrés, ansiedad y depresión".
Por otra parte, las consecuencias pueden ser peores para las mujeres, ya que reciben más comentarios negativos.
"La víctima de acoso a causa del sexting puede llegar a pensar en suicidio, y no solo pensarlo, sino cometerlo".
Paula Yépez, investigadora UDLA
Los hombres recurren más a esta práctica
Los datos de la investigación sostienen que quienes más practican sexting son hombres y quienes tienen una relación de pareja.
Yépez expresa que los niveles de prevalencia evidenciados en el estudio son similares a los de Estados Unidos y Europa, donde también se han hecho este tipo de investigaciones.
El sexting pasivo, el más practicado, llega hasta un 22,3% entre los encuestados; mientras que el activo representa el 18,5%.
La investigadora aclara que "el sexting no solo es el intercambio de contenido sexualmente explícito, también se puede considerar preguntar o ser preguntado por este material".
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