Diez niñas ecuatorianas persiguen un sueño: ser astronautas
Las pequeñas ecuatorianas viajan este domingo 4 de septiembre con destino a la Estación Espacial de la NASA, en Texas, Estados Unidos.
Tres niñas en el programa de inmersión She is Astronauta, en la Estación Espacial de la NASA.
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El viaje hacia el Space Center de la NASA es una ilusión para 10 niñas ecuatorianas, seleccionadas entre decenas de participantes por la fundación She is.
Esta organización, creada en 2016 en Colombia, ideó un programa para romper uno de los paradigmas de la pobreza: dejar de soñar.
Y hay un sueño poderoso para las niñas latinoamericanas: ser astronautas.
Con ese fin, la fundación ha enviado hasta ahora 31 niñas de Colombia a la NASA para un programa de inmersión científica y tecnológica. La meta es empoderar y motivarlas a estudiar carreras STEM, a que desarrollen inventos y que puedan explorar nuevos planetas.
En septiembre de 2022 fue el turno de Ecuador y se han escogido a 10 niñas de distintas provincias y edades, quienes parten este 4 de septiembre hacia Texas. Ellas son:
- Luciana Loaiza León, 11 años, de Riobamba.
- Alexandra Bosa Cayambe, 12 años, del Oriente.
- Milagros Soria Cunachi, 13 años, Quito.
- Nayeli Moreno Anaguano, 11 años, Quito.
- Ariana Burbano Toscano, 13 años, Quito
- Samay Benitez Sigcha, 15 años, Quito.
- María Rojas Guzmán, 12 años, Quito
- Alejandra Juarez Morán, 11 años, Quito.
- Evelyn Quezada Antún, 13 años, Oriente.
- Candy Tsanimp Nahuecha, 15 años, Macas.
Las pequeñas escogidas aprenderán conocimientos en la NASA de reconocidas ingenieras, científicas y podrán compartir momentos con mujeres astronautas. El viaje fue posible gracias a la donación de una empresa privada.
Empoderar a las niñas
La falta de mujeres en carreras STEM o ligadas a la ciencia y tecnología es una problemática recurrente. La Unesco asegura que menos del 30% de investigadores del mundo son mujeres.
Y en la NASA, si bien las mujeres ya ocupan un rol importante, apenas 60 han ido al espacio, y ninguna a la Luna, por ejemplo.
De allí que programas como estos siembran una semilla para que más niñas se interesen por la ciencia, la exploración espacial y la tecnología.
Tras la presentación de las niñas que viajarán a la NASA y su despedida, Evelyn Quezada de la comunidad shuar, comentó qué significa esta experiencia para ella.
“Significa mucho para mí porque seré la primera de la familia en conocer la estación espacial, y seguro la primera niña shuar también. Es un sueño hecho realidad”, dice Evelyn, quien planea estudiar Ingeniería en Sistemas en la universidad.
Mientras que Samay Benítez, de Quito, cuenta que espera conocer los testimonios de astronautas reales y la infraestructura de la NASA. “Este viaje me abrirá todo los límites”, dice la joven que se interesa por la Ingeniería Aeroespacial.
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