La NASA lanzará el telescopio James Webb el 24 de diciembre
El lanzamiento del telescopio estaba planeado para el 22 de diciembre, pero tuvo que retrasarse por un problema de comunicación entre el observatorio y el sistema de vehículo.
Impresión artística del telescopio espacial James Webb separándose del cohete Ariane 5 tras el lanzamiento desde el puerto espacial europeo en la Guayana francesa.
EFE
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El Telescopio Espacial James Webb (JWST), considerado el sucesor del Hubble, será enviado al espacio el próximo 24 de diciembre tras haberse retrasado su lanzamiento por un problema de comunicación, informó la Agencia Espacial Estadounidense (NASA).
En un comunicado, la NASA dijo que el lanzamiento será a las 12:20 GMT del 24 de diciembre, después de que el pasado viernes se lograse encapsular el observatorio dentro del cohete Ariane 5.
Tres días antes, el 21 de diciembre, se llevará a cabo una revisión final y, si todo está en orden, el 22 de diciembre empezarán con los preparativos.
El telescopio espacial James Webb, bautizado con el nombre de un antiguo administrador de la NASA, será el mayor observatorio de ciencia espacial del mundo cuando se lance, capaz de sondear mundos inaccesibles hasta ahora y de explorar los orígenes del sistema solar.
Esta misión conjunta de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense será enviada al espacio desde el puerto espacial europeo en la Guayana Francesa a bordo de un cohete Ariane 5.
Sucesor del Hubble
Desde 1990, el Hubble ha maravillado al mundo con impactantes y coloridas imágenes de nubes de polvo, pero "detrás de ese polvo ocurren muchas cosas que el JWST podrá ver gracias su gran tamaño (6,5 metros frente a los 2,4 que medía el Hubble), y porque observa en el infrarrojo", dice Macarena García, miembro del equipo científico y de operaciones de la ESA.
Además, sus instrumentos, su sensibilidad y el infrarrojo lervirán para observar atrás en el tiempo hasta hace 13.500 millones de años, 1.000 millones de años más atrás que el Hubble, hasta la formación de las primeras galaxias y estrellas, "lo que nos dará una idea muy buena de cuáles son sus procesos de formación y cómo han evolucionado hasta hoy", explica García.
Está previsto que el nuevo telescopio opere al menos 5 años y que se complemente con el Hubble -que seguirá trabajando- pero todo dependerá del combustible que lleva. Cuando se agote, el JWST desalojará la órbita y se alejará al espacio profundo para dejar el camino libre para futuras misiones.
El JWST solo tiene un inconveniente: su lejanía no permite que pueda ser arreglado por astronautas -el Hubble fue reparado en varias ocasiones-, de ahí que se haya dedicado tanto tiempo a probarlo antes de la misión porque "muchos mecanismos que tienen que funcionar y hacerlo solos".
Si todo va bien, las primeras imágenes y espectros de objetos astronómicos interesantes para el público llegarán a los seis meses del lanzamiento.
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