Dos especies de delfines de río, en peligro crítico en Ecuador
El bufeo o Inia geoffrensis y el Tucuxi son las dos especies de delfines de río severamente amenazadas en la Amazonía ecuatoriana.
Dos ejemplares de los delfines rosados en la Amazonía.
SARDI
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Los delfines son un clásico personaje de la literatura infantil. En uno de los cuentos de Cressida Cowell, “Las Aventuras de los Mellizos Treetop”, una curiosa niña llamada Tulip viaja con sus padres y hermanos para buscar ‘unicornios’ en la Amazonía.
Y como era de esperarse no los encontró, pero lo que sí halló fueron majestuosos delfines rosados, muy inteligentes y amables. Y es que los delfines han probado ser capaces de comunicarse entre ellos, a través de un complejo sistema llamado ‘ecolocalización’.
Mediante la ecolocalización consiguen comida y hasta pareja. Pero, a diferencia de sus primos hermanos en el océano, los delfines de río están entre los animales acuáticos más amenazados del planeta.
De las 90 especies conocidas, cuatro habitan en América del Sur, desde el Orinoco hasta el Amazonas.
Dos de ellos están en peligro crítico en Sudamérica, según criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Y ambos nadan por los ríos de la Amazonía ecuatoriana.
Se trata del delfín rosado o Inia geoffrensis y el Tucuxi (gris) o Sotalia fluviatilis, y su estado de amenaza es tan avanzado que corren la misma suerte que el delfín Baiji o Lipotes vexillifer. Esta especie, antes habitante de los ríos asiáticos, fue declarada extinta en 2007.
Pescadores, la principal amenaza
Hay una llamada de alerta a la comunidad científica para evitar que los delfines de ríos de la Amazonía también desaparezcan.
A inicios de septiembre, la Iniciativa de Delfines de Río de Sudamérica (SARDI) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) publicaron un informe sobre el estado de estas especies y las políticas de conversación en seis países de la región, incluyendo Ecuador.
El reporte de SARDI y la WWF se logró luego de un recorrido de más de 47.000 kilómetros de ríos de la Orinoquia y la Amazonía, entre noviembre y diciembre de 2021.
Fueron en total 42 expediciones científicas, coordinadas con distintas instituciones de seis países.
“Los resultados señalan la tendencia de reducción poblacional de los delfines en varias regiones”, señalan los investigadores. Debido a que las especies están en lugares de difícil acceso, es también complicado estimar un número total de reducción.
El documento final presenta las principales amenazas para estos mamíferos acuáticos:
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Pesca peligrosa
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Las interacciones entre pescadores y delfines de río es la primera amenaza más apremiante para la conservación de los cetáceos, no solo en la Amazonía, también en otras regiones. Los riesgos de la pesca negativa, según el reporte, incluyen el enmalle incidental del delfín en las redes de pesca, golpes con remos, heridas con arpones y hasta disparos. Estos efectos nocivos contra los cetáceos ocurren porque muchas veces los pescadores tienen la noción errada de que el delfín compite con ellos. Es decir, que se alimenta de especies requeridas en la industria pesquera. Recientemente, pescadores de Bolivia, Perú y Venezuela han usado al delfín como carnada. Una solución para enfrentar estas pescas incidentales es crear áreas protegidas y acuerdos con la comunidad como ocurre en Ecuador, señala el informe. Las moratorias y vedas nacionales de determinados peces, que confluyen con los delfines, también han funcionado.
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Contaminación de ríos
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Mercurio, hidrocarburos, metales pesados y restos de fungicidas o plaguicidas inundan las aguas donde habitan los delfines, según el informe de SARDI. Pese a que los efectos de la contaminación de los ríos en los delfines todavía se desconoce, “se sabe que el mercurio y otros metales pesados pueden impactar el hígado, riñones, cerebros y sistema reproductivo de los cetáceos”. Además, el informe advierte que la cuenca del río Napo en Ecuador está altamente contaminada por “los derrames petroleros en esta zona y en el río Aguarico”. Similar polución se observa en el río Arauca, en la frontera entre Colombia y Venezuela.
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Proyectos Hidroeléctricos
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Finalmente, uno de los peligros poco abordados por los Gobiernos es la presencia de hidroeléctricas en la Amazonía. Y es que estos proyectos, que buscan generar energía limpia, tienen sus efectos secundarios en el ambiente acuático como la modificación de la estructura hídrica natural. También estas grandes obras interrumpen la conectividad de los ríos y hasta sus ciclos biogeoquímicos. Y cuando existen estas alteraciones en el ambiente, especies más pequeñas migran dejando a los delfines sin alimento. Producto de esta modificación del hábitat, hay poblaciones enteras de delfines aisladas en el río Madeira, en Brasil. La mala noticia para la supervivencia de los delfines es que todos los países de América del Sur tienen plantas hidroeléctricas o proyectos de futuras estructuras. Brasil, donde el delfín rosado está en peligro, es el país con mayor proyección de obras de este tipo. Al momento posee 15 plantas y prevé edificar otras 90. Mientras que Ecuador, también con dos especies de delfines de río altamente amenazadas, estudia la construcción de cinco proyectos hidroeléctricos en provincias de la Amazonía.
¿Por qué son importantes los delfines de río?
Los expertos de SARDI explican que los delfines de río son “esenciales para la integridad y la salud de los ecosistemas”.
Son considerados depredadores tope de la cadena alimentaria, y por ello mantienen bajo control a las poblaciones de otras especies.
En el caso del río Amazonas, se alimentan de peces más grandes como bagres e incluso pirañas. Si los delfines de río disminuyen, las poblaciones de otros peces seguirán creciendo sin control, poniendo al ecosistema en desequilibrio.
Además se los reconoce como símbolos culturales de la Amazonía, y con una enorme influencia sobre la cultura y el turismo sostenible.
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