El aumento de temperaturas provoca que varios animales cambien de forma
Mamíferos y aves están modificando su morfología para tener orejas, picos y colas proporcionalmente más grandes, en respuesta al cambio climático.
Foto de una musaraña (Cryptotis montivagus) en la parroquia Achupallas, Chimborazo.
BioWeb-Paúl Tito
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El cambio climático no es solo un problema para los seres humanos, los animales también tienen que adaptarse a las nuevas condiciones ambientales y temperaturas extremas.
Algunas especies de "sangre caliente" están cambiando la forma de sus picos, patas y orejas para regular mejor la temperatura corporal a medida que el planeta se calienta. Así lo concluyó un estudio de la investigadora Sara Ryding, de la Universidad Deakin en Australia.
"Muchas veces, cuando se discute sobre el cambio climático la gente se pregunta ¿pueden los humanos superar esto?, o ¿qué tecnología puede resolver esto? Pero, ya es hora de que reconozcamos que los animales también tienen que adaptarse" dice Ryding.
Ryding explica que el cambio climático es un fenómeno complejo que se ha producido de forma progresiva por lo que es difícil identificar una sola causa.
Y, dice que estas modificaciones se producen en amplias regiones geográficas y afectan a una diversa gama de especies.
"El cambio climático que hemos creado está ejerciendo mucha presión sobre los animales".
Sara Ryding, investigadora
Picos, alas y orejas más grandes
Santiago Ron, biólogo y profesor de la Universidad Católica de Ecuador (PUCE), explica que el cambio de los apéndices (picos, alas, orejas) de los animales es una regla biológica que se conoce como "regla de Allen".
"Esta regla predice que en zonas cálidas los organismos van a tener apéndices más largos, especialmente orejas en el caso de los mamíferos y picos en las aves", dice Ron.
Según el especialista, las orejas grandes y picos largos facilitan la pérdida de calor o disipación de la temperatura.
Ahora el cambio climático ha hecho que por ejemplo las aves modifiquen su morfología, señala la investigación de Ryding. Es así que especies de loros australianos han mostrado, en promedio, un aumento del 4% al 10% en el tamaño del pico desde 1871.
Por su parte, los juncos de ojos oscuros de América del Norte, un tipo de pájaro cantor pequeño, presenta un aumento del tamaño del pico. Esto se relaciona con las temperaturas extremas a corto plazo que ha afrontado en climas fríos.
También se han reportado cambios en especies de mamíferos. Los investigadores han informado de aumentos en la longitud de la cola en ratones de madera e incrementos en el tamaño de la cola y las patas de musarañas enmascaradas.
“Los aumentos en el tamaño de los apéndices que vemos hasta ahora son bastante pequeños, menos del 10%, por lo que es poco probable que los cambios se noten de inmediato”, dice Ryding.
Pero la investigadora no descarta que los apéndices prominentes aumentan aún más, y por ejemplo en el caso de las orejas de ciertos animales "terminemos con un Dumbo en un futuro no muy lejano".
Cuerpos más pequeños
Además, Ron dice que otra de las características observadas es que las especies se están volviendo más pequeñas.
"El motivo es la termorregulación, es decir la necesidad que tienen los organismos de mantener la temperatura dentro de un rango que les permita operar bien", explica Ron.
Por su parte, Ryding expresa que cambiar de forma no quiere decir que todos los animales estén lidiando con el cambio climático. "Simplemente significa que están evolucionando para sobrevivir, pero no estamos seguros de cuáles son las otras consecuencias ecológicas de estos cambios, o de hecho, si todas las especies son capaces de cambiar".
Con esto coincide Ron y añade que hay otros factores, ambientales y bióticos, que intervienen en la adaptación de las especies.
"No es sencilla la respuesta al cambio climático, van a existir especies que sencillamente no se puedan adaptar y podrían extinguirse", asegura el biólogo ecuatoriano.
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