Cómo alargar la vida útil de los equipos, sin morir en el intento
La obsolescencia programada obliga a los usuarios a entrar en un ciclo de comprar y botar, por suerte hay trucos para conservar los equipos electrónicos.
Dos personas mirando nuevos teléfonos de Apple en una tienda de Canadá, el 30 de marzo de 2022.
Reuters
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En la década de los 50 se acuñó el término obsolescencia programada. Fue en Estados Unidos cuando Brooks Stevens, diseñador industrial, popularizó la teoría de que los fabricantes crean equipos con una fecha de caducidad determinada.
Lo hacen, según Stevens, para instalar en el comprador aquel deseo de “poseer algo un poco más nuevo, mejor y un poco antes de lo necesario”.
En efecto, el profesor de Electrónica y Automatización de la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL), Dennys Cortez, describe a la obsolescencia programada como aquella “planificación de la vida útil del producto que hace el fabricante desde su fase de diseño”.
Y con el tiempo, un aparato se volverá obsoleto, operará deficientemente o simplemente no funcionará por diferentes causas, dice Cortez, como “la falta de repuestos o la aparición de una versión”.
Por suerte, hay trucos para enfrentar esta obsolescencia y alargar la vida útil de sus aparatos, antes de que sea demasiado tarde.
Al rescate de la batería del celular
El profesor Cortez señala que la batería de un teléfono inteligente es quizás el elemento con una obsolescencia programada más marcada entre todos los dispositivos. ¿Qué hacer?
- Usar protectores de pantalla y un amortiguador ante caídas
- Evitar la exposición a altas temperaturas durante el periodo de carga
- Verificar si existen aplicaciones ejecutadas en segundo plano y de ser así, cerrarlas.
- Activar conexiones a redes WiFi, bluetooth o la función GPS solo en casos necesarios.
- Desactivar la función de vibración. “Es mejor un pequeño pitido que consume menos energía”, dice Cortez.
- Y lo más importante, una vez cargada la batería, desconectar el cargador de la red eléctrica.
Computadoras y portátiles
En 2021, se vendieron 341 millones de computadoras en el mundo, todo un récord para la industria en tiempos de pandemia, según la consultora Canalys.
Pero, el profesor Cortez expresa que no siempre es necesario comprar un nuevo equipo al mínimo desperfecto.
Es más, dice que en Ecuador, hay muchos técnicos “hábiles que realizan ajustes o reparaciones, de tal manera que el equipo queda operativo al 100%”.
Una clave para alargar la vida útil de una PC es darle un mantenimiento cada seis meses con ayuda de un técnico calificado.
Esta persona “deberá extraer el polvo del interior del equipo y en especial de las rejillas de descarga o salida de aire caliente proveniente del microprocesador”. Incluso, Cortez señala que este proceso se puede hacer con una aspiradora casera o las empleadas en la limpieza de autos.
Otros consejos útiles para conservar los computadores son:
- Evitar la exposición a altas temperaturas. Existen en el mercado bases refrigerantes, similares a un ventilador, que se colocan en las portátiles.
- Reemplazar el disco duro convencional por uno de estado sólido.
- Agregar más memoria RAM, según los límites del equipo.
- Desinstalar aplicaciones o programas que no use, lo cual libera espacio del disco duro.
- Eliminar archivos temporales.
- Instalar un antivirus confiable.
- Apagar el computador cuando no lo esté usando
- Utilizar una fuente de energía ininterrumpida o UPS (por sus siglas en inglés), de preferencia del tipo ‘ON Line’. “Esto garantiza un nivel de voltaje constante cuando haya problemas con la red eléctrica”.
¿Cuándo cambiarlos?
Por otra parte, el profesor Cortez de la ESPOL reconoce que como “todo en la vida, existe también un final para los equipos”.
Esto ocurre cuando el daño es sumamente profundo, el cual tiene varias causas como el uso excesivo, el descuido, golpes muy fuertes o derrames de líquidos sobre un equipo.
Cuando hay tales perjuicios, “es posible que los costos de reparaciones sean muy altos, siendo preferible su reemplazo, mucho más si se trata de una herramienta de trabajo”.
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