Esta es la receta de 200 científicos para salvar la Amazonía
Pese a los acuerdos de la COP26, 200 científicos aseguran que esto es insuficiente para salvar al mayor sumidero de carbono de la humanidad. Por ello, proponen una moratoria inmediata a la tala de bosques en la Amazonía.
Vista aérea muestra árboles muertos cerca de un bosque en la frontera entre Amazonía y Cerrado en Nova Xavantina, estado de Mato Grosso, Brasil, 28 de julio de 2021.
Reuters
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La cumbre climática COP26 finalizó con acuerdos para la conservación de los bosques, además reconoció la importancia de los territorios indígenas y la eliminación progresiva de vehículos contaminantes.
Pero para muchos científicos, estos esfuerzos son insuficientes para afrontar los efectos de la crisis climática.
Debido a esto, 200 científicos de América Latina presentaron un documento explicando que aún si se cumplen los compromisos a corto plazo, ratificados en la COP26, la temperatura global aumentará en 2,4 °C.
Esta es una cifra superior al objetivo de 2 °C que se acordó en París, y también mayor al límite de 1,5 °C, recomendado por expertos para evitar eventos extremos.
Además, este grupo de investigadores confirmó que la Amazonía se acerca a un punto de inflexión, es decir sin protección ni acciones concretas la selva tropical se convertirá en un ecosistema seco degradado.
Andrea Encalada, vicerrectora de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y coautora del estudio, dice que este informe posiciona la idea de que la Amazonía es un ser vivo y que salvarla requiere un trabajo conjunto entre los nueve países que la comparten.
Por su parte, Juan Manuel Guayamín, investigador ecuatoriano y que también participó en la elaboración del informe, dice que la vegetación amazónica es la primera barrera de protección de la naturaleza y merece ser cuidada y restaurada.
Además, explica que "la Amazonía no es una alfombra verde, es más un mosaico y heterogénea, va desde lo más alto (5.000 metros sobre el nivel del mar) y llega hasta el nivel del mar".
Las claves para remediar una catástrofe
Los investigadores que elaboraron el informe también presentaron siete recomendaciones para salvar la Amazonía:
- Una moratoria inmediata sobre la deforestación en áreas que se acercan a puntos de inflexión y cero deforestación y degradación en toda la región hasta 2030.
- Mantenimiento de al menos el 80% de los bosques en pie, fundamental para evitar un posible punto de inflexión.
- Manejo integrado de cuencas transfronterizas, asegurando la conectividad entre los diversos ecosistemas de la Amazonía.
- Restauración y remediación de bosques y ecosistemas acuáticos para salvaguardar la integridad ecológica.
- Cambio del modelo de crecimiento que actualmente es principalmente extractivista por uno denominado "bioeconomía". Este consiste en crear vías de desarrollo sostenibles, que sean ecológicamente saludables, culturalmente inclusivas y que apoyen la prosperidad económica. Para lograrlo se deberá:
- Aumentar la inversión en educación, ciencia e investigación;
- Generar incentivos para la innovación sostenible
- Promover el empleo verde, e invertir en infraestructura tanto en áreas urbanas como rurales.
- Emprender decisiones a nivel local, nacional, regional y global basados en evidencia científica y datos confiables, como lo destaca el Pacto de Leticia por la Amazonía.
- Reconocer la importancia de la gobernanza del territorio indígena y el empoderamiento sobre sus tierras.
- Involucrar a los pueblos indígenas y a las comunidades locales en los procesos de planificación y formulación de políticas y promover su representación política en todos los niveles de gobernanza.
¿Qué pasa en la Amazonía?
El bosque amazónico tiene un stock de carbono de 130 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2). Se trata de una cantidad equivalente a aproximadamente 10 años de emisiones globales y que ofrecen un equilibrio al clima mundial.
Mientras que su principal afluente hídrico, el río Amazonas, contribuye con alrededor del 20% de las aguas dulces que se vierten en los océanos.
Pero el 60% de los suelos amazónicos, especialmente los de Brasil, están degradados y son pobres en nutrientes.
Con el aumento de la deforestación, la Amazonía ha perdido su capacidad de sumidero de carbono, es decir, su atributo para almacenar grandes cantidades de CO2 que se emiten a la atmósfera.
"Ahora un 20% de la región es más un emisor de CO2 y no un sumidero".
Andrea Encalada, vicerrectora USFQLa científica ecuatoriana Encalada explica que de llegar a ese punto de no retorno, la selva tropical cambiaría de manera irreversible.
En principio, detalla, que las especies vegetales que promueven el clima actual serían desplazadas por otras parecidas a las de la sábana. Además, especies animales que forman parte de la biodiversidad de este ecosistema dejarían de existir.
"Son cambios muy rápidos, entonces hay muchas especies que no van a poder soportarlo y van a desaparecer", añade.
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