Los 'vapers' no son una opción para dejar de fumar, concluyen investigadores ecuatorianos
Las vapers son usados en su mayoría por los jóvenes.
Nelson Dávalos
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Isaac Armendáriz y Santiago Guerrero empezaron a 'vapear', término con el que se conoce al uso de cigarrillos electrónicos, por curiosidad. Para experimentar con sabores, colores y modelos que ofrecían esos dispositivos y por su aparente efecto inofensivo frente a los cigarrillos convencionales.
La diferencia entre esta historia y las de otros jóvenes que dejaron el cigarrillo convencional para usar los electrónicos es simple: Armendáriz y Guerrero son científicos y decidieron verificar, con estudios, si esta alternativa era menos dañina que el tabaco regular.
Estos dos profesores del Centro de Investigación Genética y Genómica de la Universidad UTE se plantearon la pregunta durante una salida con amigos.
Entonces decidieron comprobar si sus cigarrillos electrónicos estaban, efectivamente, reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas al hábito de fumar.
El primer hallazgo fue la escasa bibliografía que existía sobre el tema, "el 34% de las investigaciones presentaba conflictos de interés". Es decir, los artículos científicos que abordaba el vapeo era financiado por industrias tabacaleras o fabricantes de vapers.
Su investigación se desarrolló mediante la contrastación de las investigaciones y les permitió descubrir, por ejemplo, que los cigarrillos electrónicos tienen más de 50 sustancias nocivas que no están presentes en los cigarros convencionales, según Guerrero.
Además, afirma Armendáriz, las etiquetas de las esencias que se usan en los vapers no describen todas las sustancias que contienen y cuyos efectos en la salud aún no se han establecido con claridad.
La conclusión de ambos investigadores es que los vapers no son una alternativa para dejar de fumar. Además, estos dispositivos presentan los mismos efectos negativos para la salud que los cigarrillos convencionales.
Vapers de uso libre
Si bien estos dispositivos electrónicos son saborizados con esencias de chocolate, chicle y hasta queso, la nicotina que contienen puede llegar a generar una mayor dependencia.
Armendáriz dice que "al principio se comienza con una esencia que contiene tres miligramos de nicotina, pero es habitual que los consumidores opten por productos de hasta 25 miligramos de nicotina".
Los investigadores advierten que la población más vulnerable al consumo de los vapers son los jóvenes, y que debería existir una regulación para su venta en el país.
Renato Bautista tiene 24 años y desde los 18 empezó a usar vapeadores. Él, asegura que los tabacos electrónicos le ayudaron a dejar de fumar. Sin embargo, dice que el nivel de nicotina que usa actualmente es mayor que el de hace 6 años.
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