Alrededor de 10.000 ballenas llegan a aguas ecuatoriales tras un mes de viaje
América del Sur tiene un retraso en el estudio de las ballenas jorobadas. Aún se desconoce por qué emiten ciertos sonidos y sus patrones de desplazamiento.
Una ballena jorobada es vista en las costas cercanas a la ciudad de Atacames, Esmeraldas, el 30 de julio de 2022.
EFE
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Unas 10.000 ballenas jorobadas se instalaron en las cálidas aguas ecuatoriales, desde el norte de Perú hasta Costa Rica. Es un viaje que realizan cada año para reproducirse y tener a sus crías.
Esta visita dura de julio a octubre; llegan a su destino luego de un periplo de un mes. Tras cumplir su objetivo, regresan a la Antártida.
Los machos forman grupos de cortejo a lo largo de la costa de Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica. Aunque hay individuos que llegan incluso a California.
Las aguas ecuatoriales son perfectas para reproducirse y parir, no lo son tanto para alimentarse. Por ello las hembras ayunan y consumen las reservas de grasa acumulada que obtienen del krill.
Son casi 8.000 kilómetros de trayecto. Las hembras quedan embarazadas y para septiembre y octubre inician su retorno a la Antártida.
Las jorobadas tienen una cría al año. Un segundo ballenato supondría un gran esfuerzo para la madre, explica la bióloga Mar Palanca. Ella estudia la distribución y el patrón que siguen las ballenas cuando llegan a las aguas ecuatoriales.
Estudios son muy costosos
Los estudios sobre los cetáceos son muy costosos. La bióloga Palanca mencionó que América del Sur está atrasada en la aplicación de etiquetas de identificación de las ballenas.
La investigación incluye registros fotográficos y grabaciones de los enigmáticos sonidos que emiten las ballenas.
Para Maira Mojarrando, gerente de la empresa de turismo, Seathe Sua, las jorobadas representan también una oportunidad para la economía de la región. Es que las ballenas son un potente imán para los visitantes.
Mojarrando ofrece recorridos en barco desde el balneario de Sua, muy cerca de Atacames, y apenas a cuatro millas del perfil costero ya se pueden avistar a las jorobadas.
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