Ama, la plataforma para 'apagar' los incendios en la Amazonía
Un equipo de científicos creó la primera herramienta tecnológica para monitorear en tiempo real las amenazas forestales en la Amazonía. La llamaron 'Ama' o lluvia en guaraní.
Un parte de la Amazonía en Colombia, consumida por un incendio forestal, el 4 de febrero de 2022.
Karen SALAMANCA / Colombian Defense Ministry / AFP
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La Amazonía lucha contrarreloj para frenar los incendios forestales, que acaban con el ecosistema del mayor laboratorio viviente del mundo.
Solo entre 2001 y 2020, el 14% de la cuenca amazónica ha sido devastada por quemas e incendios forestales, según la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).
“Este porcentaje representa 100.000 kilómetros cuadrados destruidos, el equivalente a cuatro veces el territorio de Ecuador”, alerta RAISG.
Y según la organización, existe una clara tendencia de incremento de las quemas en la selva, ocasionadas en su mayoría por el hombre.
Por ello, a finales de mayo se presentó AMA, que en lengua guaraní significa lluvia. Se trata de la primera plataforma para monitorear en tiempo real los incendios en la Amazonía.
La nueva herramienta tecnología puede además emitir alertas tempranas de los incendios que asolan los bosques, es decir, actúa como una sirena de atención para que los Gobiernos planifiquen y actúen con tiempo.
“Por la información que brinda y las posibilidades que ofrece para la elaboración de análisis, esta herramienta puede ser de gran utilidad para líderes políticos y funcionarios de gobierno, e instituciones de la sociedad civil”, dice la directora de la Fundación Amigos por la Naturaleza (FAN), Marlene Quintanilla.
Qué dice AMA sobre Ecuador
La plataforma surge como una respuesta ante el creciente impacto de los incendios en la Amazonía.
Pero de todo el vasto espacio que cubre la Amazonía, casi 6,7 millones de kilómetros cuadrados en la región, la mayor preocupación está en los territorios que comparten Brasil y Bolivia.
Allí se registra el 94% de todos los incendios forestales en Sudamérica. Y en ambos países está ocurriendo el fenómeno llamado sabanización.
Es decir, la selva, antes llena de bosques frondosos y especies únicas, ha desaparecido, dando espacio a una sabana árida y con árboles pequeños o de mediano porte.
Con respecto a la selva amazónica de Ecuador, es posible realizar búsquedas de la destrucción de los incendios forestales por provincias, municipios y hasta por áreas protegidas.
Solo entre enero y mayo de 2023, la herramienta identifica 1.898 focos de calor, es decir, lugares que puedan dar paso a un incendio.
Por ejemplo, en Napo, se observa que en el último año hubo al menos un foco de calor alertado en los límites del parque Nacional Sumaco-Galeras, que teóricamente es un área protegida por el Estado.
Mientras que en la variable de ‘áreas quemadas’, el mapa muestra una decena de sectores en Orellana que fueron destruidos por el fuego en 2021.
La plataforma también permite analizar el impacto de la deforestación, y en la misma provincia de Orellana se reportan más de 9.100 hectáreas de bosque desaparecidas entre 2019 y 2020.
Cómo usar AMA
La plataforma es producto de dos años de trabajo y de la colaboración de 40 expertos, quienes construyeron cada detalle del mapa de la selva amazónica.
Al ingresar a la plataforma encontrará primero el mapa general de la Amazonía, y luego los usuarios pueden filtrar la información por país, en un buscador ubicado en la parte derecha del portal.
Luego, en una sección de la izquierda aparecen otros filtros para generar información de un país en particular sobre focos de calor, áreas quemadas y deforestación.
También es posible pedir a la plataforma que elabore gráficos sobre los focos de calor o deforestación de un área determinada y en un tiempo específico.
“Por sus características, AMA se convierte en una herramienta única en Sudamérica gracias a la tecnología de avanzada que emplea, así como la calidad de datos que genera”, dice la organización RAISG.
Para la construcción del portal, la organización contó con el apoyo de Good Energies Foundation, el Gobierno de Francia, Conservación Internacional y la Embajada de Suecia.
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