Tener sexo en Aerovía de Guayaquil les costó el trabajo y la salud
El hombre, de 25 años, fue despedido de su trabajo como custodio de valores en una empresa de seguridad, mientras que la mujer, de 18, sufre de ansiedad y depresión.
La pareja involucrada en el video sexual en la Aerovía tomará acciones legales por la viralización de las imágenes en redes sociales.
Captura de pantalla
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La pareja que fue captada teniendo sexo en una cabina de la Aerovía, en Guayaquil, enfrenta las consecuencias de sus propios actos.
El hombre, de 25 años, perdió su trabajo como custodio de valores en una empresa de seguridad privada, y ella, de 18 y madre de un niño de 4 años, dejó sus estudios en enfermería y ahora sufre episodios depresivos y de ansiedad.
Los dos conformaron una unión de hecho y vivían felices en la casa de la mamá del novio, de donde tuvieron que escapar por el acoso del vecindario.
La pesadilla comenzó el 11 de julio de 2023, tras la viralización en redes sociales del video de la pareja, captado por el sistema de vigilancia del Consorcio Aerosuspendido Guayaquil, operador de la Aerovía.
Pero la arriesgada aventura amorosa se registró a las 13:50 del sábado 24 de junio, en la cabina 017 que iba desde la estación Cuatro Mosqueteros, en Guayaquil, hacia la parada del cantón Durán, cruzando el río Guayas.
Esa calurosa tarde guayaquileña, la pareja decidió dar rienda suelta a su imaginación, sin tomar en cuenta las reglas de la Aerovía, que no permiten la realización de "actos indebidos que atenten contra las buenas costumbres" en sus cabinas.
Tampoco se fijaron en que una cámara de seguridad registraba el momento, que solo se interrumpió cuando uno de los encargados de la vigilancia les advirtió que lo que hacían estaba prohibido y que debían reportarse a su llegada a Durán.
Sin embargo, los jóvenes prefirieron eludir su responsabilidad y se escabulleron por la estación, convencidos de que habían cumplido su fantasía sin que nadie, salvo el empleado de la Aerovía, se enterara.
Pero 18 días después, es decir la noche del 11 de julio, las imágenes captadas por la cámara de seguridad se filtraron en las redes y la vida de la pareja se convirtió en un infierno.
Al día siguiente, el joven llegó a su trabajo, en una empresa de seguridad en Guayaquil, donde le preguntaron si era el protagonista del video. Su respuesta fue afirmativa y de inmediato le notificaron su despido. Cuando regresó a la casa, el escándalo era inmanejable.
Su pareja también había perdido su trabajo y tuvo que abandonar sus estudios de enfermería. Tampoco podía salir a la calle, porque recibía el acoso constante de los vecinos.
Así que decidieron abandonar la casa de la madre del joven y ahora rentan un cuarto en un sector de Guayaquil, mientras intentan recuperar sus vidas, arruinadas por una amarga aventura.
Tres acciones legales
Sin trabajo y con la moral por el piso, la pareja se contactó con el abogado Pavlov Rodríguez, quien los representará legalmente en tres procesos judiciales:
- Una denuncia por la revelación de secreto (artículo 179 del COIP) en contra "del sospechoso no reconocido" por la viralización del video. Uno de los empleados del Consorcio Aerosuspendido Guayaquil, operador de la Aerovía, ya fue despedido.
- Una demanda por daños y perjuicios por USD 100.000 en contra del consorcio que opera la Aerovía, a la cual pertenece el video difundido.
- Y una acción de protección en contra de la empresa de seguridad que despidió al implicado.
El artículo 179 del Código Penal penaliza con seis meses a un año de cárcel a quien divulgue información personal que pueda causar daño a otra persona.
PRIMICIAS pidió una reacción al consorcio sobre la demanda en su contra, pero aún no han contestado el requerimiento.
El abogado Rodríguez explicó que el valor que deberá autorizar el juez se calculó por los gastos médicos que tendrá el perjudicado, quien tiene que someterse a una cirugía por un problema en sus genitales.
Al haber perdido su afiliación al Seguro Social, ahora deberá pagarla en una clínica privada.
Además, el joven mantenía a su mamá, a su pareja y a sus tres hermanas.
Los costos legales son cubiertos por el estudio jurídico Haz Rodríguez Asociados, que cobrará sus honorarios "en base a resultados".
Así transcurre la vida de una pareja que enfrenta las consecuencias de sus propios actos y el escarnio público que pudo haberse evitado.
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