Robo y 'microextorsión' se suben a los buses en Daule, Guayas
En el sector de urbanizaciones privadas de Daule denuncian intimidación en las unidades de transporte público. Sujetos piden "contribuciones" a nombre de bandas criminales. Transportistas también están entre las víctimas de extorsión.
Un paradero de buses en el sector de la parroquia La Aurora, en Daule, una zona vecina al norte de Guayaquil.
PRIMICIAS
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Los sujetos se suben a los buses en parejas en la cabecera de la parroquia urbana de La Aurora, en Daule, cantón de Guayas que colinda con Guayaquil y Samborondón.
Y poco después aprovechan la oscuridad de las vías para exigir a gritos hasta USD 1 por pasajero.
Esa es la práctica de microextorsión que se agudiza en ese sector de urbanizaciones privadas del cantón Daule, donde delincuentes identificados con supuestas bandas criminales piden a los usuarios "una contribución".
"Se identifican como miembros de bandas y anuncian que van armados. Al que no paga el dólar, lo amenazan con bajarlo del bus", le contó a PRIMICIAS un usuario de la línea 63.
Los sujetos suelen bajarse en Pascuales, al norte de Guayaquil, añadió. Además, puso en entredicho el papel de los conductores en este nuevo modus operandi.
La Federación de Transportistas Urbanos de Guayas (Fetug), por su parte, confirmó reportes sobre este tipo de prácticas extorsivas.
Mientras que la Policía de La Aurora dice desconocer lo que sucede en la transportación urbana, por falta de denuncias.
Temor en Daule
Rita Muñoz trabaja en la cabecera parroquial de La Aurora y dice que los usuarios se ven sometidos a las amenazas a primera hora de la mañana o cuando cae la tarde.
Los delincuentes les exigen dinero a gritos y "si no les das comienzan a golpear las barandas o el techo”, contó.
“Se suben al bus para intimidar a la gente y a pedir dinero a gritos".
Rita Muñoz, usuaria de la línea 63.
Muñoz, usuaria de la Línea 63, prefiere tomar un taxi cuando se puede. También reporta escasa presencia policial en la avenida León Febres Cordero, en La Aurora.
Las líneas 63, 64 y 67-2 (Cooperativa Pascuales) brindan servicio entre Daule y Guayaquil. Y tras salir de Daule toman avenidas como la Francisco de Orellana, vía a Daule y vía Perimetral, en el norte de la ciudad.
Fernando Cano, usuario de la línea 67-2, aseguró que los robos son más habituales ya en la zona de la Perimetral, en noroeste de Guayaquil. “La vía es aún más desolada en las noches”, aseveró.
¿Qué dice la Policía?
En el caso de la microextorsión, al parecer, la delincuencia común está aprovechándose de la paranoia que existe en la ciudad debido a la crisis de seguridad, dicen fuentes policiales. Y se identifican con bandas criminales para “pescar en río revuelto”.
El teniente Andrés Lozada, del circuito Juan Bautista Aguirre de Policía en Daule, aseguró que en La Aurora no tienen denuncias de robos ni de prácticas de extorsivas en los buses.
“Todos los días se realizan operativos, pero se van rotando en los diferentes circuitos de la zona”, dijo.
El Juan Bautista Aguirre incluye a la cabecera parroquial de La Aurora y a urbanizaciones de la avenida principal, la León Febres-Cordero.
Los uniformados reportan déficit de personal para la amplia zona que deben patrullar. Pero en el circuito se comprometen a ejecutar operativos dirigidos exclusivamente al control de buses.
Alerta en los buses
Christian Sarmiento, presidente de la Federación de Transportistas Urbanos de Guayas, denuncia que dirigentes de cooperativas de transporte son víctimas de extorsión.
Los delincuentes solicitan pagos desde USD 300 mensuales a cambio de dejarlos trabajar, dice.
Además, un 10% de las 2.500 unidades de transporte urbano de Guayaquil sufren robos a diario, agregó. Entre las zonas más afectadas está Monte Sinaí y la vía Perimetral, en el noroeste de Guayaquil.
Sarmiento confirma que tiene reportes sobre personas inescrupulosas que se suben a las unidades a exigir USD 1 a todos los pasajeros, a través de la amenaza y la intimidación.
Pero subrayó que los conductores también son víctimas de la delincuencia. "Los choferes ya no quieren trabajar hasta altas horas de la noche por esto mismo", indicó.
“Los asaltantes que desvalijan a los pasajeros también roban y maltratan a los conductores”.
Christian Sarmiento, presidente de Fetug.
Se trata de delitos con poco porcentaje de denuncia, pero Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil, registró en el primer trimestre de este año 577 actos delictivos, según cifras de la Policía.
El delito más común es el robo a personas, seguido del robo a carros y motos. De hecho, un 66% corresponde a la modalidad de asalto.
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