Robo de autos con fines extorsivos, delito en auge en Guayaquil
Las alertas por robo de autos aumentaron un 41% en los primeros cuatro meses de 2023 en Guayaquil, según datos del Ecu 911. La Policía Judicial recupera en promedio de tres a cuatro vehículos diarios en el distrito metropolitano.
Foto referencial. Los patios de retención de la Policía Judicial en Guayaquil están llenos de decenas de vehículos robados recuperados o inmiscuidos en hechos delictivos.
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El objetivo es el cobro posterior de un rescate a cambio de la devolución del vehículo sustraído. Se trata del robo de autos con fines extorsivos, una modalidad de delito que cobra vigencia en el distrito metropolitano de Guayaquil.
A la modalidad extorsiva se suma el robo de autos para cometer otros delitos o para el desmantelamiento de partes, según el 'modus operandi' identificado por la Policía.
El Ecu 911 registra en Guayaquil 1.017 alertas de robo de vehículos en los primeros cuatro meses de 2023. En el mismo periodo de 2022 se reportaron 718, es decir, existe un aumento del 41,64% de estos reportes en la ciudad.
Guayas es la que más robos de autos reporta en el país, con 1.248 alertas hasta el 30 de abril. Se trata de más del doble de los despachos de la central de llamadas por este delito en Pichincha (553).
“Cifras negras”
El servicio de atención de emergencias despacha ocho alertas diarias por robo de autos en Guayaquil. Los llamados se disparan los fines de semana, desde la noche del viernes. El mayor número de alertas se registra en las madrugadas de sábado y domingo
La Policía Judicial (PJ) recupera en promedio de tres a cuatro vehículos robados cada día en la Zona 8 -integrado por Guayaquil, Durán y Samborondón-.
Además, policías del eje preventivo también recuperan automotores por alertas ciudadanas de automotores abandonados.
El mayor Fabricio Encarnación, jefe de la sección de análisis de información de la PJ en la Zona 8, explica que las emergencias reportadas al Ecu 911 sirven solo como referencia.
Se trata de despachos que incluyen a menudo alertas por vehículos abandonados, abuso de confianza y, en efecto, por robo de autos, dijo.
Además, hay casos con extorsión que nunca llegan a denunciarse. Por eso existen discrepancias entre los propios datos de Fiscalía y Policía, mucho más con respecto a los despachos del Ecu 911, explicó el oficial.
Modalidad en auge
Sin embargo, Encarnación reconoce que el robo extorsivo de autos es una modalidad en “auge”. Los primeros casos se reportaron desde el año pasado en la Zona 8, dijo.
La sustracción del automotor puede darse a través del abordaje con intimidación. Pero lo más común es el estruche. Es decir, cuando los delincuentes sustraen los autos aparcados por horas en las calles, forzando la puerta y el sistema de encendido.
Este tipo de robo con fines extorsivos ya existía antes de la pandemia, pero se ha producido “una mutación”.
Hace unos años les exigían a la víctimas un 30% del valor del carro, a cambio de devolverlo. Ahora el monto fluctúa entre USD 2.000 y USD 3.000, explica el oficial.
Además, se acorta también el tiempo de devolución a entre tres y cuatro días. Así, las bandas delincuenciales obtienen dinero en menos tiempo y evitan quedarse con partes, como sucede con el desmantelamiento y venta de autopartes “gota a gota".
Llamadas desde la cárcel
Encarnación señala que la extorsión se realiza a través de un intermediario, una vez que el contacto de la víctima comienza a circular en reportes de redes sociales y de WhatsApp.
A menudo, los mensajes extorsivos se realizan desde los centros penitenciarios. La persona que tiene el vehículo no habla directamente con la víctima y eso complica la investigación.
“El intermediario ni siquiera sabe dónde está el vehículo”, dice el mayor.
“La facilidad que tienen las estructuras para comunicarse desde las cárceles hace que se vuelva más complicada la investigación del robo extorsivo de carros”.
Mayor Fabricio Encarnación, Policía Judicial Zona 8
El oficial de la PJ recomienda afianzar una cultura de seguridad para prevenir el robo de carros. Eso incluye desde acciones mínimas como bloquear el seguro del volante y evitar dejar los vehículos estacionados en lugares sin seguridad.
Pero también se recomiendan acciones para atenuar el riesgo. Entre ellas constan la activación de palancas o candados de bloqueo para el volante, los cambios o los pedales, cuando se deja el vehículo estacionado en la calle.
“Ladrones me pidieron letra de cambio”
Estefanía, de 41 años (nombre protegido), sufrió el robo de su vehículo la tarde del pasado 20 de abril en Mucho Lote, al norte de Guayaquil. Se trata de una furgoneta del año 2016 con la que trabaja como expreso escolar.
Ella dejó el vehículo en las afueras de la casa de unos familiares, a donde llegó a almorzar. Como el acceso a la calle está enrejado por la inseguridad, parqueó en la esquina, como siempre. Tres horas después, la furgoneta había desaparecido.
Al día siguiente, tras poner la denuncia en la Fiscalía y reportar el robo en redes comenzó a recibir llamadas y mensajes desde siete números diferentes. De hecho, le exigían de parte de los ladrones USD 2.500 para devolverle el carro.
Como no contaba con el dinero y temía ser estafada tardó cinco días en aceptar un trato. Incluso uno de los intermediarios llegó a pedirle una letra de cambio a plazo fijo por una parte de la extorsión si no lograba exigir todo el dinero que le exigían.
“Una persona me pidió USD 1.500 en efectivo y una letra de cambio por USD 500 para devolverme la carro. Otro me pidió USD 1.300 y un celular”.
Víctima de robo extorsivo de auto
Cuando le enviaron fotos de prueba de que en realidad tenían el automotor, acudió a un conocido que había estado en prisión. Terminó pagando USD 1.000. Y a la furgoneta la abandonaron cinco días después del robo en el Suburbio, al suroeste de la ciudad.
La mujer cuenta que halló el auto con una puerta estropeada, al igual que el 'switch' del encendido. También se le sustrajeron la batería, herramientas y la gata.
Patios llenos de autos
Pero la historia no concluyó allí. 15 días después aún no puede trabajar con su vehículo.
Como había puesto la denuncia en Fiscalía y necesitaba “desbloquear” el trámite, la furgoneta terminó en los patios de retención vehicular de la PJ en Puerto Hondo, ubicado en la vía a la Costa, al oeste de Guayaquil.
El canchón de la PJ simula un gran cementerio de motos y autos, con centenas de vehículos usados en actos delictivos, recuperados o reportados como robados.
Además, los agentes dicen que carecen de fotocopiadora e incluso de hojas para realizar los informes, por lo que deben comprarlos con su dinero. En esa oficina no tienen ni agua potable.
Estefanía dice que liberar su auto se ha convertido en un proceso “engorroso”. “He ido dos veces a retirar el vehículo y cada vez me extienden el plazo de entrega”, indicó.
Con el trámite se debe descartar que la furgoneta se usó en el cometimiento de otros delitos, por lo que se requieren informes investigativos y de criminalística, añadió.
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