Presunta deuda habría desencadenado el crimen de la niña Dana Ramos
La prima de la niña Dana Ramos declaró a la Fiscalía que el papá de la víctima la contactó en un almuerzo para planificar el secuestro de su propia hija.
En las calles del barrio El Porvenir, donde ocurrió el crimen, ya no se observa ni escucha a niños, desde la muerte de Dana Ramos.
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La Policía y Fiscalía de Riobamba, en Chimborazo, investigan un supuesto intento de secuestro a la niña Dana Ramos Pilataxi, de 8 años, que habría sido planificado por su padre para obligar a su pareja a cobrar una póliza de seguros, cuya cantidad no fue revelada.
La infante desapareció el 1 de febrero y fue localizada 16 días después con signos de asfixia dentro de una cisterna, en la casa de sus abuelos paternos, en el barrio El Porvenir de Riobamba.
El padre, un sargento activo de la Policía Judicial de Chimborazo, tenía la urgencia de cancelar una deuda a una mujer y por eso habría tramado el secuestro de su propia hija, según se informó desde la Fiscalía.
Por la muerte de la niña hay dos personas detenidas. El papá, Mauro, y una prima de la menor de edad, quien guarda prisión domiciliaria por su estado de gestación.
La prima, Evelyn, relató a la Fiscalía que su tío Mauro la contactó y que el 1 de febrero, durante el almuerzo, le había dado las últimas instrucciones.
Le dijo que a las 18:00 debía sacar a Dana a la tienda, no sin antes enviar un mensaje desde el teléfono de la niña a un número desconocido para confirmar el encuentro, con el fin de despistar a los familiares.
A los tres días de que Dana desapareció, la madre, en entrevista a medios locales, mencionó que había recibido varias llamadas de personas que pedían dinero para el rescate de la niña. Pero ella no se convenció, porque ninguno le dio una prueba de que tenía a su hija.
Este hecho conmocionó al país. Los agentes de la Unidad de Delitos Contra la Vida (Dinased) y Fiscalía atan varios cabos, pues presumen que existen más personas involucradas.
Mónica Bonilla, representante de la Defensoría del Pueblo, mencionó que esperan el reporte ampliado de la necropsia, que será la próxima semana.
Mientras tanto, desde la Policía se menciona que al parecer fue asfixiada con una almohada y después arrojada a la cisterna de la vivienda de los padres del sargento sospechoso.
El martes 20 de febrero, personal de la Fiscalía y agentes de la Dinased acudieron nuevamente hasta las calles Santa Lucía y Concepción, en el barrio El Porvenir, para buscar nuevas pistas.
Con los bomberos de Riobamba vaciaron la cisterna donde encontraron el cadáver. Denis Valverde, del Cuerpo de Bomberos, mencionó que utilizaron una bomba de succión para extraer toda el agua. La Fiscalía tiene 90 días para la instrucción fiscal
Los padres están aterrados
Dora Bonifaz, vecina de Dana, teme que sus hijos salgan a las calles y está pendiente de la relación entre los parientes.
“Una semana antes de que la niña fuera localizada, sus perritos ladraban y aullaban, creemos que fue el día en que la mataron. Cuando los canes hacen ruido, es una muerte segura”, mencionó Dora.
Paulina, otra de las habitantes, contó que desde el día siguiente en que encontraron sin vida a Dana, los padres ya no dejan salir a sus hijos ni al parque.
Pruebas psicológicas "permanentes”
El jefe de la Subzona de Policía en Tungurahua, Fabricio Silva, sostuvo que pese a que no está comprobado que el sargento en servicio pasivo sea el culpable de la desaparición y muerte de su hija, lamenta que tengan que investigar a un integrante de la Institución.
Recalcó que dentro de las filas policiales se hacen pruebas psicológicas anuales y dan charlas permanentes para evaluar la salud mental de los servidores policiales.
“La institución hace un trabajo exhaustivo para seleccionar y también para cuidar la salud mental de los policías, pero nunca se puede conocer con certeza lo que piensa cada persona y cómo va a actuar”, agregó Silva.
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