Padre de niños asesinados en el Guasmo: “Por dentro estoy destrozado"
Jhordan Pinto se consuela pensando que sus cuatro hijos no sufrieron en el violento ataque armado del que fueron víctimas. Ecuador registra más de 455 menores de edad asesinados en lo que va del año.
Familiares y vecinos cargan los féretros de los hermanos Jordana, Briana, Adiel y Aitana, sepultados este 14 de diciembre del 2023 en Pascuales, norte de Guayaquil.
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Si algo lo atormentaba era pensar cómo le iba a explicar a su esposa, Rosa Elvira, que sus cuatro hijos habían muerto en la masacre del Guasmo. Ella pasó dos días en terapia intensiva -por seis impactos de bala- y nunca supo el destino de los niños, según su marido.
Pero la noche del miércoles 13 de diciembre, dos días después del ataque armado, Rosa también falleció víctima de las decenas de disparos que sicarios realizaron desde la calle y a través de la ventana del dormitorio, donde la familia miraba televisión.
Jhordan Pinto, esposo y padre de las víctimas equivocas de la violencia, explica que aún no logra asimilar todo lo que está pasando. “Usted me ve aquí normal, pero por dentro estoy destrozado", dice. Sicarios atacaron su casa por error, confundidos con una vivienda vecina.
Los familiares de los Pinto Arias y los vecinos del Guasmo Sur sepultaron este jueves a los hermanos Jordana, Briana, Adiel y Aitana, de entre siete años y cinco meses de edad.
Pinto, de 28 años, salía del baño cuando se desató la balacera -dijo- y un proyectil le impactó en la parte trasera del cráneo.
“Lo único que sé es que no escuché un solo llanto de mis hijos, ningún grito”, dice . Y se queda callado, como si fuera un consuelo para él pensar que sus pequeños nunca supieron lo que pasaba en realidad, consolándose con que quizás no sufrieron.
También dijo sentirse estremecido por la cantidad de disparos que recibió su hija mayor. Jordana, de 7 años, tuvo ocho heridas en la pierna izquierda, cuatro en el abdomen, un impacto en el brazo izquierdo y dos en la cabeza, según el parte médico.
“Con los niños no”
Los hermanos engrosan las cifras de 455 menores de edad asesinados en Ecuador, entre enero y septiembre de 2023, según la Defensoría del Pueblo. Guayas es la provincia con más asesinatos de niños y adolescentes, con 271 en el mismo periodo.
Vecinos de la cooperativa Guayas y Quil, del Guasmo Sur, cargaron los pequeños féretros blancos hasta el Cementerio Parque de la Paz, de Pascuales, donde el Municipio de Guayaquil proporcionó los nichos, pasado el mediodía de este jueves 14 de diciembre.
Mujeres cargaron los féretros mientras repetían en coro: “Con los niños no” y “Justicia por los niños”, en medio de cientos de personas que acudieron al sepelio.
Tras el entierro, Pinto tenía previsto movilizarse hasta el laboratorio forense de la Policía a realizar los trámites y retirar el cuerpo de la madre de los niños.
El velorio de la mujer se realizará en el noroeste de Guayaquil y el sepelio está previsto para este viernes 15 de diciembre de 2023, aunque solicitaron por segunda vez ayuda al Municipio de Guayaquil, para que proporcione una bóveda.
“No podemos volver a la casa”
El padre y esposo de las víctimas, quien solía trabajar como bodeguero de una empresa farmacéutica, lleva casi seis meses sin un trabajo formal.
A los gastos médicos y mortuorios de los últimos días se suma el alquiler de la casa donde vivía la familia Pinto Arias, con otros dos núcleos familiares: la abuela y la tía de los niños asesinados. Alquilaban la vivienda por ya casi tres años.
“No podemos regresar a esa casa por nuestra propia seguridad”, indicó la abuela de los infantes, quien tuvo que realizar un préstamo para comprar los féretros de sus nietos.
De hecho, un juez dispuso medidas de protección a favor del padre de los niños asesinados este jueves, tras dictar prisión preventiva contra Mario M. B., alias ‘Borreguito’, uno de los presuntos sicarios involucrados en la masacre del Guasmo.
Según la Policía, el ataque de miembros de la banda Mafia-18 estaba dirigido a una vivienda adyacente, donde se encontró una mecha lenta para explosivos, presuntamente del grupo de delincuencia organizada Los Lagartos.
En un comunicado, la Defensoría del Pueblo sostuvo que la masacre del Guasmo se convierte en “espejo crudo” de la situación de Ecuador, el “reflejo de un aumento alarmante en los actos de sicariato y violencia, que subraya una emergencia de seguridad nacional”.
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