El narcotráfico migra de Manabí a zona costera de Guayas
General Villamil Playas y Posorja experimentan un aumento de la violencia por narcotráfico tras un mayor control antinarcóticos en provincias como Manabí y Santa Elena. En lo que va de 2023, en Posorja se incautó el triple de drogas que en todo 2021.
El balneario turístico de Playas se ha convertido en punto de acopio y de paso de la droga desde Durán y Guayaquil a la zona del Puerto de Aguas Profundas de Posorja.
Alcaldía de Posorja
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Un mayor número de incautaciones de droga en Guayaquil y la identificación y destrucción de pistas de aterrizaje clandestinas en Manabí y Santa Elena a lo largo de 2022, convierte a la zona costera de Guayas (Posorja y Playas), en un nuevo centro neurálgico del narcotráfico.
En el cantón General Villamil, conocido como Playas, las muertes violentas se han triplicado en 2023. El microtráfico y el porte de armas de grueso calibre está entre los problemas identificados por la Policía.
Mientras que Posorja, parroquia rural de Guayaquil, sirve de puente para la infiltración de drogas en buques mercantes. También salen desde allí lanchas rápidas con cargamentos de cocaína hacia destinos como México, según un diagnóstico policial.
Una mayor presión de la Policía en otras ciudades y provincias está propiciando la migración del delito a esa zona costera de Guayas, a poblaciones pesqueras y balnearios turísticos.
Entre Villamil Playas y Posorja existen más de 22 kilómetros de playas. Además, el sector ofrece acceso al canal por donde circulan los buques mercantes que salen de los puertos de Posorja y de Guayaquil con destino a Europa o Estados Unidos.
¿Qué pasa en el sector?
El general Pablo Ramírez, Director Nacional de Investigación Antidrogas, explicó que la ubicación de estas poblaciones al sur del golfo de Guayaquil aumenta el riesgo del narcotráfico internacional.
“En este sector, las organizaciones narco delictivas buscan captar personas con conocimientos en navegación y con embarcaciones pesqueras para el envío de clorhidrato de cocaína a Centroamérica, México o Estados Unidos”, dijo el oficial.
Se trata de semisumergibles y, sobre todo, de lanchas rápidas que requieren de abastecimiento en alta mar en la larga ruta hasta Centroamérica.
De hecho, la zona de Posorja sirve como “punto de salida de embarcaciones que ofrecen abastecimiento de víveres, alimentos y combustible a las lanchas que realizan el transporte de drogas o zarparon desde otros lugares del perfil costanero”, según Ramírez.
El puerto de aguas profundas de Posorja es uno de los dos únicos del país que cuentan con escáner, un sistema de inspección no intrusiva de la carga. Y eso dificulta el ingreso de drogas a las instalaciones.
Pero entre las alternativas estratégicas que también ofrece el sector al narcotráfico está la posibilidad de contaminar con droga contenedores o los propios buques en el área de cuarentena, cercana al acceso al Puerto, "previo a su salida al continente europeo".
Incautación de droga
En 2023, Antinarcóticos reporta la captura de 35 personas y el decomiso de seis toneladas de cocaína en Posorja. Es decir, en lo que va del año ya se triplican las incautaciones de drogas de todo 2021, cuando se decomisaron dos toneladas. Y en 2022 se incautaron 22 toneladas.
Ese incremento va de la mano con las muertes violentas registradas en esa parroquia rural de Guayaquil, ubicada a 117 kilómetros al suroeste de la ciudad.
Este martes 27 de junio, Criminalística levantó un cuerpo desmembrado esparcido en la vía pública. Y el pasado 11 de junio se produjo la masacre de tres mujeres y un adolescente.
Entre enero y el 15 de junio del 2021, se reportaron ocho asesinato en el distrito Progreso, que pertenece a Posorja. En el mismo periodo del año pasado, las muertes violentas subieron a 23. Mientras que este año se registran 22 asesinatos.
La situación es similar en General Villamil Playas. Entre enero y el 15 de junio de 2021 se reportaron cero homicidios en este cantón turístico, históricamente pacífico. En el mismo periodo de 2022, los asesinatos subieron a cuatro y este año ya son 12 homicidios.
Germen de la violencia
Al tráfico de drogas se le atribuyen directamente un 25% de las muertes violentas en Posorja y más del 60% de los asesinatos en Playas en lo que va del año, según las investigaciones policiales.
“Existen otras motivaciones diferentes al narcotráfico, sin embargo todas las muertes estarían ligadas a actividades delictivas”, refiere Ramírez.
En el área operan las bandas Las Águilas, Tiguerones y Lobos, que no solo se dedican al narcotráfico sino a toda una serie de "delitos conexos".
En Antinarcóticos no descartan que se estén produciendo disputas por las vías de salida de las drogas al exterior. Esto tras muertes de narcotraficantes como Carlos Kada, financista de Los Tiguerones, quien operaba rutas aéreas de drogas en la vecina provincia de Santa Elena.
Además de la lucha encarnizada entre Tiguerones y Lobos, por ejemplo, al interior de las propias bandas se registran pujas por asumir liderazgos, cuando las organizaciones se quedan sin una cabeza. Y eso se suele traducir en más violencia, según las autoridades.
La situación en Playas
La pugna por dominar el área de influencia del puerto de aguas profundas de Posorja, inaugurado en julio de 2019, irradia violencia a Playas, a solo 22 kilómetros de distancia.
Pero según los datos de Antinarcóticos, en General Villamil Playas la incidencia está todavía mayormente marcada por el tráfico para el consumo interno.
En lo que va del año se detuvo a 18 personas y se decomisaron 12 kilos de drogas en el cantón. Pero la Policía llama la atención sobre la incautación de armas de fuego y municiones, usadas para las operaciones de apoyo del narcotráfico.
El coronel Francisco Zumárraga, comandante de Policía de la Zona 5 (Guayas), informó de la incautación de cuatro fusiles, una subametralladora, municiones, drogas, un chaleco antibalas y la detención de dos sospechosos el pasado 16 de junio en Playas.
Los detenidos, de nacionalidad colombiana, son acusados de pertenecer al grupo delictivo Los Lobos. Ellos se habían afincado en Durán (Guayas) y proporcionaban seguridad a cargamentos de drogas que trasladaban por el cantón Playas hasta Posorja.
En esa parroquia rural contaminaban los buques mercantes en la boya cero, ubicada frente al poblado de pescadores, detalló Zumárraga.
La detención se produjo durante un allanamiento a una vivienda en Playas, donde además se decomisaron dos lanchas con motores de 200 caballos de fuerza, en las que se presume trasladaban cocaína.
Acciones contra el narcotráfico
El alcalde de Playas, Gabriel Balladares, quien recibió amenazas de muerte hace un mes -en el inició de su gestión- y quien cuenta con custodia policial, se mostró alarmado por la situación que vive el balneario.
El cantón, de 60.000 habitantes, sumó 22 nuevos policías y ahora cuenta con 82 agentes. Y el Municipio anunció la creación de un centro de enlace con la fuerza pública para que fiscales y jueces cuenten con garantías para ejercer su trabajo en un solo edificio.
Balladares se refirió además a la creación de la Empresa Pública de la Seguridad de Playas, que contará en inicio con un cuerpo de 100 agentes metropolitanos.
La resolución del Concejo Cantonal será oficializada esta misma semana. Y los metropolitanos serán adiestrados en el Centro de Formación y Capacitación de las Fuerzas Armadas en la comuna San Antonio.
“La implementación de equipos de seguridad para los agentes ya se contrató”, sostuvo el alcalde, quien habló de una inversión inicial en curso de USD 168.000.
El plan de seguridad, que incluye la adquisición de 22 motocicletas para los nuevos policías, será financiado en parte con el cobro de una tasa de USD 2,25 en la planilla de agua potable.
Mientras, una Mesa Interinstitucional de Seguridad, Justicia y Derecho se desarrolló el pasado 22 de junio en el salón de la ciudad. La fiscal provincial del Guayas, Yanina Villagómez, se comprometió en la reunión a incrementar de dos a cuatro los fiscales.
La fiscal apuntó como un problema la falta de equipos de Criminalística para poblaciones como Posorja y Playas. De hecho, los especialistas tienen que llegar desde Guayaquil, a más de hora y media de distancia en auto.
Los cuerpos de víctimas de muertes violentas quedan en la vía pública hasta por tres horas. Es más, a menudo los familiares prefieren retirarlos por sus propios medios, lo que dificulta las investigaciones, dijo Villagómez.
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