Masacre en Puerto López pudo deberse a una "confusión", sospecha la Policía
El grupo de 11 personas, cinco de ellas asesinadas, iba a asistir a una fiesta familiar en Puerto López. Ninguno registra antecedentes penales y hasta el momento la Policía no ha confirmado su nexo con un grupo criminal.
Tras la masacre en Puerto López, la Policía realizó operativos en varios sectores de Manabí.
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La principal hipótesis que maneja la Policía sobre la masacre en Puerto López, Manabí, es que se trató de una confusión.
El grupo de 11 personas, cinco de ellas asesinadas, iba a asistir a una fiesta familiar. Sin embargo, para una organización criminal su presencia representó una amenaza.
Víctor Ricardo Lascano Domo, Anthony Gilmar Benitez Torres, Geovanny Jefferson Ortiz, Julexi Jamileth Benitez Ortiz y Carmen Cecilia Cruz Coox, oriundos de Pedro Carbo (Guayas), fueron las víctimas de este ataque.
Ninguno de ellos registraba antecedentes penales y, hasta el momento, la Policía no ha confirmado su nexo con ningún grupo criminal.
Así los secuestraron
Richard Vaca, comandante policial de Manabí, informó que "los turistas se hospedaron en un hostal que nunca alertó del secuestro. La alerta se dio por el hallazgo de los cadáveres en una zona de Ayampe, en Manabí".
Las once personas fueron llevadas hasta la zona montañosa de la vía Manabí-Santa Elena. Seis de ellas, todas mayores de edad, fueron sometidas a una especie de interrogatorio antes de ser asesinadas. Una pudo escapar de los delincuentes y sobrevivió.
La Policía informó que cinco menores de edad, que también habían sido secuestrados, fueron aislados de la escena y no vieron como se produjeron los crímenes.
Al no representar una amenaza para los sicarios, los niños fueron enviados en un taxi hasta la terminal de Jipijapa y luego trasladados en un bus hacia Pedro Carbo.
Vaca agregó que la organización delictiva Los Choneros ha operado en este territorio durante varios años. Sin embargo, hay otra organización rival (Los Lobos) que busca ganar territorio.
Esa pugna es la que ha generado violencia en el sur manabita y otros cantones de la provincia, como Manta y Portoviejo.
"Acá tenemos los dos grandes bloques con la incursión de los narco delincuentes mexicanos. Aquí operan los dos grandes carteles Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Los grupos ecuatorianos están asociados con ellos y hay una disputa porque tratan de acrecentar sus dominios o mercados", explicó Vaca.
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