Masacre en el Guasmo Sur: "Mujer cubrió con su cuerpo a sus hijos"
La familia Pinto Arias sufrió una pérdida devastadora cuando sus cuatro hijos pequeños resultaron víctimas de un ataque armado en el Guasmo Sur. Los sicarios se equivocaron de casa. “Le dejamos esto a la justicia divina”, dicen familiares de las víctimas.
Un hombre carga el ataúd de uno de los cuatro niños asesinados, tras una nueva masacre en el Guasmo Sur, al sur de Guayaquil.
Gerardo Menoscal /AFP
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Los esposos y sus cuatro hijos pequeños miraban televisión acostados en su habitación, a las 21:20 de este lunes, cuando se convirtieron -por error- en blancos equívocos de la violencia en una nueva masacre en el Guasmo Sur, al sur de Guayaquil.
La familia Pinto Arias perdió a sus cuatro niños en un parpadeo, durante el ataque armado.
Los sicarios dispararon decenas de veces a través de los vidrios oscuros de un ventanal que da a la calle. Los cuatro hermanos, de entre 5 meses y 7 años, fueron asesinados.
La madre se encuentra en estado crítico y al padre le rozó una bala en el cráneo, pero pudo salir del hospital.
“Para proteger a los bebés, la mamá los cubrió con su cuerpo y recibió también disparos, mientras que el papá -mi sobrino- cayó herido al piso cuando una bala le impactó en la cabeza”, contó un familiar de las víctimas y vecino de la cooperativa Guayas y Quil.
Rosa Elvira, de 24 años, madre de los niños, resultó impactada con seis disparos: dos orificios en el brazo izquierdo, dos en las costillas y dos en la pierna derecha. Sus familiares dicen que permanece estable en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El ataque, perpetrado con armas automáticas por miembros de la banda delictiva Mafia-18, iba dirigido contra Los Lagartos, según la Policía. Se trata de dos organizaciones criminales en disputa por el control del sur de Guayaquil para el narcotráfico y delitos conexos.
Pero los sicarios se equivocaron de vivienda. El blanco verdadero se encontraba en la casa adyacente, según las investigaciones. En la vivienda vecina, los agentes encontraron mecha lenta para explosivos, sin que se registren aún detenidos.
“El único que puede hacer justicia es Dios”
Jhordan, de 27 años, el papá de las víctimas, acudió con la abuela de los menores de edad a retirar los cuerpos, la tarde de este martes 12 de diciembre de 2023, en el laboratorio forense de la Policía, ubicado al oeste de Guayaquil.
El padre de los niños terminó con una herida abierta entre la parte posterior del cuello y el cráneo, debido al “roce de una bala”, por lo que requirió de puntos de sutura.
La tragedia pudo ser peor, pues en la casa residen tres grupos familiares, 11 personas en total, entre los abuelos y otras dos familias, con hijos y nietos.
La tía de las víctimas alimentaba a su pequeña hija en la sala cuando se desató el tiroteo. Ambas lograron eludir los disparos, a pesar de que los atacantes dirigieron también las balas a la sala de la casa, agujereando la puerta de hierro.
La abuela de las víctimas es cristiana evangélica y toda la familia acudía a una iglesia del sector. “El único que puede hacer justicia es Dios, nosotros no, le dejamos esto a la justicia divina”, comentó otra de las familiares.
Los abuelos de las víctimas hicieron un préstamo para costear los féretros de los niños. De hecho, el papá de los menores asesinados (tres niñas y un niño), quien labora como bodeguero, carece de trabajo formal desde hace casi seis meses.
La familia solicitó ayuda al Municipio de Guayaquil ante la escasez de bóvedas y nichos en el Cementerio Municipal del Suburbio de la ciudad.
“Les pedimos a las autoridades que paren esto, no puede ser que maten a personas inocentes, a niños que no tienen nada que ver y que destruyen a familias enteras”, agregó un tío del padre de los niños.
Múltiples heridas de las víctimas
- Jordana Valentina, de 7 años, registró más de 15 heridas de bala (ocho en la pierna izquierda, cuatro en en el abdomen y dos en la cabeza). A pesar de ello llegó herida al hospital del Guasmo. Falleció cuando recibía atenciones médicas.
- Bryanna Larissa, de 5 años, presentó un orificio de entrada y salida en la cabeza.
- Su hermano, de tres años -Adiel Natanael- resultó herido en el brazo derecho, en la espalda, en la cabeza y con dos impactos de bala en el tórax.
- Mientras que Aitana Isabella, de solo 5 meses, registró dos impactos de bala en el abdomen, uno en el tórax y otro en la cabeza, según el parte médico.
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