Ni los ruegos de su hija salvaron a conductor de bus asesinado en Guayaquil
Milton Rivera, un conductor de buses respetado en su barrio del suroeste de Guayaquil, fue brutalmente asesinado durante un aterrador robo a una unidad de transporte público.
Allegados, vecinos y familiares del conductor de un bus asesinado en el Suburbio de Guayaquil, esperaban por la entrega del cuerpo en la morgue de la ciudad, la tarde de este 16 de abril de 2024.
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Milton Rivera tenía 56 años de edad, tres décadas viviendo en el Suburbio y más de 15 años conduciendo buses urbanos en Guayaquil. La noche del lunes 15 de abril, su hija lo vio morir al volante, en la misma zona del suroeste donde vivía, asesinado con tres disparos.
El conductor profesional -quien antes también había conducido buses de transporte intraprovincial entre Posorja y Guayaquil- fue asesinado durante un brutal asalto a la unidad 350 de la línea 45, donde trabajaba hace cuatro años.
La acompañante de Rivera, sentada al lado del conductor durante el asalto, cubrió la cara del chofer angustiada, cuando los asaltantes le dispararon las dos primeras veces, hiréndolo en un brazo. “No por favor, te lo suplico, no tenemos nada”, le rogó a los asaltantes.
“Mátalo, mátalo”, se escucha decir entre los tres delincuentes en un video de seguridad. Y desde el estribo, un asaltantes retrotrae con dificultad el martillo del revólver y le propina a Rivera otros dos disparos, uno en la sien. “Papito”, grita la joven, que cae para atrás.
La tarde del 16 de abril, la esposa de Rivera y una de sus hijas mayores, iniciaron los trámites de ley para retirar el cadáver del conductor del Laboratorio de Criminalística, al oeste de la ciudad. Ellas rehusaron hablar del ataque.
Mientras que los allegados de la víctima del aterrador robo dijeron que Rivera pagó la ira de los asaltantes porque se le trabó el canguro que tenía atado a la cintura.
Como el canguro con el dinero de los cobros quedó atascado, los atacantes entendieron que ponía resistencia. Primero los golpearon en la cabeza y luego le dispararon. De hecho, los tiros mortales se produjeron cuando había entregado el bolsito.
“Nos apegamos a la justicia divina”
El cuerpo de Rivera, originario de Progreso, parroquia rural de Guayaquil, será velado en su domicilio, en las calles G y la 19, en el Cisne 2, en la misma zona del Suburbio.
Los familiares cuentan que el conductor realizaba su último recorrido del día, cuando los tres asaltantes se subieron a la unidad con el objetivo de robar.
De hecho, por poco le disparan también a un adulto mayor sentado en la primera fila, según quedó registrado en los videos de seguridad del vehículo de transporte público.
Además, el crimen se produjo a dos cuadras de la estación de la línea 45, compañía Metro Colombia, donde los conductores aseguraron que la misma banda protagonizó al menos cuatro robos a buses en los últimos meses.
A pesar de que el crimen se produjo a las 20:37, en el mismo suroeste de la ciudad, la familia se enteró del asesinato a medianoche.
“Nunca llegó ni el dueño del bus ni alguien de la empresa a avisarle a la esposa, que se enteró por un tercero. Todavía la cooperativa no se han manifestado”, dijo una allegada.
Un taxista, que solía recoger al conductor en el sitio donde guardaba el bus, fue quien avisó en la casa de la víctima. Rivera tenía tres hijos, una menor de edad, de 17 años. Y otros dos hijos, de entre 24 y 26 años, según los allegados.
Los vecinos, que esperaban la entrega del cuerpo en la morgue, lo definieron como un hombre "correcto, trabajador y humilde". “Era alguien muy respetuoso y colaborador con el sector”, dijo una mujer, allegada a la familia.
“Estamos apegados a la justicia de Dios, que no falla”, dijo otra familiar. En redes sociales se publicó un video del chofer tomándose unas cervezas el fin de semana, al son de los pasillos que le gustaban, pero 48 horas después lo asesinaron.
Adolescente imputado por “vil y violento” ataque
El general Víctor Herrera, comandante de Policía de la Zona 8, lamentó el “vil y violento” crimen del conductor de la línea 45. También informó en rueda de prensa de la detención de dos sospechosos, uno de ellos un menor de edad de 14 años.
Las capturas se produjeron a las 22:20, a pocas cuadras de la zona de crimen. “A pesar de residir allí, estos sujetos se dedicaban a robar a los buses de su mismo sector”, dijo Herrera. “Ellos serían los autores materiales del crimen”.
Uno de los aprehendidos, de 24 años, cuenta con antecedentes penales por robo, evasión y tenencia ilegal de armas. “Se les encontró tres vainas percutidas de calibre 38 del arma que fue utilizada en el crimen”, agregó el oficial, en rueda de prensa.
Los sospechosos vestían prendas similares a las que portaban los hombres captados en el video de seguridad del bus, al momento del robo y asesinato. Y la ropa del adolescente aún estaba manchada de sangre, según la Policía.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, calificó de "atroz" el asesinato. Y apuntó que una ciudadana proporcionó información crucial para la captura de los presuntos asesinos. La Policía Nacional también agradeció la colaboración de la ciudadanía en el caso.
La Empresa Pública Municipal Segura EP activó sus cámaras de vigilancia y colaboró con la Policía Nacional para asegurar la captura del menor de edad involucrado, agregó el alcalde.
Por su parte, la Fiscalía informó que formulará cargos contra Erick Ismael E. F. y contra el adolescente por su presunta participación en el asalto al bus y en el posterior asesinato del conductor de la unidad.
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