Extorsión afecta la distribución de productos en Guayaquil
Distribuidoras de alimentos y bebidas de consumo masivo dejaron de ingresar con sus camiones a Nueva Prosperina, el distrito más violento de Guayaquil. La Cámara de Comercio propone a las empresas trabajar en conjunto en planes de seguridad.
Un policía revisa su moto en un sector comercial en la entrada de la 8, al noroeste de Guayaquil.
PRIMICIAS
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Las tiendas se abastecían en Monte Sinaí, al noroeste de Guayaquil, con más de una docena de distribuidores. Esto comenzó a cambiar a inicios de 2023, por la incidencia de la violencia y la extorsión. Y desde hace tres meses, los tenderos solo cuentan con dos o tres proveedores.
Empresas locales y multinacionales dedicadas a la producción y distribución de alimentos y bebidas de consumo masivo han dejado de ingresar al Distrito Nueva Prosperina, el más violento de Guayaquil.
Se trata de un sector urbano marginal del noroeste, marcado por la pobreza y la exclusión, en el que viven más de 300.000 personas.
En lo que va de 2023, el distrito suma 401 muertes violentas, el 31,9% de los 1.256 asesinatos reportados en el primer semestre del año en la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón.
El propietario de un minimarket en la cooperativa Monte Sinaí dice que la ausencia de vendedores y de camiones de distribución comenzaron a sentirse desde inicios de este año. Y el problema se ha agravado desde hace cuatro meses.
Él ahora solo cuenta con dos proveedores, cuando hasta el año pasado lo visitaban decenas de vendedores para formalizar sus pedidos semanales. Una empresa de bebidas gaseosas y otra de productos cárnicos derivados del cerdo son los únicos que le siguen brindando servicio.
El resto de productos tiene que salir a comprarlos en su camioneta, a mercados o supermercados del norte de la ciudad. Y eso implica a menudo un incremento del precio de venta al consumidor.
“Un paquete de embutidos de consumo diario de USD 1, por ejemplo, se vende ahora USD 0,5 más caro. Ese es más o menos el nivel de incremento”, dice. Por seguridad, prefiere mantener su nombre en reserva.
El propio tendero tuvo que acceder a pagar USD 5 semanales a motorizados de bandas criminales para poder seguir trabajando en paz. Ellos llegan cada viernes a cobrar la extorsión, a cambio de una supuesta seguridad.
Extorsión y secuestro a camiones
Tenderos de la cooperativa Sergio Toral 1 y de San Ignacio, en otros dos sectores de Nueva Prosperina, reportaron escenarios similares con sus proveedores, aunque no todos pagan las extorsiones.
Un equipo de PRIMICIAS también conversó con el conductor de un camión repartidor de bebidas de una de las pocas empresas que continúa trabajando en Monte Sinaí, en el distrito Nueva Prosperina.
El hombre dijo que los extorsionadores les exigen unos USD 100 mensuales por camión a los distribuidores, a cambio de dejar circular a los proveedores de bebidas.
Las empresas que no acceden a los pagos se exponen a secuestros extorsivos de sus trabajadores, dijo.
El sector le representa a tres camiones la venta de hasta 600 cajas diarias de gaseosas y otras bebidas. Pero el riesgo que supone para los trabajadores ha llevado incluso a distribuidoras de cervezas a abandonar el distrito.
En Guayaquil, las distribuidoras de alimentos y bebidas de consumo masivo han reportado problemas de seguridad en sectores como Mapasingue y Pascuales (al norte) y en ciertas zonas del sur de la ciudad. Pero no al nivel que se registra en el noroeste de la urbe.
¿Qué deben hacer las empresas?
Juan Carlos Díaz Granados, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Guayaquil, dice que el tema no es exclusivo de la ciudad. De hecho, le está pasando factura a las empresas en todo el país, dice.
Pero considera preocupante el impacto social del retiro de empresas de zonas de distribución y más en sectores vulnerables como Monte Sinaí.
“La gente vive con miedo y no puede llevar a cabo sus actividades diarias con tranquilidad. Es crucial que como sociedad nos organicemos para hacer frente a esta situación”.
Juan Carlos Díaz Granados, director Cámara de Comercio de Guayaquil
La propuesta de la Cámara de Comercio es que las empresas que trabajen en un mismo sector se apoyen entre sí para tratar de solucionar los problemas de seguridad y poder continuar con sus actividades.
Se trata de establecer "clústers de seguridad", promoviendo la colaboración entre todas las partes involucradas, aunque se requiere del respaldo base de la Policía Nacional, los municipios y los ministerios.
En las últimas semanas, la Cámara de Comercio ha trabajado con universidades y con los tres municipios de la Zona 8 en la creación de estos "clústers".
Los planes de acción deben adaptarse a cada sector, a fin de “minimizar el impacto negativo de la inseguridad en la economía”, agregó Díaz Granados.
Intervención policial
En Nueva Prosperina se vienen ejecutando operativos intermitentes con grupos numerosos de policías, a menudo con apoyo militar. Se trata de una nueva estrategia implementada desde inicios de junio.
De hecho, los comerciantes dicen haber notado una relativa mejora de seguridad el último mes, pero cuestionan que los operativos se centran más en la disuasión que en grandes golpes a la criminalidad.
El general Willian Villarroel, comandante de la Zona 8 de Policía, sostuvo que con la llegada de más de 1.000 policías se están fortaleciendo las operaciones en Nueva Prosperina y Durán, dos de los distritos más problemáticos del Guayaquil metropolitano.
La extensión territorial de Nueva Prosperina -solo Monte Sinaí tiene 9.325 hectáreas- y la deteriorada infraestructura vial dificultan el control.
En el noroeste de Guayaquil operan los grupos de delincuencia organizada “Águilas-Fatales” y “Los Lobos-Tiguerones”.
Se trata de bandas que se dedican al tráfico interno de drogas, sicariato, usurpación de terrenos, asalto y robo a personas, robo a motos, robo a carros, extorsiones y secuestro.
“Estos grupos de delincuencia organizada tratan de captar más territorio. Y no solo se están enfrentando contra las bandas contrarias. Ahora también estamos registrando atentados dentro de los mismos grupos delincuenciales, lo que vuelve todo más volátil”, dijo Villarroel.
Mientras tanto, se trabaja en fortalecer la seguridad en un plan conjunto con el Municipio de Guayaquil, la Gobernación de Guayas y el Ministerio del Interior, señaló el general.
También se prevé fortalecer la seguridad en una decena de escuelas del sector, adelantó el oficial. Y el Municipio se comprometió a implementar 40 nuevas cámaras en la avenida Casuarina, con lo que sumarán 96 dispositivos en la vía de ingreso a Nueva Prosperina.
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