Ecuador inició noviembre con la tasa más alta de muertes violentas
La cifra de muertes violentas en Ecuador llegó a casi 500 en octubre de 2022, convirtiéndose así en el mes más violento del año.
Un carro estalló afuera de la Terminal Terrestre, en Pascuales (Guayaquil), la madrugada del 1 de noviembre de 2022.
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El nivel de violencia en Ecuador ha escalado hasta el punto de que hubo 18 atentados con explosivos en cuatro ciudades diferentes en tan solo 24 horas, la madrugada del 1 de noviembre.
Esta fue la respuesta de las bandas delictivas a los traslados de privados de la libertad a otros centros penitenciarios del país, dijeron las autoridades del Gobierno.
Según una fuente policial, los atentados ocurrieron por una filtración de información de los aspirantes a agentes de servicio penitenciario, sobre los trabajos que se iban a realizar en la Penitenciaría del Litoral (Guayaquil).
Noviembre comenzó con el asesinato de cinco policías por parte de bandas criminales, que protagonizaron actos terroristas en las provincias de Guayas y Esmeraldas.
Pero el problema se agudizó desde octubre, cuando la cifra de muertes violentas alcanzó casi las 500, lo que significa 116 homicidios más que en septiembre.
Para la exsecretaria de Inteligencia, Carolina Andrade, el desbordamiento de la violencia -que ya ha involucrado a la población civil- "podría estar vinculado a esas sospechas de conversaciones que habría mantenido el Gobierno con cabecillas de Los Choneros".
Las bandas criminales suelen “buscar el apoyo social, no el rechazo, buscan adhesión. Hay algo que pasó la línea”, agrega Andrade.
Esmeraldas, la más violenta
Entre el 1 de enero y el 2 de noviembre de 2022, las muertes violentas en Ecuador superaron las 3.705.
La denominada zona 8, que comprende los cantones de Guayaquil, Durán y Samborondón, registra 1.225 homicidios, el doble que en el mismo periodo del año pasado.
Y las provincias de Esmeraldas, Manabí y Los Ríos han registrado tres veces más muertes violentas hasta noviembre de 2022.
Esmeraldas ha pasado a ser la provincia con la tasa más alta de homicidios intencionales, con 66 muertes por cada 100.000 habitantes.
La cifra supera tres veces la media nacional, que se incrementó a 20,59 homicidios por cada 100.000 habitantes.
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