Masacre en la Penitenciaría: "Que Dios nos ayude, oren por mí"
Familiares relatan los últimos mensajes que recibieron de los presos asesinados en la Penitenciaría del Litoral. El Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses ha identificado a 19 cadáveres.
Familiares esperaban reconocer en la morgue a las víctimas de la más reciente masacre carcelaria en la Penitenciaría del Litoral, este 26 de julio de 2023.
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“Sigue la revuelta. No sé lo que va a pasar, que Dios nos ayude, oren por mí”. Ese fue el último mensaje que recibieron la madrugada del sábado, familiares de un hombre de 52 años, una de las víctimas de la más reciente masacre en la Penitenciaría del Litoral en Guayaquil.
Se trata del primer fallecido que fue reconocido la tarde de este miércoles 26 de julio de 2023 en el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses, al oeste de la ciudad. La esposa del hombre se descompensó y tuvo que ser atendida por miembros de la Cruz Roja.
Criminalística identificó 19 cuerpos de la masacre del fin de semana en la Penitenciaría y empezó el proceso de identificación y entrega de cadáveres este 26 de julio. Una decena de familiares iniciaron el trámite de reconocimiento de las víctimas.
Los hermanos del hombre, asesinado en el pabellón 9, pidieron investigar el crimen, pues sospechan que se produjo luego de la intervención de la Fuerza Pública el martes 25 de julio.
Desde la cárcel les informaron que su familiar, sin una sentencia ejecutoriada, murió presuntamente tras un golpe policial que le reventó una úlcera: era diabético e hipertenso.
Estaba imputado por supuestamente prestar logística a bandas cuando, según su familia, había sido secuestrado porque trabajaba en un vehículo de transporte de pasajeros.
El caso se puso en conocimiento del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH Guayaquil).
“La Fiscalía tiene la obligación de esclarecer el procedimiento. Son cuestiones que no pueden quedar en el aire, sin ninguna reacción de las instituciones”, dijo Billy Navarrete, director del CDH Guayaquil.
Una "rápida" identificación
Decenas de familiares de las víctimas de los enfrentamientos entre bandas en el complejo carcelario -ataques registrados entre el sábado 22 y lunes 24 de julio-, esperaron hasta por dos días por información afuera de la morgue.
Un grupo que llegó de El Guabo (El Oro) constató finalmente este 26 de julio que su familiar no estaba entre los muertos, sino entre los heridos, debido a la falta de información.
La CDH cuestionó la falta de protocolos de atención a los familiares y señaló tratos crueles. De hecho, las familias hicieron fila bajo el sol abrasador y 31 grados de temperatura por casi una hora, este miércoles 26 de julio, antes de identificar a las víctimas.
Pero Navarrete reconoció que el proceso de identificación ha sido rápido en relación a otras masacres.
“Criminalística nos dice que hay 19 cuerpos de personas identificadas. En 2021 hubo nueve cuerpos con destrucción que no se identificaron y fueron a parar a fosas comunes”, señaló.
Unidades de Criminalística y Policía Judicial seguían buscando indicios y restos de cuerpos en descomposición al interior de la Penitenciaría del Litoral, la mañana de este 26 de julio. El olor a putrefacción persistía.
El general César Zapata, director de Seguridad Ciudadana y Orden Público de la Policía, informó en la mañana que Criminalística levantó 11 cadáveres completos y 29 restos de cuerpos o partes anatómicas. Las víctimas resultaron desmembradas y decapitadas.
Los peritos forenses adelantaron que las partes anatómicas pertenecían a otras ocho víctimas, como se confirmó más tarde con los 19 cuerpos identificados. Los familiares que llegan a la morgue dan el nombre del privado de libertad y un agente lo corrobora en la lista.
Mientras que la Fiscalía y el Gobierno Nacional habían informado la víspera de 31 víctimas totales de los enfrentamientos armados.
Testimonios de familiares
José llegó desde el cantón Pichincha (Manabí) en busca de información sobre su hermano, Adrián Loor Buste. A él lo llamaron desde el pabellón 8 de la Penitenciaría para informarle que su hermano fue asesinado en los enfrentamientos.
"Lo que pedimos es reconocer los cuerpos y que nos entreguen los restos. Pero estuvimos aquí dos días sin que nadie nos den certeza de nada", dijo.
La última vez que José supo de su hermano fue el domingo 23 de julio, a las 19:00. "Nos llamó a decirnos que todo se había tranquilizado un poco, pero a las 02:00 hubo otra revuelta".
Un tatuaje de un tigre en una pierna (por la banda Tiguerones) y tres dedos menos en la mano izquierda son las señas particulares con los que espera identificar a su hermano.
Maribel también estuvo dos días a las afueras de la morgue buscando a identificar a su hijo de 18 años, Kevin Pacheco Caicedo. Se trata de una víctima del pabellón 9, dominado por la banda Los Lobos.
“El habló con un hermano el sábado en la noche, le dijo que estaba bien y que nos cuidáramos, que no saliéramos a las calles porque se iban a registrar desmanes y disturbios. Luego ya no supimos nada”, dijo Maribel.
Ella contó que su hijo se llenó de rencor y dejó de escuchar consejos luego de que expulsaran a la familia de su casa de interés social en Socio Vivienda (noroeste de Guayaquil) hace un año.
En abril pasado, la policía detuvo al joven en un allanamiento a una casa donde se hallaron explosivos.
“Nos quitaron la casa de Socio Vivienda, atacaron las paredes a tiros y tuvimos que salir corriendo con lo que teníamos puesto, con tal de salvar nuestras vidas”, contó la mujer, que ahorra arrienda en otro sector del noroeste de Guayaquil.
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