Ceniza del volcán Sangay cae sobre Macas, en Morona Santiago
La Secretaría de Gestión de Riesgos informó que el fenómeno es recurrente y que las autoridades vigilan permanentemente la actividad del Sangay.
Panorámica del volcán Sangay, en Morona Santiago, el 19 de febrero de 2023.
Instituto Geofísico
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La Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) de Ecuador informó que se ha detectado la caída de ceniza en una zona amazónica cercana al volcán Sangay, que mantiene una actividad eruptiva permanente.
La SGR indicó que la noche del lunes se ha detectado la caída de ceniza del Sangay en la ciudad de Macas, la capital de la provincia amazónica de Morona Santiago, ubicada a unos 30 kilómetros del volcán.
Se registra "una leve caída de ceniza en la parroquia Macas del cantón Morona, provincia de Morona Santiago, debido al proceso eruptivo del volcán Sangay. Se trata de un fenómeno recurrente", indicó la Secretaría de Gestión de Riesgos.
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, que vigila el comportamiento del volcán, indicó que, según imágenes por satélite, ha observado una "anomalía termal" en el Sangay.
Asimismo, precisó que cámaras del Servicio Integrado de Seguridad ECU-911 han captado el fenómeno y observado el "descenso de bloques incandescentes por el flanco suroriental" de la montaña.
"Se reportó una caída de ceniza leve en el sector de Macas. Este fenómeno es recurrente dentro del actual periodo eruptivo", agregó el IG.
El volcán Sangay, el más austral de Ecuador y de 5.230 metros de altura sobre el nivel del mar, se ubica en un ramal de los Andes que se adentra en la Amazonía y forma parte del medio centenar de este tipo de montañas que posee Ecuador.
La mayoría está situada en la denominada "Avenida de los volcanes", en la zona andina.
Este volcán es uno de los tres que están actualmente en actividad en Ecuador, junto al Cotopaxi, ubicado a unos 45 kilómetros al sur de Quito; y El Reventador, a unos 90 kilómetros al este de la capital ecuatoriana.
El Sangay, según varios estudios, debe su nombre a la voz quichua andina "samkay", que se traduce como espantar o aterrorizar, aunque también podría provenir del shuar amazónico "shanga", que se interpreta como bondadoso.
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