Ajuste de cuentas o advertencia: las causas de las muertes violentas en Cuenca
La mitad de los crímenes que han ocurrido este año en Cuenca tienen una modalidad similar: los cuerpos son abandonados en lugares alejados, con signos de violencia e incluso de tortura.
Personal de la Policía levanta un cadáver encontrado en el puente de la Unidad Nacional, en Cuenca, el 9 de marzo de 2023.
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La mayoría de las muertes violentas que han ocurrido en 2023 en Cuenca estarían vinculadas a otros delitos o responderían a posibles ajustes de cuentas y advertencias, según las investigaciones preliminares.
Entre el 1 de enero y el 18 de julio, en la capital azuaya han ocurrido 13 muertes violentas, según datos de la Fiscalía. Aunque el número es bajo en comparación con otras ciudades del país, los crímenes han conmocionado a la ciudad por sus características.
De las 13 muertes registradas en Cuenca, en la mitad de los casos las víctimas han sido encontradas con señales de violencia, incluso de tortura, según los reportes policiales.
Los casos aún se encuentran en fase de investigación y las autoridades manejan varias hipótesis, explicó a PRIMICIAS Pablo Inga, jefe de la Dinased.
Crímenes como advertencia
Una de las hipótesis que manejan las autoridades es que los crímenes podrían estar vinculados a otras actividades ilícitas que involucrarían a bandas delictivas.
El 16 de julio, un joven extranjero fue encontrado con varias heridas de arma blanca, el rostro cubierto con una funda y dos cuchillos en el cuerpo que sostenían carteles con el mensaje: "Extorsionadores cogidos terminarán así".
Los allegados del joven contaron que desconocidos, posiblemente vinculados al delito de extorsión, lo habían buscado para que trabaje para ellos, pero él se habría negado.
Este es el tercer crimen bajo esa modalidad que ocurre en Cuenca este año. El 31 de marzo pasado, dos jóvenes, también extranjeros, fueron encontrados en similares condiciones y con la misma advertencia.
Los cuerpos de Charlie Armando M. y Jefferson G. tenían 24 y 35 puñaladas, respectivamente. Además, fueron ahorcados y maniatados.
Inga explicó que, pese a que la modalidad es la misma, todavía no se puede establecer si existe una relación entre los dos crímenes.
En estos casos, las autoridades tienen varias hipótesis. Aunque los cuerpos tenía una amenaza aparentemente contra los extorsionadores, se investiga si ellos efectivamente se dedicaban a esa actividad.
La otra hipótesis es que los crímenes serían una muestra de la disputa de territorio entre las bandas que se dedican al microtráfico y la extorsión.
Víctimas tenían antecedentes
El jefe de la Dinased explica que una característica común de las muertes violentas ocurridas este año en Cuenca es que las víctimas tenían antecedentes penales, lo que da indicios para las investigaciones.
Es el caso de Juan Pablo F., de 22 años, cuyo cuerpo fue encontrado embalado y maniatado en un barranco de la parroquia rural Quingeo, el 3 de julio.
En 2023 fue procesado por tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y dos años atrás, por robo.
Un caso similar ocurrió el 9 de marzo, cuando Carlos R. fue encontrado atado de pies y manos bajo un puente del río Tomebamba. La autopsia determinó que había sido estrangulado. Él tenía antecedentes por robo.
En estos casos, las autoridades también investigan si, de por medio, existe una disputa de territorio entre bandas y si las muertes son un ajuste de cuentas.
Joven es acusado de asesinar a su madre
Un joven de 22 años es investigado por la Fiscalía por la muerte de su madre. El hecho ocurrió el 21 de abril pasado en el sector Rayoloma. El abogado de la familia, Caupolicán Ochoa, sostiene que se trató de un accidente.
El joven habría estado jugando con su hermano en la casa de sus abuelos, tomó una escopeta que se encontraba en el lugar y la accionó por accidente, asegura el abogado.
Pero la Fiscalía formuló cargos contra el joven por el presunto delito de asesinato, que es una forma agravada del homicidio.
En Cuenca también han ocurrido dos crímenes que se investigan como femicidios y tres sicariatos, en los que se presumen ajustes de cuentas. Además, hay una muerte ocurrida en la cárcel de Turi.
En 2022, en la capital azuaya ocurrieron 33 muertes violentas en todo el año. Los crímenes se habían duplicado en comparación con el año previo.
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