Alausí: "Días atrás la tierra ya parecía gelatina", dice sobreviviente
Unas 600 familias habitan en la zona de alto riesgo del cantón Alausí. La noche del domingo 26 de marzo un deslave dejó bajo tierra a cinco barrios. Aún se evalúa la magnitud de los daños.
Rescatistas buscan el 27 de marzo de 2023 víctimas en la zona donde se presentó un deslizamiento de tierra en Alausí.
EFE
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La tragedia no tomó por sorpresa los habitantes de Alausí, en Chimborazo. "Días atrás la tierra ya parecía gelatina", cuenta Vicente Huampi, habitante del centro de Alausí.
"Desde hace cuatro meses, había riesgo porque la carretera estaba abriéndose", asegura. Y relata que horas antes de la tragedia, a las 17:30, la tierra empezó a moverse.
Los postes de luz se veían inclinados y hubo pequeños deslizamientos. "En tres horas se acabó todo", lamenta Huampi.
"Días atrás la tierra ya parecía gelatina"
Vicente Huampi, habitante de Alusí
Cuando vieron que algunas rocas caían desde lo alto de la montaña, Martha Mullo y su familia sintieron que algo malo iba a pasar. Empezaron, apresurados, a sacar las pertenencias de su casa, en el barrio Nuevo Alausí.
Pero apenas pudieron llevarse unos parlantes viejos e instrumentos musicales. La montaña no les dio tiempo para más y se derrumbó sobre decenas de viviendas. Martha y su familia corrieron hasta sentirse a salvo.
A unos 50 metros de distancia vieron como su casa quedaba sepultada, al igual que las de sus vecinos y amigos.
"No quedó nada en la casa, perdimos todo", cuenta la mujer, que agradece haberse salvado.
Sus vecinos, una pareja de adultos mayores, no tuvieron la misma suerte. "Ellos estaban en su casa y quedaron enterrados", narra.
Familias enteras bajo tierra
El deslizamiento de Alausí dejó familias enteras bajo la tierra. Así lo confirmó el ministro de Inclusión Económica y Social, Esteban Bernal.
Hasta las 17:00 del lunes 27 de marzo, había 64 desaparecidos y siete fallecidos. La inestabilidad del terreno complica las tareas de rescate de los bomberos.
En las primeras horas del día, los rescatistas se concentraron en buscar sobrevivientes. Al mediodía, David Pilamunga buscaba a su hijo de 12 años entre los escombros de lo que fue su casa.
David y su esposa no estaban en casa cuando ocurrió el deslizamiento. Solo estaba su hermana con un bebé, y el niño de 12 años. Al sentir el derrumbe, ella salió corriendo con el bebé, pero del niño no supieron más.
El cuerpo de Bomberos de Guayaquil llegó a buscar al niño con un perro entrenado para el rescate de personas desaparecidas.
"Esto puede tardar horas, les pedimos tranquilidad y paciencia", expresó uno de los rescatistas.
600 familias en la zona de riesgo
La magnitud de la tragedia todavía no se dimensiona en su totalidad. El deslizamiento afectó aproximadamente 25 hectáreas de la cabecera cantonal de Alausí, pero el área declarada en alerta amarilla es de 275 hectáreas.
Eso significa que hay unas 600 familias en la zona de riesgo, informó el ministro Esteban Bernal, uno de los primeros altos funcionarios en llegar a la zona de la tragedia.
El lunes, la mayoría de los ciudadanos abandonaron sus casas por temor a nuevos deslizamientos. Llevaban sus pertenencias sobre los hombros, formando largas hileras de personas y autos en el camino hacia la zona segura de la ciudad.
Otros acomodaron sus enseres en las calles mientras conseguían un lugar a donde llevarlos y un vehículo para el traslado.
Las autoridades habilitaron tres albergues en Alausí para atender a las víctimas. La Secretaría de Gestión de Riesgos calcula que unas 163 viviendas sufrieron algún tipo de daño.
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