6 errores que comete la justicia al recibir una denuncia sobre violencia de género

El pasado 26 de mayo de 2019 circuló un video en Twitter en el que una mujer denunciaba lo complejo que le resultó poner la denuncia por la violación a una niña de 15 años.

Según el testimonio de la mujer, la niña tuvo que repetir su declaración cinco veces, después de esperar seis horas en el pasillo de la Fiscalía de Quito, ubicada en la calle 9 de Octubre (centro norte de la ciudad).

La Fiscalía emitió un comunicado en el que dice que "trabaja para que los protocolos se cumplan sin revictimización". Sin embargo, es precisamente la revictimización el problema más grave que sufren las mujeres que han sido violentadas, según coinciden los colectivos feministas.

Silvia Buendía, abogada que defiende a mujeres víctimas de violencia de género, dice que declarar en reiteradas ocasiones una violación o maltrato muestra las deficiencias que tiene el sistema judicial.

Por lo menos seis errores son lo que más habitualmente cometen los operadores del sistema judicial cuando reciben la denuncia de una víctima de violencia sexual.

Este criterio es compartido por Virginia Gómez de la Torre, directora de la Fundación Desafío. Ella afirma que la mujer que es obligada a recrear el episodio en el que fue violentada varias veces, está sometida a un maltrato psicológico, que se suma al ya recibido durante el acto violento.

Buendía y Gómez de la Torre también concuerdan en otras cinco deficiencias que tiene la justicia cuando hay una denuncia por violencia de género:

Falta de sensibilidad de las autoridades judiciales

Buendía señala que los jueces, fiscales y policías no tienen sensibilidad para tratar temas de maltrato o violencia.

"Lo que buscan es que no haya denuncia y que las partes lleguen a un acuerdo, como si se tratase de un problema de pareja", afirma.

Gómez de la Torre dice que las autoridades muchas veces desconocen lo que es la violencia de género y eso provoca una falta de empatía. "Es por eso que la autoridades no actúan a favor de las mujeres".

Falta de recursos

Las fiscalías cuentan con operarios que conocen las leyes que rigen a la violencia contra la mujer. Sin embargo, Gómez de la Torre cree que no son suficientes.

"En horario laboral hay autoridades que actúan de buena forma. El problema que hemos constatado es que durante las noches, madrugadas o fines de semana, quienes están de turno generalmente desconocen las normas".

Tampoco hay suficientes Cámaras de Gesell para recoger las declaraciones". Buendía agrega que la eliminación de las Comisarías de la Mujer ha ocasionado que todas las denuncias tengan que se receptadas en las fiscalías, en donde no siempre hay funcionarios que sepan de este tema.

"Tampoco hay médicos especialistas que puedan hacer los exámenes que las mujeres violadas necesitan para estabilizar su estado", dice Buendía.

Espera prolongada

Una mujer que ha sido violentada necesita ayuda inmediata para buscar una solución al problema. Esto no ocurre siempre, como se demuestra en el caso de la mujer que tuvo que esperar más de seis horas para rendir su versión.

Buendía explica que la espera prolongada causa frustración y desidia en las mujeres que no ven una institución que las respalde ante el sufrimiento de un episodio de violencia.

Gómez de la Torre va más allá y cuenta que la espera es otra forma del maltrato porque si no reciben ayuda oportuna ante un hecho violento, "¿Cuándo sentirán que la justicia vela por sus derechos?".

Naturalización de la violencia

Las dos activistas comentan que las personas creen que golpear o agredir sexualmente a una mujer es un normal y que no debe ser sancionado y que pertenece a la idiosincrasia de la sociedad.

Buendía dice que la violencia de género ocurre en todas las clases sociales porque la mujer siempre ha sido víctimas de maltrato, sin que haya sanciones ejemplares que sirvan para erradicar la violencia de género.

Gómez de la Torre agrega que la naturalización de la violencia permite que cada día haya más casos de violencia sexual, golpes y agresiones físicas, verbales y psicológicas a niñas y mujeres, que en muchas ocasiones terminan en femicidios.

Impunidad

"Las mujeres no denuncian porque saben que el proceso es tortuoso y que en muchas ocasiones el agresor no recibe una sanción", dice Buendía, quien agrega que la impunidad da paso al incremento de la violencia.

Ella cree que el último eslabón de la cadena de errores de la justicia es la impunidad. "Las mujeres no denuncian los actos violentos porque el agresor no recibe sanción", dice Silvia Buendía.

Gómez de la Torre explica que la impunidad es un ejemplo de la justicia tiene una estructura machista y eso no permite erradicar la violencia de género.

PRIMICIAS solicitó la versión de la Fiscalía, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta.