Verdaderos taitas: en el país hay 100 hombres parteros
Varias comunidades de la Amazonía solo autorizan que las mujeres ejerzan este oficio. Pero los hombres o 'taitas parteros' han probado que pueden traer al mundo a un bebé.
Ilustración de un taita partero durante una demostración de sus conocimientos.
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Desde hace 46 años Amable Pinzón ha practicado el oficio de la partería. Es uno de los 100 taitas parteros en el país, quienes también están reconocidos por el Ministerio de Salud Pública (MSP).
A sus 71 años ha atendido más de 300 partos, incluidos los de sus seis hijos. Recuerda que aprendió esta labor por necesidad cuando era un adolescente.
"En las parroquias rurales no siempre había un médico que ayude a las mujeres a dar a luz. Las parteras eran quienes se encargaban de este trabajo y una de ellas me eligió como su asistente", dice.
Desde ese día acompañó a las parteras del cantón Cariamanga, en la provincia de Loja.
Por lo general, las mujeres parteras son quienes acompañan a las futuras madres en el embarazo, el día del alumbramiento y en las siguientes semanas. Pero Pinzón ha probado que los hombres también pueden ser parte de esta práctica tradicional.
El oficio de ser partero
Mientras Pinzón observaba a las madres parteras aprendió a desarrollar el sentido del tacto. Esto le sirvió para saber si el bebé estaba bien ubicado o si podía ocurrir algún problema durante el parto.
También descubrió las propiedades de las plantas medicinales que deben tomar las mujeres para que no existan complicaciones durante el parto.
"Mamá Carmen Solórzano fue quien me enseñó los secretos del oficio y a quien agradezco".
Amable Pinzón.
Tras más de cinco años como aprendiz, a los 25 años Pinzón atendió su primer parto sin ayuda. "La mujer no tuvo problemas y la niña nació luego de tres horas de labor", señala.
La falta de un empleo formal obligaron a que Pinzón deje Cariamanga y se mude hace más de 10 años a Sucumbíos, donde ha atendido la mayoría de los 300 partos.
En esta provincia fue nombrado como taita partero. Un reconocimiento que solo 100 hombres han alcanzado en Ecuador.
El director Nacional de Salud Intercultural, Jhon Arias, dice que "el arte de la partería es un oficio en el que tradicionalmente una mujer acompaña a otra mujer".
Arias explica que en las provincias de la Sierra Centro y en algunas de la Amazonía son los esposos los que ayudan a que las mujeres den a luz.
"Esto ocurre, por ejemplo, en la nacionalidad Awa. Aquí se han localizado varios taitas parteros", dice Arias.
Lo contrario ocurre en las nacionalidades Siona y Shuar, en las que el oficio de la partería está dirigido únicamente por mujeres.
Un legado a punto de perderse
El oficio de la partería en Ecuador no es remunerado o es muy poco reconocido desde el punto de vista económico.
"La familia de una mujer que da a luz acompañada de una partera paga unos USD 30 al partero o le entrega una canasta de alimentos", dice el director Nacional de Salud Intercultural, Jhon Arias.
El funcionario agrega que este problema ha ocasionado que el interés por el oficio disminuya. "Los jóvenes ahora aspiran a estudiar una carrera profesional que los ayude a mejorar su situación económica y la partería ha dejado de ser una opción".
El peligro que corre este oficio también está marcado por la avanzada edad de los taitas y mamas parteros. De las 2.103 mamas parteras en el país, más de 1.000 han sido reconocidas por el Ministerio de Salud. De este número, el 70% tienen más de 65 años.
Arias dice que la preocupación de las autoridades de salud es que los saberes ancestrales desaparezcan, pues no habrá jóvenes que quieran mantener vivo este oficio.
El camino para ser partero
Quienes empiezan en este oficio atraviesan un largo proceso de aprendizaje.
Lo primero que los futuros parteros deben desarrollar es el tacto. Esta habilidad ayuda a colocar al bebé en la posición correcta antes del nacimiento.
Al mismo tiempo "es necesario que sepan dar masajes para disminuir el dolor que sienten las mujeres durante el parto", dice Amable Pinzón, partero con 46 años de experiencia.
"No hay que olvidar los cuidados posparto que deben tener la madre y el niño".
Amable Pinzón, partero
Después de que los taitas y mamas parteras hayan desarrollado estas habilidades deben ser reconocidos por sus comunidades como personas sabias en el arte de la partería.
Por otra parte, el Ministerio de Salud (MSP) capacita a estas personas para que se conviertan en parteros con conocimientos básicos de primeros auxilios.
Cuando el proceso finaliza, los parteros reciben un carné que los acredita como parte del sistema público de salud.
Estos protocolos están establecidos en el Manual de Articulación de Prácticas y Saberes de Parteras Ancestrales que el Ministerio creó en 2016.
El objetivo del documento es establecer un trabajo conjunto entre el MSP y los parteros para que sus saberes sean reconocidos.
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