"Vienen a gritarnos", reclaman los funcionarios de la revisión vehicular
Los problemas en el sistema de revisión vehicular en Quito obligan a los funcionarios de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) a tratar a diario con usuarios molestos.
Carolina y Juan dan información a los usuarios sobre la matriculación en línea.
Emerson Rubio / PRIMICIAS
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Son las 06:48 del 28 de septiembre de 2022. Se abre un portón gris y los carros ingresan en orden -tras el visto bueno del inspector de documentos- al Centro de Revisión Vehicular San Isidro del Inca, norte de Quito.
Minutos después, Carolina Narváez abre la ventanilla de información y matriculación junto a Juan Revelo. Los dos son funcionarios de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) y así inician su jornada a diario.
Sus días han sido más difíciles desde julio, cuando el sistema de turnos para la revisión vehicular empezó con problemas.
El proceso de revisión, que todos los años se hace en 10 meses, este año se redujo a cinco meses. A esto se ha sumado una sucesión de conflictos, como la escasez temporal de stickers de aprobación, lo que ha complicado aún más los trámites.
Y quienes han tenido que soportar gran parte del malestar ciudadano son los funcionarios de atención al público.
Revisión vehicular aprobada
Sentados detrás de un vidrio templado y en una habitación de unos cuatro metros cuadrados, Carolina y Juan se disponen a atender a los usuarios.
Aparece el primero. "¿Dónde puedo hacer el traspaso de dominio?", pregunta. Con un esfero azul, el funcionario le detalla en un cuaderno -que no soltará en toda la mañana- el proceso que debe cumplir.
Termina con él y llega el siguiente: ¿Cómo hago con el impuesto al rodaje? Otro: ¿Cuántas multas debo pagar para matricular? Así transcurre la mañana. Esta vez no hubo agresiones ni usuarios indispuestos.
A un lado de las ventanillas de información y matriculación, hay otras en las que atienden Paola Andrango y Andrea Ortiz.
Ellas no son funcionarias de la AMT, sino de Reteve, la empresa encargada del servicio de revisión técnica vehicular en los siete centros que atienden en Quito.
Desde sus cubículos se escucha: “¡Turno 42! Está aprobado su vehículo”. El usuario se acerca a retirar su llave. Paola y Andrea son las que dan las buenas o malas noticias.
Reclamos en la AMT
Hace frío: 12 grados centígrados. Carolina Narváez tiene las piernas cubiertas con una cobija. Cuando los usuarios llegan donde ella es porque ya han pasado el proceso de revisión y si todo estuvo en orden, será la encargada del paso final, que es matricular el auto:
Hay quienes no llegan a su ventanilla muy contentos. "Vienen a gritar. Hay reclamos, cuestionamientos", cuenta la funcionaria. En dos ocasiones ha pedido apoyo a los agentes metropolitanos de tránsito para alejar a los usuarios agresivos.
También hay aquellos que no han podido conseguir turno y que esperan que Carolina o Juan, quien es director de matriculación vehicular, les echen una mano.
“Nos dan ganas de ayudarlos, pero a veces no se puede".
Carolina Narváez
El ausentismo es un problema
En el centro vehicular de San Isidro del Inca se agendan hasta 720 citas diarias para la revisión. Pero -explican los técnicos- hay un ausentismo de 60 o 70 personas cada día.
Estas ausencias han servido a la AMT para justificar parte de los problemas.
Pese a las 720 citas que se agendan en cada centro de revisión, la demanda es tan alta que, usuarios como Juan Carlos García y Alejandra Calvache, coinciden en que es complicado tomar un turno.
Calvache cuenta que pagó USD 3 en un 'cyber' cercano para que la ayudaran a conseguir una cita. Además, canceló USD 25 dólares de multa porque no hizo la revisión en el mes que debía, pues no consiguió turno.
Ambos aprobaron la revisión.
Cuando son las 09:30, llega a las ventanillas de información el agente Richard Tigse. Él también es parte del equipo.
"Hay personas que son groseras", suelta Tigse. Dice que los más agresivos son las personas a quienes les retienen los vehículos por juicios de coactiva.
Carolina Narváez lo escucha y asiente. Ella, además de informar a los usuarios, revisa la matriculación en línea y la aprueba. Cada día, según la AMT, ingresan unas 2.000 peticiones de renovación.
Pasan más de tres horas. El equipo de la AMT continúa vigilante de quienes se acercan a preguntar, reclamar o agradecer. La jornada es larga. Y el proceso de revisión vehicular todavía no termina.
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