Las turbias aguas del río Daule cada vez son más difíciles de beber
El aumento de lechuguines es uno de los aspectos que complica la potabilización de las aguas del río Daule.
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El Banco Mundial prestó al municipio de Guayaquil USD 280 millones para construir una nueva planta potabilizadora de agua.
Parte de esos recursos, USD 2,9 millones, se utilizarán para construir el Sistema Automático de Información de Calidad del Agua (Saica).
Se trata de una iniciativa que busca medir en tiempo real la situación del río Daule, del que Guayaquil toma el agua que necesita todos los días.
Del río Daule también viene el agua para otros cantones, como Samborondón, Daule, Durán y Nobol.
La infraestructura consta de siete estaciones ubicadas a lo largo de la cuenca baja de este río, desde el trasvase Daule Peripa hasta la planta La Toma, poco antes de que el río desemboque en el Guayas.
A lo largo de ese recorrido habitan 4,5 millones de personas, de los cuales tres millones son guayaquileños.
Problemas detectados
A Interagua, la empresa privada concesionaria encargada del servicio de agua potable en Guayaquil, se le hace cada vez más difícil potabilizar el agua del río Daule porque debe enfrentarse a:
- Descargas directas de agua residual.
- Alta turbiedad en época lluviosa.
- Prácticas agrícolas con fertilizantes.
- Aplicación de pesticidas.
- Derrames de hidrocarburos registrados en 2016 y 2018.
- Disminución de caudal del río.
- Disminución de vida acuática.
- Proliferación de lechuguines y algas.
“Si nos descuidamos, el tratamiento en la planta de La Toma será más caro y tendría que incrementarse la tarifa” del agua potable, advirtió José Luis Santos, directivo de Fondagua, una entidad que aboga por el cuidado del río Daule.
En las instalaciones de Interagua funcionará el centro de análisis. Las siete plantas reportarán en tiempo real cualquier anomalía detectada en el río.
Por ejemplo, monitorearán la temperatura, la turbiedad, el color y el nivel del agua, además de la velocidad del río.
También analizarán aspectos químicos como el PH y los niveles de oxígeno de nitrógeno.
Aguas turbias
“Apenas se detecte contaminación se procederá a solucionar el problema ya sea con el Municipio, la Prefectura o con el Ministerio del Ambiente”, aseguró la alcaldesa Cynthia Viteri.
Aquí radica el reto del proyecto porque el municipio de Guayaquil no tiene jurisdicción en otros cantones. Por ello busca asociarse con los cabildos ribereños del Daule para coordinar los controles.
Viteri reconoció que hay descargas de fertilizantes, lubricantes, desperdicios del ganado y demás contaminantes en el río Daule.
La obra física estará a cargo del consorcio Red Saica conformado por Veolia & Semgroup. Las siete estaciones estarán operativas en un año.
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