Terapia con perros ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades
La canoterapia se aplica en el centro infantil Bosque Mágico.
Gonzalo Calvache / Primicias
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Luis corre, ríe y juega con Lucas, un perro Golden Retriever que desde agosto de 2018 lo visita cada sábado como parte de la terapia de desarrollo físico y emocional de este niño de cinco años.
El pequeño tiene Síndrome de Down y un 45% de discapacidad intelectual. Su madre, Carla Cadena, vio en la canoterapia una herramienta para desarrollar las habilidades de su hijo.
Cadena dice que desde que Luis recibe esta terapia ha visto una evolución en su motricidad fina y gruesa y también se ha dado cuenta que el niño es más feliz.
"Luis tiene mayor sensibilidad, su carácter ha mejorado y veo que, por ejemplo, que ya puede agarrar de mejor forma su cuchara y sus juguetes. Son avances que para un niño que no tiene ninguna discapacidad resultarían poco, pero para un niño que tiene Síndrome de Down, es algo muy significativo", dice Cadena.
Evelyn Erazo, experta en terapia asistida con perros, explica que estos animales ayudan a generar confianza en los niños más pequeños, el objetivo es que se sientan capaces de desarrollar cualquier actividad.
Tanto los niños con discapacidad como sin ella se benefician de la canoterapia porque les ayuda a potenciar sus habilidades, pero también porque corrige problemas de aprendizaje, de atención y de desarrollo cognitivo.
La interacción entre perros y niños
Magdalena Heredia es propietaria del centro infantil Bosque Mágico en donde la canoterapia es parte de la malla curricular. La reciben los niños de 2 a 5 años de edad.
Ella dice que la institución se basa en la pedagogía vivencial, que no es otra cosa que acercar a los niños a situaciones que viven en su cotidianidad.
Por ejemplo, -dice- si un niño tiene problemas de motricidad, hacemos que corra detrás del perro. Si tiene problemas de atención le decimos que coloque la comida del perro en un plato de determinado color.
Heredia agrega que los perros ayudan a que un niño alcance la estabilidad emocional con mayor facilidad y esto es vital para impulsar su desarrollo integral.
¿Qué perro es el mejor?
Según Evelyn Erazo, experta en terapia canina, son pocos los requisitos que debe cumplir un perro para ser apto para brindar terapia a niños:
- Deben ser, preferiblemente, de raza Golden Retriever o Labrador porque tienen un carácter amigable.
- No deben ser nerviosos, inquietos o dominantes porque tendrían problemas con el adiestrador.
- Deben ser tolerantes al dolor porque los más pequeños no siempre los tratan con delicadeza.
Erazo dice que algunos perros son escogidos para adiestramiento después de la segunda semana de haber nacido, para que desarrollen la capacidad de estar junto a niños pequeños y ser tolerantes con ellos.
Una terapia complementaria
"Las terapias con animales han arrojado buenos resultados porque mejoran la calidad de vida de los pacientes", dice Ernesto Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana.
Carrasco agrega que los estudios científicos demuestran que los pacientes que reciben estos tratamientos ven reducidos los efectos de sus enfermedades.
Sin embargo, el médico resalta que este tipo de terapias, aunque beneficiosas, no son curas y deben ser usadas complemento de los tratamientos médicos tradicionales.
Carrasco hace un llamado a que el Estado tome en cuenta, en sus planes públicos de salud, estas opciones de terapia que son positivas para quienes las reciben.
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