70.000 sismos han sacudido a Ecuador en los últimos 10 años
El Instituto Geofísico divide al país en zonas de peligro sísmico. El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos actualizó las rutas de evacuación y zonas seguras en 28 cantones del perfil costero.
Esmeraldas sintió el 26 de marzo de 2022 uno de los sismos más potentes de lo que va del año. El movimiento dejó 8.465 viviendas parcialmente dañadas.
Alcaldía de Esmeraldas
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En 151 de 221 cantones del país se sintió el sismo de 6,1 de magnitud, registrado el 14 de julio de 2022 en Daule, provincia del Guayas. Si bien no fue el más dañino, fue el único de los sismos que dejó un fallecido.
Según el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), el sismo de 6 de magnitud, ocurrido en Esmeraldas el 26 de marzo, reportó mayores afectaciones con casi 19.000 personas perjudicadas y damnificadas, y 8.465 viviendas parcialmente dañadas.
Luego de un sismo de esa magnitud, los ciudadanos se quedan con la expectativa de posibles réplicas. Pero no siempre tiene que ocurrir, según Mario Ruiz, sismólogo e investigador del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.
“Fue un sismo de profundidad intermedia y no se esperaban réplicas. El comportamiento es diferente a los sismos que se producen cerca de la superficie”, explicó a PRIMICIAS.
Según el experto, el movimiento en Daule fue distinto al terremoto en Pedernales, que se registró a 20 kilómetros de profundidad.
“Aquel fue considerado un sismo somero (menores a 50 kilómetros de profundidad), con miles de réplicas”, aseguró.
Esta semana, el IG advirtió sobre la actividad superficial interna alta en el volcán Sangay, con 720 explosiones en un día y con 24 sismos leves de largo periodo.
No obstante, “no hay una relación entre la actividad sísmica y la de los volcanes”, aclaró.
Sin embargo, no descartó que en algún momento pueda haber alguna reactivación volcánica si hubiera un sismo fuerte, como el registrado en Bahía de Caráquez, de 7,2 de magnitud en 1998, cuando el Guagua Pichincha incrementó su actividad.
Tampoco existe relación entre los sismos y la variación climática, como la que experimentó Guayaquil en la última semana, a raíz del temblor en Guayas.
“El efecto de la temperatura llega a pocos metros debajo de la superficie, es como un pozo de uno a dos metros de profundidad. Los temblores ocurren a 20 o 60 kilómetros de profundidad”, detalló Ruiz.
Ecuador se encuentra en la zona de colisión de la placa oceánica de Nazca con la placa continental Sudamericana.
Esta interacción hace que se acumulen esfuerzos, tanto en la zona de contacto como en la parte interna de las placas continental y oceánica.
"Cuando se liberan los esfuerzos en la zona de subducción o en las fallas tectónicas, se producen los sismos", sostuvo Ruiz.
El investigador manifestó que Ecuador ha sido sacudido por 70.000 sismos de magnitudes mayores a 2, entre 2012 y lo que va de 2022.
Los sismos se miden por magnitudes y no por grados.
"El tamaño se mide por magnitud, la más común es la escala de Richter. Pero el efecto de sismos, para saber cuán destructivo fue o cuán fuerte se sintió, se mide en la escala de Mercalli y ahí se utilizan los grados", explicó.
Si bien un temblor no se puede predecir, el Geofísico elaboró hace 30 años mapas de peligros sísmicos, que señalan con qué probabilidad puede ocurrir un movimiento con base en el histórico de estos eventos.
Según el mapa actualizado a 2022, las zonas sísmicas son las siguientes:
- Frente a las costas de Esmeraldas y Manabí
- En el centro y norte de la Sierra desde Chimborazo hasta Imbabura.
- Cerca al Golfo de Guayaquil.
- Al pie de la Cordillera Real, en Napo, Pastaza y Morona Santiago.
Estos insumos se difunden y actualizan en la página web del Geofísico.
Cuando ocurre un temblor, el IG solicita reportes ciudadanos de dónde fue sentido.
“Esa información sirve para construir un mapa de intensidades, y determinar la zona más afectada. Esos datos se los pasamos a las autoridades”, manifestó.
¿Cuán preparado está Ecuador frente a los sismos?
En lo que va de 2022, el país ha sido sacudido por 35 sismos de entre 2,8 y 6,1 de magnitud. Aunque el más fuerte tuvo epicentro en San Martín, Perú (6,8), el 3 de febrero, y se sintió en 164 cantones de Ecuador, sin dejar daños.
Aunque es difícil prepararse para un evento así, más aún si su magnitud es elevada y su profundidad es menor, los esfuerzos de las autoridades se enfocan en prevenir a los ciudadanos.
Rodrigo Rosero, subsecretario de Gestión de Riesgos, describe al país como una sociedad multiamenazas. De allí que es fundamental incluir la gestión de riesgos en la planificación territorial.
Por ello, el SNGR prioriza el trabajo con los municipios. Rosero reconoció que las alcaldías no contaban con los insumos, pero este año emitieron cinco lineamientos para la gestión de riesgos en gobiernos municipales y metropolitanos.
Son 19 estrategias, que van desde evaluar las amenazas, controlar los asentamientos humanos irregulares (invasiones) hasta implementar procesos de rehabilitación y reconstrucción posdesastres en sus territorios.
En abril de este año, la entidad elaboró mapas con las rutas de evacuación y zonas seguras en 28 cantones del perfil costero.
“Nuestro propósito es continuar fortaleciendo las capacidades de la ciudadanía. Hace ocho años, no había una cultura de protección y autoprotección, pero ahora la gente se autoprotege, está atenta a las alarmas y a la información oficial”, señaló.
Rosero reconoció que “nunca se llegará a la respuesta perfecta”, pero afirmó que “se ha avanzado bastante, sin ser lo suficiente”.
Gestión de Riesgos alista un simulacro de tsunami, otra amenaza del país, que se realizará el 25 de octubre en todos los cantones del perfil costero y región insular de Ecuador.
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