Casi un mes sin culpables por muerte de motociclista en socavón en Sangolquí
La familia del joven Carlos Ayo identifica al menos a tres responsables: la Policía, la Alcaldía de Rumiñahui y la concesionaria Panavial. Ninguna de estas entidades se ha contactado con ellos.
La familia de Carlos Ayo, el motociclista que murió en el cantón Rumiñahui, en su casa, el 2 de marzo de 2022.
Jonathan Machado / Primicias
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"Nadie está preparado para soportar la muerte de un hijo y peor aún la de dos".
Estas son las palabras de Ángel Ayo y María Sanguano, padres de Carlos Ayo, el motociclista que falleció al caer en el socavón que se abrió en la carretera E-35 en Rumiñahui, el 17 de febrero tras el desbordamiento del río Sambache.
En su casa ubicada en el barrio La Concepción de Sangolquí, la cabecera cantonal de Rumiñahui, Ayo cuenta que esta no es la única tragedia vivió su familia. En septiembre de 2021, otro de sus ocho hijos falleció en la misma localidad y también en un accidente de tránsito.
En ninguno de los dos casos hemos tenido respuestas y no hay culpables. "Es un dolor que no se va del corazón", dice Ayo.
La impotencia es más fuerte porque cree que la tragedia se pudo evitar, pues su hijo falleció al caer en su moto en un socavón que se había formado en la vía, que no tenía ninguna señalización o advertencia para los conductores.
"Él iba en la moto a retirar el taxi en el que trabajaba. Salió de la casa a las 04:00 como todos los días", recuerda. Una hora después ocurrió la caída que le provocó la muerte.
Un video difundido por el ECU-911 muestra que el accidente ocurrió a las 05:06. El padre recibió la llamada con la mala noticia dos horas después, "cuando llegué estaba la ambulancia, pero no alcanzaron a llevarlo al hospital", dice entre lágrimas.
El asegura que en el lugar del accidente no había ninguna autoridad presente o advertencias para impedir el paso de vehículos. El video del ECU-911 ratifica eso, pues no se ven cintas, conos de tránsito, ni nada similar.
A eso se suma, dice su madre María Sanguano, que el joven no alcanzó a frenar porque la calzada estaba mojada porque, horas antes, las lluvias provocaron daños en distintas zonas del cantón
Los padres creen que el deceso de su hijo fue producto de una cadena de errores de la Policía Nacional, la Alcaldía de Rumiñahui y Panavial, la empresa concesionaria de la vía.
"Estas tres entidades tienen la culpa porque ninguna implementó las medidas necesarias para advertir del peligro y evitar la muerte de mi hijo".
Ángel Ayo
Ha pasado casi un mes desde que ocurrió el accidente y la familia Ayo Sanguano sigue a la espera de que las investigaciones judiciales determinen responsabilidades.
"Yo pienso que hay algo raro porque ni siquiera nos han entregado el parte policial. Nadie se ha acercado, aunque sea por respeto, a preguntar cómo estamos o si necesitamos algo. Las tres entidades se lanzan la pelota", reclama el padre.
Ahora, su mayor preocupación es el futuro de sus dos nietos que quedaron en la orfandad. "Mi nuera no trabaja y no tiene cómo solventar sus necesidades", asegura.
Es por eso que David Ayo, hermano Carlos, pide que al menos alguien entregue una indemnización o un bono "que sirva para que mis sobrinos puedan seguir estudiando".
Nadie asume la culpa
Ni el Municipio de Rumiñahui, ni la Policia, ni Panavial asumen, hasta ahora, la responsabilidad de la muerte por ese accidente.
El Municipio de Rumiñahui, por ejemplo, se limita a decir que el fallecimiento está en la fase de investigación en la Fiscalía del cantón. Aunque una fuente, que prefirió la reserva de su nombre, dijo que la competencia directa de lo que ocurre en la vía es de Panavial.
PRIMICIAS solicitó una entrevista con esa empresa, pero desde su Departamento de Comunicación se informó que no habrá un pronunciamiento.
La Policía también asegura que el caso sigue en la fase de investigación.
El alcalde de Rumiñahui, Wilfrido Carrera, pidió al Ministerio de Transporte y a Panavial que reparen la vía E-35, en un carta que también tenía como destinatario al presidente Guillermo Lasso.
Recordó que "Panavial asistió con maquinaria para trabajar en el sector y se comprometió a dar una solución provisional", que sería la colocación de un puente Bailey.
Esa promesa no se ha cumplido hasta el momento, dice el funcionario.
"Alrededor de 35.000 vehículos diarios circulan por la Troncal de la Sierra. Es uno de los accesos principales para vehículos pesados hacia el Aeropuerto Mariscal Sucre y es una arteria que une Sierra, Costa y Amazonía", recuerda.
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