Robos y atropellos: los peligros de la avenida Simón Bolívar

Mercedes Altamirano ha perdido la cuenta de las veces en que ha estado a punto de ser atropellada en la avenida Simón Bolívar, una de las más peligrosas de Quito.

Todos los días se juega la vida en esta vía por la que autos, motos, buses y camiones circulan a más de 100 kilómetros por hora.

"No tenemos otra alternativa que cruzar en medio del peligro porque en Gualo no tenemos un puente peatonal", se queja.

Esta mujer de 57 años recuerda que en 2019, mientras corría para llegar al otro extremo de la vía, el taco de su zapato se rompió y tropezó.

Para su suerte, ningún vehículo apareció por el lugar. Se paró y cruzó cojeando. "Gracias a Dios sigo con vida", dice con una sonrisa.

Son las 11:45 del 26 de enero de 2023. Mientras Altamirano espera que la avenida se despeje, María Torres y su hijo la atraviesan a toda prisa bajo el sol que castiga a esa hora.

"Tenemos que cruzar para que mi hijo tome el bus que lo lleva a la escuela", cuenta Torres.

A 21 kilómetros de allí, en el barrio 1° de Mayo, en el sur de la ciudad, el peligro es el mismo. Decenas de estudiantes y oficinistas se arriesgan a cruzar la avenida ante la falta de un puente peatonal, pues el más cercano está ubicado 1,5 kilómetros.

"Hay que cruzar rápido apenas no haya autos o buses", dice David López, un estudiante universitario.

La Empresa Metropolitana de Obras Públicas (Epmmop) tiene en sus manos 11 pedidos de instalación de puentes peatonales a lo largo de los más de 40 kilómetros que tiene la avenida Simón Bolívar.

Algunas solicitudes son de los barrios 1° de Mayo, Gualo, Sierra Hermosa, Orquídeas y Ciudad Bicentenario.

Las autoridades reconocen el peligro al que están expuestos los ciudadanos que deben cruzar esta vía, que en 2022 dejó 3.202 accidentes de tránsito, 1.970 heridos y 234 fallecidos.

El 24 de enero, el alcalde Santiago Guarderas entregó un puente sobre la avenida Simón Bolívar, a la altura de la parroquia de Nayón.

Según Guarderas, esta obra beneficiará a 26.000 personas de 13 barrios.

Robos en los puentes

En el barrio San Isidro de Puengasí hay un puente peatonal, pero muchos moradores no lo utilizan por miedo a ser asaltados.

Quienes se arriesgan lo hacen en grupos de tres, cuatro o cinco personas.

"De alguna forma hay que organizarse para no ser víctima de la delincuencia", dice Norma Espinoza, habitante del sector.

Cuenta que todos los días escucha robos. "Las principales víctimas son los vecinos que salen a trabajar de madrugada y los que llegan en la noche", detalla.

En esto coincide Álvaro Suntaxi, morador del barrio San Martín, ubicado en el extremo sur de la avenida Simón Bolívar.

Algunos habitantes, como el propio Suntaxi, prefieren cruzar la vía sorteando los peligros que eso significa, en lugar de usar el puente peatonal.

"En la vía puedo ver cuando aparece un auto o un bus. En el puente no se sabe a qué hora sale un ladrón", dice.

Lo que está claro, agrega, "es que cualquier día podemos ser atropellados o asaltados".