¿Qué es la sequía hidrológica que vive Cuenca y cómo afecta?
Cuenca vive un periodo crítico por la falta de lluvias. Actualmente, lleva 36 días de sequía hidrológica, lo que complica las reservas de agua.
El río Yanuncay, en el sur de Cuenca, el 5 de octubre de 2023.
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Cuenca atraviesa un periodo de sequía hidrológica, que este jueves 5 de octubre de 2023 cumple 36 días, uno de los periodos más largos en los últimos 30 años.
En 1991, Cuenca vivió el periodo más largo de sequía hidrológica desde que existen registros: 43 días, según un reporte de la Empresa de Telecomunicaciones y Agua Potable (ETAPA). Es decir, está a siete días de superar ese récord.
La sequía que atraviesa la capital azuaya coincide también con un periodo de temperaturas muy altas. Septiembre de 2023 fue el mes más caluroso (de todos los septiembres) desde 1978.
El 2, 3 y 4 de octubre, la ciudad ha soportado temperaturas extremas para la época, llegando hasta los 28 grados centígrados, explicó Rigoberto Guerrero, administrador del Departamento de Monitoreo e Investigación de ETAPA.
¿Qué es la sequía hidrológica?
Cuando existe un tiempo prolongado de falta de lluvias, por debajo del promedio normal, se habla de sequía meteorológica.
La sequía hidrológica ocurre cuando las reservas de agua disponibles, como ríos, acuíferos o lagunas, caen por debajo de la media estadística.
Eso ocurre en Cuenca. La falta de lluvias ha provocado un estiaje en dos de sus cuatro ríos, el Tomebamba y Tarqui. Su caudal no llega ni al metro cúbico por segundo, según el reporte de ETAPA.
El río Tomebamba, que es el más importante de la ciudad, registró este 5 de octubre un caudal de 0,57 metros cúbicos por segundo. El río Tarqui está en 0,61 metros cúbicos por segundo.
La falta de lluvias es tan crítica, que el caudal actual del río Tomebamba se alimenta de las reservas de agua que hay en los páramos.
¿Cuánto tiempo más durará la sequía?
Según los pronósticos de la Red Hidrometeorológica de ETAPA, el estiaje se prolongará unos días más, explicó Rigoberto Guerrero.
"Hay masas de aire húmero que se aproximan desde la Amazonía, sin embargo, las corrientes de viento no permiten que esta precipitación llegue hasta la zona alta", detalló el funcionario.
A partir del 10 de octubre, hay un 60% de probabilidades de lluvias y para los últimos días de este mes, las probabilidades aumentan, detalló el funcionario.
¿Hay riesgo de cortes de agua?
Actualmente, la sequía ya afecta el servicio de agua potable, principalmente en las parroquias rurales, que tienen sus propias reservas de agua, administradas por juntas comunitarias.
El mayor problema está en el proyecto Nero, que abastece a 8.000 familias de tres parroquias grandes: El Valle, Turi y Tarqui. Ahí, las medidas cada vez son más drásticas. Hay racionamientos de agua saltando un día.
ETAPA, que abastece a la mayor parte de la población, todavía no se ha visto en la necesidad de aplicar racionamientos. Sin embargo, "se espera que alrededor de dos semanas podamos aguantar con las condiciones que tenemos", asegura Guerrero.
El río Tomebamba, que es el más crítico, alimenta a la planta de tratamiento de agua potable de El Cebollar, que abastece a una tercera parte de la población, en el noroeste de la ciudad.
Si el estiaje persiste en esa cuenca, la planta de El Cebollar tendría problemas para la producción de agua, explica Guerrero, por lo que la empresa planifica un plan de contingencia.
La suma de los caudales del río Machangara y del río Yanuncay aportan a un 60% de la población. Estos se mantienen bajos, pero no han sido declarados en estiaje, así que hay menos riesgo en esas plantas.
ETAPA ha solicitado a la población un consumo responsable del agua, para evitar racionamientos.
Sequía afecta generación eléctrica
La falta de lluvias en el sur del país también ha complicado la producción de energía eléctrica, en medio de una crisis energética, que incluso ha obligado al Gobierno a efectuar apagones.
El Tomebamba es el principal afluente del río Cuenca, que llega al río Paute, uno de los más importantes del Austro, porque ahí se encuentra uno de los complejos hidroeléctricos más grandes del país.
Este complejo está integrado por las hidroeléctricas Paute-Molino (la segunda más grande del país, con una potencia instalada de 1.100 MW), Mazar y Sopladora.
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