Elección de reina: la monarquía de la belleza se desvanece en algunas ciudades
La actual reina de Quito, Daniela Almeida (centro), junto a algunas de las exreinas de la ciudad.
Fundación Reinas de Quito
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El municipio de Quito anunció el pasado de 16 de julio su suspensión a partir de este año con el fin de "revalorizar a la mujer desde otros espacios".
Un día después se sumó a la medida el Municipio de Latacunga, y más recientemente lo han hecho las de Otavalo e Ibarra, ambas en la provincia de Imbabura, así como el cantón Montúfar de la provincia del Carchi.
La decisión de Quito se enmarca dentro de una política del nuevo alcalde, Jorge Yunda, para empoderar a la mujer en la sociedad y reconocer "sus capacidades y contribuciones en diversos campos", según el municipio.
Un objetivo con el que quiere "proyectar a Quito como una ciudad de igualdad, que reconozca los distintos tipos de belleza, sin promover parámetros discriminatorios".
"Los concursos de belleza reproducen roles de género que construyen imaginarios y estereotipos sociales", apuntó la Alcaldía en su momento.
La decisión fue bendecida por la representante de ONU Mujeres en Ecuador, la española Bibiana Aído, quien en una carta de felicitación al Patronato municipal San José, consideró que "este tipo de certámenes no abonan a la igualdad de género".
La elección de "reina" de la ciudad es uno de los eventos más emblemáticos de Ecuador. En Ambato, por ejemplo, el evento de "Reina de la Fiesta de la Fruta y de las Flores" se remonta hasta 1951.
Estas elegidas son una señal de reconocimiento popular porque todo el año siguiente se dedican a actividades sociales y participan junto a las autoridades municipales en la representación de la ciudad.
Pero para la presidenta del Patronato de Quito, Liliana Yunda, hermana del alcalde, el objetivo de suprimir la elección "es darle valor a brillantes quiteñas tomando en cuenta su inteligencia y capacidad en otros campos".
Una valoración en la que discrepan numerosas exvencedoras y, por supuesto, la Fundación Reina de Quito, que ha retado a la alcaldía anunciando este jueves su intención de convocar el concurso bajo otro nombre y financiado desde el sector privado.
Sofía Arteta, su actual presidenta, había apelado al alcalde Yunda para que le fuera transferida la marca "Reina de Quito", aunque éste le negó ese derecho.
No obstante, dijo Arteta, exreina hace 25 años, el alcalde sí daba libertad a la Fundación para realizar el evento y hasta le comunicaba que la elegida sería invitada a la programación de las fiestas, algo que ella dijo no entender.
"Nos sorprendió que niegue el nombre, que no quiera hacer la elección, pero que sí quiera que esté en las fiestas".
Sofía Arteta, presindenta de la Fundación Reina de Quito
Arteta aseguró que el concurso no supone una discriminación de género y que las elegidas lo que han hecho ha sido precisamente trabajar por los grupos sociales más vulnerables.
"Nosotras defenderemos, ahora y siempre, la dignidad y derechos de la mujer y también de la reina y exreinas, que lo único que hemos hecho es trabajar en favor de los grupos de atención prioritarios", puntualizó.
Arteta destacó que el nuevo enfoque que le quieren dar al concurso para este año tendrá que ver con potenciar más la parte social que realiza la soberana que la de glamour y ostentación.
Un glamour que a la vencedora de 2017, Ana Carolina Carvajal, le costó sobrellevar.
Carvajal añadió en su cuenta de Twitter que, en su experiencia, el título conllevaba un "abuso" social, económico y político.
"Es abusado muchas veces por quien lo usa, otras, por empresas para pretender tener una supuesta responsabilidad social empresarial, por fundaciones 'sin fines de lucro' cuyos honorarios son más altos que la ayuda que en realidad otorgan y también por ciertos políticos", afirmó.
La cancelación del certamen en esas ciudades contrasta con la decisión de la ciudad de Cuenca, que anunció la apertura de las inscripciones para las candidatas a reina de la ciudad, y en las que aparece como requisito para el concurso de este año el "haber nacido mujer".
"Siempre se pueden solventar las diferencias", dice la reina de Quito Daniela Almeida
Apuntó que respalda el hecho de promover una política de revalorizar a la mujer y generar una cultura de inclusión y diversidad, pero matizó que no comparte la opinión de que los concursos de belleza reproducen roles de género o construyen estereotipos sociales.
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