El incierto futuro de Francisco Joaquín, el bebé abandonado en un portal
Una adolescente de 15 años ocultó su embarazo y tras alumbrar a escondidas, dejó a su hijo recién nacido abandonado en el suburbio de Guayaquil, ahora espera recuperarlo.
Personas en las afueras del Hospital Francisco de Icaza Bustamante, de Guayaquil, el 19 de agosto de 2021.
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El 29 de octubre la ciudad apenas despertaba cuando Ronny Vera salió de su casa y vio un paquete abandonado junto a la puerta. Un taxista que circulaba por ahí le advirtió que se trataba de un bebé recién nacido cubierto con una manta y dentro de una bolsa negra.
Vera, quien vive en la 26 y la Q, en el suburbio de Guayaquil, tomó al bebé en brazos de inmediato. "Estaba frío, heladito", recuerda.
Su familia llamó al ECU-911 y reportaron la emergencia. "La señorita que atendió la llamada me decía cójalo, póngaselo en el pecho, pásele la palma de la mano en la espaldita".
Minutos después llegaron los paramédicos y se llevaron al recién nacido al hospital Francisco de Icaza Bustamante, que es el nombre oficial de la casa de salud que se conoce como Hospital del Niño de Guayaquil.
Luego de estabilizarlo, atenderlo y comprobar que estaba sano y solo sufría un cuadro de hipotermia, las enfermeras lo empezaron a llamar Francisco Joaquín, en honor al hospital donde recibió atención especializada.
En esa casa de salud encontró también un hogar temporal, donde permanecerá hasta que la justicia dictamine cuál será su destino.
Un caso jurídico complejo
Cinco días después de ser encontrado el recién nacido reapareció su madre, una adolescente de 15 años que había ocultado el embarazo a sus padres, y en un momento de desesperación dejó abandonado a su bebé a tres cuadras de su casa.
El mismo día la joven madre regresó a la casa de sus padres y sufrió una descompensación de salud producto del alumbramiento sin supervisión, por lo que necesitó también de ayuda médica.
Mientras se recuperaba decidió contar la verdad a sus padres. Ellos la respaldaron y la motivaron a recuperar al recién nacido.
Pero lograrlo no será tan sencillo ni tan corto, pues la joven ahora deberá convencer a la justicia que lo mejor para su pequeño es vivir junto a ella. El abogado en libre ejercicio, Roger Tumalli, califica al caso como "algo muy complejo".
Según el experto, el juez debe evaluar el deseo de la madre de recuperar la custodia y a la vez comprobar de que no existen impedimentos como uso de drogas, alcoholismo o incapacidad mental.
También se deberá descartar que el padre del bebé o algún familiar directo reclame su custodia.
Aunque tome tiempo, lo más probable es que el bebé no quede bajo custodia del Estado, porque "el Estado toma en custodia a los niños que no tienen padres. En este caso, el niño tiene una madre que ha expresado deseo y voluntad de tener la custodia", explica.
"La Constitución defiende el interés superior y el derecho superior del niño que debe ser cuidado por su madre", sostiene. Mientras el proceso avanza la madre podría presentar un recurso para juntarse con su hijo.
Una noticia que conmociona
Para el psicólogo Cristina Arias, la madre y el pequeño necesitarán de apoyo psicológico permanente para superar este episodio. "Un embarazo es un suceso que cambia la vida de una persona. Es una noticia que conmociona y la respuesta no siempre es la alegría", explica.
La situación se complica cuando los menores de edad son criados en hogares donde la educación sexual es inexistente y solamente se repiten frases hirientes contra los embarazos no planificados.
"Es totalmente comprensible que la angustia sea la primera respuesta", añade Arias. "Se pudiera interpretar como una vivencia de horror, de espanto, angustia".
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