Radiación ultravioleta superó el límite saludable en 154 días de 2019 y la contaminación también
Agosto y septiembre de 2019 fueron los meses en los que el índice de radiación se situó en la escala de 11 a 15 puntos, lo que se considera peligroso para la salud.
Los niveles de radiación ultravioleta en Quito son peligrosos para la salud.
Ilustración: Diego Corrales / Primicias
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Quito registró un nivel "muy alto" de radiación ultravioleta (RU) durante 154 días del año pasado. Así lo reveló el Informe Anual de la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico (RMA) de Quito, entidad adscrita al Municipio.
Durante el 42% de los días de 2019 los niveles de RU fueron peligrosos para la salud, pues llegaron a la escala de 11 a 15 puntos.
Esta categoría es la segunda más perjudicial para las personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cuando existen estos niveles de radiación, la OMS recomienda no exponerse al sol y caminar bajo la sombra usando sombrero, camisas de manga larga, paraguas y protector solar.
La escala más dañina es la llamada "extrema", que va desde los 16 puntos en adelante.
Según la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico, en nueve días de 2019 hubo niveles extremos de radiación, lo que significa que las personas no deberían haber salido a las calles.
Valeria Díaz, directora de la red, dijo que durante otros 141 días se registró "alto" nivel de radiación ultravioleta, mientras que en 49 hubo niveles "moderados".
"Solo en 12 días la escala llegó a niveles "bajos" y "muy bajos", lo que no implicó mayor riesgo para la salud", agregó.
La funcionaria explicó que los altos niveles de radiación solar responden a que la ciudad se encuentra a 2.800 metros sobre el nivel del mar y sobre la línea ecuatorial, lo que hace que los rayos ultravioletas caigan directamente.
Fránklin Cabrera, vicepresidente de la Sociedad Ecuatoriana de Dermatología, señaló que la excesiva exposición al sol sin protección deriva en "quemaduras leves de la piel o aparición de machas, y con el tiempo puede producir cáncer".
Es por eso que recomendó utilizar "todos los días protector solar, al menos tres veces al día. Además, es necesario caminar con sombrero, paraguas y camisas de manga larga".
Díaz también anticipó que es posible que en 2020 se registren similares estadísticas de radiación, tomando en cuenta la posición geográfica de la ciudad y las altas temperaturas que se han registrado en los últimos años.
Contaminación del aire
La calidad del aire en Quito está clasificada en seis niveles que van desde 0 hasta 500 puntos, según la Norma Ecuatoriana de la Calidad del Aire:
- Deseable (0-50)
- Aceptable (51-100)
- Precaución (101-200)
- Alerta (201-300)
- Alarma (301-400)
- Emergencia (401-500)
El año pasado ese indicador alcanzó 156 puntos durante 37 días. Es decir, que llegó al nivel "precaución", detalló el Informe Anual de la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico (RMA).
De ese número, 29 días de alta contaminación se registraron entre agosto y septiembre.
"Esto significa que durante esos dos meses hubo mayor presencia de material particulado PM 10 por la sequedad del clima", dijo Valeria Díaz, directora de la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico.
La funcionaria explicó que "este material está compuesto por partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, cemento o polen, cuyo diámetro es de 10 micrómetros.".
El informe también dio a conocer que otros 43 días alcanzaron la categoría "deseable" y 284 se encasillaron en el nivel "aceptable".
Sin embargo, Díaz dice que "a pesar de que la calidad del aire en la capital muestra buenos niveles según la normativa ecuatoriana, incumple los parámetros la Guía de la Organización Mundial de la Salud, debido a la mala calidad de los combustibles".
Los combustibles ocasionan que en el aire haya mayor presencia de material de 2,5 micrometros (PM 2.5), que son partículas fácilmente inhaladas y que pueden provocar enfermedades respiratorias.
En Europa, las normas Euro 5 y Euro 6, que miden el contenido de azufre en los combustibles, varían entre estándares de 0 y 10 partes por millón. Mientras que en Ecuador los combustibles fósiles, como el diésel y la gasolina, alcanzan una concentración de 60 partes por millón de azufre.
Es por eso que Díaz ve necesario reducir el uso de combustibles fósiles, además de mejorar el sistema de transporte público.
Este criterio lo comparte el catedrático Carlos Páez, quien agregó que la mejora de este tipo de transporte permitirá que las personas usen menos tiempo sus vehículos particulares.
"Cuando haya menos uso del auto privado podremos pensar en tener un aire de buena calidad", concluyó.
Compartir: