Desde intentos de suicidio hasta uso de drogas: el impacto de la pandemia

Cuando Teresa (nombre protegido) confirmó que había sido contagiada de Covid-19 no imaginó que también tendría que luchar contra el miedo y la depresión.

Mientras la fiebre, la tos y la dificultad para respirar aumentaban, su mente no dejaba de pensar en que su pequeña hija de cinco años podría quedar en la orfandad.

"Fueron días muy duros en los que no sabes lo que puede pasar. El miedo y la incertidumbre no dejan que tu cuerpo luche contra la enfermedad", dice.

Ahora que Teresa superó la enfermedad considera que "la ayuda psicológica es necesaria desde el inicio del contagio para alcanzar una recuperación integral".

Ella es una de las 137.757 personas que han solicitado ayuda psicológica al Ministerio de Salud (MSP) desde marzo de 2020.

Según el Ministerio, los problemas psicológicos aumentaron conforme el virus se expandía en el país.

En los primeros meses de la pandemia, el MSP atendió telemáticamente a pacientes con trastornos de ansiedad y de depresión, además de quienes presentaban crisis de angustia o alternaciones del sueño.

Intentos de suicidio 

Con el transcurso de la emergencia, el cuadro de muchas personas empeoró hasta llegar al consumo de drogas e intentos de suicidio en los meses de abril a junio de 2020.

Por su parte, el Ministerio de Salud señala que los principales motivos que influyen para que las personas presenten problemas psicológicos son:

• La incertidumbre que produce la enfermedad.
• El aumento del número de casos confirmados y sospechosos.
• Difusión de noticias falsas, mitos y desinformación por redes sociales.
• Una mala comprensión de los mensajes relacionados con el cuidado de la salud.

En efecto, la psicóloga de la Universidad de las Américas (UDLA), Clara Paz, explica que "los cambios sociales y, sobre todo, económicos que rodean al Covid-19 incrementa la posibilidad de que aparezcan cuadros de ansiedad o incluso de intentos de suicidio".

Tres códigos mentales

El Ministerio de Salud estableció una estrategia que se divide en tres fases o códigos, para atender a las personas que sufren problemas psicológicos durante la pandemia:

• Verde: mensajes de psicoeducación, a través de medios de comunicación, redes sociales e internet, con el fin de facilitar recursos para que la ciudadanía autogestione sus necesidades de salud mental.
• Amarillo: primeros auxilios psicológicos a las personas que los requieran, con el objetivo de prevenir patologías futuras.
• Rojo: atención especializada para dar tratamiento a personas que presentan alteraciones mentales y que requieren seguimiento a largo plazo.

Salud mental, una de las prioridades

La psicóloga Clara Paz expresa que la ayuda psicológica debe mantenerse en el largo plazo. "Los problemas mentales perdurarán en el tiempo, sobre todo en quienes perdieron a un familiar o entre las personas que no tienen empleo", añade.

En esto coincide el psiquiatra Alejandro Noboa. Sostiene que "el Gobierno debe priorizar la salud mental de la ciudadanía para evitar un aumento en el número de suicidios en el país".

Noboa explica que en "la ayuda de un profesional de la salud mental es fundamental porque las personas necesitan desahogarse de sus miedos para intentar vivir con cierta normalidad".

Andrés, quien prefiere no decir no apellido, dice que, aunque nunca pensó en quitarse la vida, "el Covid-19 te desgasta psicológicamente en cada momento y eso influye en que la recuperación no sea fácil".

Agrega que "el apoyo de la familia es importante para superar la enfermedad".

El Ministerio de Salud contabilizó 1.214 suicidios en 2019 en el país, 960 fueron hombres y 254 mujeres. Esto representa que cada día se suicidan aproximadamente tres hombres y una mujer.

Falta de psicólogos

Según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Ecuador cuenta con 1.582 psicólogos.

Es decir el país apenas tiene 0,93 de estos profesionales por cada 10.000 habitantes. Mientras que en naciones como Colombia y Argentina hay más de cinco psicólogos por cada 10.000 habitantes, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para la OMS, los profesionales de la salud son un pilar importante en la lucha contra la pandemia, que en Ecuador deja hasta el momento más de 133.000 contagios y 7.400 fallecidos.