Ribadeneira: "Hay un incremento de USD 25 millones para las universidades"
El titular de la Senescyt, Alejandro Ribadeneira, dice que para 2022 las universidades tendrán USD 25 millones más que lo que han tenido en 2021.
El titular de la Senescyt, Alejandro Ribadeneira, en una actividad de despacho el 12 de noviembre de 2021.
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Mientras los rectores de las universidades públicas aseguran que para 2022 habrá un recorte de USD 12 millones en sus presupuestos, el titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovació (Senescyt), Alejandro Ribadeneira, dice todo lo contrario.
En entrevista con PRIMICIAS, el funcionario afirma que el monto asignado para el sistema de educación superior tendrá un incremento de USD 25 millones y pasará de USD 1.1532 en 2021 a USD 1.157 millones en 2022.
Aunque reconoce que hay universidades que sí tendrán una reducción, como la Universidad Central. Esta institución tendrá un recorte de USD 5 millones.
Ribadeneira, además, dice que las universidades deben hacer un mejor trabajo de autogestión para contar con mayores recursos que les permita tener un mejor funcionamiento.
Adelanta que la Senescyt creará una nueva fórmula para la asignación de los presupuestos a las instituciones de educación superior.
Las universidades dicen que hay una reducción de USD 12 millones en el presupuesto de 2022, pero la Senescyt dice lo contrario ¿Cómo es eso?
Primero hay que aclarar cómo se conforma el presupuesto para las universidades y para las escuelas politécnicas. Básicamente, tiene dos fuentes: la primera que nace del Estado, por temas del Fondo Permanente para el Desarrollo Universitario y Politécnico (Fopedeupo), por la gratuidad y por el propio funcionamiento.
Mientras que la segunda fuente tiene que ver con la autogestión de cada institución. Por ejemplo, las consultorías, las segundas y terceras matrículas o las donaciones que reciben de organismos internacionales.
Lo que nosotros podemos asegurar es que se realizó la distribución de los recursos que dependen del Estado. Sin duda alguna puedo afirmar que, entre el presupuesto 2021 y 2022, hay un incremento de aproximadamente USD 25 millones.
Lo otro ya no depende de lo que nosotros distribuimos. De los rubros que tienen que ver con la autogestión de las universidades ya no podemos responder. Es una estimación que hace el Ministerio de Finanzas de acuerdo a lo que las universidades presentan.
Hay que reconocer que en 2021 hubo una resolución de la Corte Constitucional que determinó que los gobiernos autónomos descentralizados y las universidades ya no tienen que pagar el impuesto al valor agregado (IVA) y luego pedir la devolución.
Ahora, las universidades retienen el IVA y esto deriva en que los recursos que van a las instituciones por este concepto sean menores para el próximo año.
Entonces, ¿Cuál es el presupuesto que tendrán las universidades?
Es lo que decía, hay un incremento total de USD 25 millones para las universidades. La cifra pasará de USD 1.1532 en 2021 a USD 1.157 millones en 2022.
En algunos casos el incremento es mayor y en otros es menor, dependiendo de su historial y de cómo han gastado sus recursos. Hay universidades que no han podido gastar su presupuesto y si piden más resulta inoficioso.
Hace pocos días, la Universidad Central denunció un recorte de USD 12 millones para el próximo año.
La reducción para la Universidad Central es de USD 5 millones. El año pasado recibió USD 125 millones y para 2022 serán USD 120 millones.
Posiblemente, lo que la Universidad Central está comparando son los rubros por la autogestión y eso depende de la misma universidad. Mientras mayor autogestión hagan, pues tendrán mayores ingresos.
Si mejora la autogestión, seguramente también mejorarán sus ingresos.
¿Considera que las universidades no hacen un buen trabajo de autogestión?
¿Qué pasa con los propedéuticos? ¿Las universidades van a poder cobrar por estos cursos?
La propuesta de reforma a la Ley de Educación Superior, presentada por el Presidente de la República a la Asamblea Nacional, tenía como objetivo dotar de verdadera autonomía a las universidades.
Pero, se corría el riesgo de que alguna universidad quisiera cobrar los cursos de nivelación de forma elevada. Es por eso que la Senescyt quiere establecer parámetros para fijar los costos.
Además, el objetivo es que los estudiantes de los sectores más vulnerables no paguen y que solo lo hagan quienes tienen mayores posibilidades económicas.
¿Qué mecanismos se está pensando para acelerar las reformas a la educación superior?
Por ejemplo, una reforma al Reglamento General de Educación Superior y, luego de que se conforme definitivamente el Consejo de Educación Superior, llegar a un acuerdo para flexibilizar los reglamentos que son asfixiantes para el sistema, pero sin eliminar los requisitos.
Uno de ellos es la calidad. Nunca podríamos permitir que haya una reducción de la calidad de la educación con una flexibilización.
¿La Senescyt ya ha podido establecer el monto que adeuda a los becarios?
En eso estamos permanentemente con el Ministerio de Finanzas porque nosotros hacemos las liquidaciones y pasamos al ministerio para que entregue el dinero en las cuentas de los becarios.
Ahora, también hay casos en los que el becario no entrega la documentación necesaria para que pueda recibir su dinero y se producen problemas que escapan a la Senescyt.
Lo que estamos haciendo es buscar alternativas para facilitar la metodología de las liquidaciones.
Le insisto en la pregunta, ¿Se conoce a cuánto asciende la deuda de la Senescyt con los becarios?
No tengo el monto en la cabeza, pero hemos establecido ese valor. Aunque la cifra varía porque siempre estamos actualizando la información.
¿Cómo avanza el reglamento para que los becarios no tengan la obligación de regresar a devengar la beca al país?
Ese reglamento está vigente desde inicios de noviembre de 2021 y ya hay becarios que se están acogiendo a este sistema, que hay que decir que no es obligatorio.
Quienes tengan un buen trabajo o sigan estudiando en el exterior pueden devengar la beca desde el extranjero a través de seminarios, charlas, cursos o investigaciones en conjunto con entidades ecuatorianas.
¿Cuál es la propuesta que maneja la Senescyt para crear otra forma de calcular el presupuesto para las universidades?
Queremos tener una nueva fórmula que sea mucho más equitativa y justa. Que no existan grandes diferencias cuando comparamos el monto asignado y el número de estudiantes matriculados.
Es lógico que haya diferencias entre los presupuestos que reciben las instituciones porque hay carreras que son más costosas. Entonces, las universidades que ofrecen ese tipo de carreras necesitan mayor presupuesto, ¿Pero cuánto más?.
Precisamente eso es algo que, desde enero de 2022, vamos a tratar con las universidades. A esto se suma otra área de trabajo que será la nueva concepción de universidad para el siglo XXI.
Entre los principales temas están el desarrollo tecnológico, el manejo de big data y otros elementos que nos obligan a repensar la universidad. Una vez que definamos esto queremos ir hacia la nueva Ley de Educación Superior.
Volviendo a lo del presupuesto, queremos una corresponsabilidad de las universidades en la creación de la fórmula que permita, no satisfacer a todo el mundo, pero sí a la mayoría.
El objetivo es que esta fórmula tenga una vigencia de 10 años para que las universidades puedan proyectarse al futuro y ser más eficientes en la ejecución presupuestaria, en las publicaciones de sus docentes, en la diversificación de sus carreras o en la ampliación de cupos.
¿Los parámetros que acaba de mencionar serán algunos de los que se tomarán en cuenta para que una universidad reciba más o menos presupuesto?
Exactamente. La idea es construir en conjunto los parámetros y los indicadores para medir esos los parámetros. Yo creo que esto es saludable para el sistema.
Nosotros hemos tenido que trabajar en dos proformas presupuestarias en los pocos meses que hemos estado al frente de la Senescyt y no nos ha dado tiempo para trabajar en la creación de la nueva fórmula con las universidades.
Esperamos hacerlo para 2023 y que esté lista en mayo o junio de ese año.
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