En predios del Hotel Quito solo podría haber edificios de hasta seis pisos
La empresa dueña del hotel expresó su intención de construir cuatro torres de viviendas de entre 16 y 20 pisos, pero la última palabra la tiene el Municipio de Quito.
Vista del Hotel Quito, el 27 de octubre de 2022.
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Hacer rentable al Hotel Quito es el objetivo de la empresa estatal China Road and Bridge Corporation (CRBC), propietaria del inmueble desde 2016.
Para lograrlo se ha planteado un proyecto inmobiliario que incluye la construcción de cuatro torres de hasta 20 pisos en algunos de los 10 predios que son de su propiedad y que conforman el Hotel Quito.
Estos predios corresponden a diferentes tipos de zonificación que condiciona la ejecución de cualquier proyecto, pues lo que se puede hacer en unos, no se puede hacer en otros.
Así lo explica el secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda del Municipio de Quito, Vladimir Tapia.
La Ley Orgánica de Cultura, por ejemplo, establece que en un predio considerado como patrimoniado no se pueden realizar intervenciones que atenten contra su estructura.
Ese sería el caso del predio principal del terreno donde actualmente se levanta el Hotel Quito (en celeste en el mapa).
Pero los nueve predios restantes no son patrimoniales, por lo que allí sí se podrían construir edificios.
"El Hotel Quito no es un inmueble como las iglesias del Centro Histórico, que tienen una protección total. Este hotel cuenta con una protección parcial, que permite hacer modificaciones y construcciones, siempre que cumplan con ciertos parámetros", explica Tapia.
Por ejemplo, que las construcciones "no opaquen ni pongan en un plano secundario al edificio principal". Es decir, que cualquier edificio que se construya allí no podría tener más de seis pisos.
En esto coincide Álvaro Orbea, experto en urbanismo y asesor jurídico de la concejala Luz Elena Coloma. Aunque señala que hay tres predios (de color naranja en el mapa) que están en una especie de limbo jurídico.
Esto porque, por un lado, la actual zonificación que entrega el Municipio a esos predios permite construcciones de hasta 16 pisos, con una aprobación previa de la Secretaría de Territorio, si es que el proyecto supera los 10.000 metros de construcción.
Coloma, en cambio, asegura que no se podrían levantar edificios de más de seis pisos con el nuevo Plan de Gestión de Uso del Suelo, que fue aprobado por el Concejo Metropolitano en septiembre de 2021.
Este plan aún no está vigente, pues el Municipio da un plazo de 180 días para su aplicación.
A esto se suma -dice Coloma- que el barrio La Floresta, donde se asienta el hotel, tiene un plan especial de ordenamiento territorial que no permite la construcción de grandes edificaciones.
Este plan es la esperanza de los moradores del sector para evitar que unas 400 familias lleguen a vivir en las torres de departamentos que CRBC planea construir.
La coordinadora de la Veeduría Ciudadana del Barrio La Floresta, Rocío Bastidas, dice que "el Municipio debe hacer cumplir el plan especial de ordenamiento territorial. En este momento, ese plan está siendo actualizado para ratificar que el barrio La Floresta es de carácter residencial, sin grandes edificios".
Coloma explica que será la Comisión de Áreas Históricas del Municipio de Quito la que analice el proyecto cuando la constructora lo presente oficialmente.
Nueva ficha en camino
La venta del Hotel Quito está llena de controversias, sobre todo por la ficha técnica que sirvió como insumo para la operación entre el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) que era dueño del hotel antes de su venta, y CRBC.
El urbanista Álvaro Orbea dice que el hotel siempre tuvo una ficha técnica que lo calificaba como un bien patrimoniado.
Esto cambió en 2014, cuando el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) actualizó el documento y decidió que el ala sur no podía ser considerada patrimonial porque supuestamente fue edificada después de 1960, cuando terminó la construcción del hotel.
"Ante esta inconsistencia, en 2014 el Concejo Metropolitano emitió una ficha en la que se declara a todo el Hotel Quito como un bien patrimoniado", explica Orbea.
Con estas dos fichas vigentes se concretó la venta del hotel, lo que ha dado paso a diferentes interpretaciones de lo que se puede o no construir en sus predios.
Sin embargo, Orbea asegura que en diciembre de 2020 el INPC reconoció los 7.000 bienes que fueron patrimoniados por el Municipio de Quito antes de 2016, cuando la Ley de Cultura le quitó esta potestad a los municipios.
En ese grupo de bienes estuvo incluido en Hotel Quito, que recibió nuevamente una protección absoluta.
La directora del INPC, Catalina Tello, explica que actualmente la entidad está haciendo una actualización de la ficha sobre la base de un informe entregado por el Municipio de Quito.
Los resultados estarán listos en la primera semana de noviembre de 2021, aunque adelanta que los datos proporcionados por el Municipio tienden a proteger de forma integral al hotel.
Daños al paisaje
A pesar de que el proyecto de CRBC aún no ha sido presentado oficialmente, los moradores de La Floresta aseguran que cualquier edificación en el Hotel Quito dañará el paisaje.
La historiadora y habitante de La Floresta, Rosemarie Terán, recuerda que el Hotel Quito fue concebido como "una construcción amable con el entorno que no rompe el tejido social".
Agrega que el diseño del hotel se funde con la topografía de Quito y deja que la vista de la ciudad sea libre hacia cualquier lugar. "Imaginemos que se levantan las torres. Todo el paisaje va a cambiar y habrá una gran contaminación visual", dice.
Y sostiene que el Hotel Quito, la Caja del Seguro Social y el Palacio Legislativo son ejemplos de arquitectura moderna que, a diferencia de la actual, no irrumpe en el espacio de forma agresiva.
"Yo creo que la ciudad tiene dos patrimonios: el Centro Histórico y la arquitectura moderna que se expresa en el Hotel Quito. Es por eso que el hotel es el último patrimonio de la capital y por eso hay que cuidarlo", afirma.
A esto se sumarían otros dos problemas, según Terán. El primero tiene que ver con la inversión que debería hacer el Municipio para dotar de servicios básicos a las personas que lleguen a vivir allí.
Mientras que el segundo se relaciona con la movilidad. "Se produciría una gran congestión vehicular con 400 nuevos autos transitando por las avenidas aledañas", agrega.
Desde la Secretaría de Territorio, Hábitat y Vivienda, en cambio, dicen que lo mejor es esperar a que CRBC ingrese formalmente el proyecto para analizarlo a profundidad.
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