Posorja apunta a ser el semillero de profesionales en mecatrónica
La Escuela Politécnica del Litoral (Espol) abrió un primer programa universitario tecnológico, con sede en la parroquia rural y pesquera de Guayaquil. La carrera gratuita para estudiantes de Posorja, El Morro y Puná es impulsada por la empresa privada.
Estudiantes se capacitan de forma práctica en una tecnología en mecatrónica en los talleres del Puerto de Aguas Profundas de Posorja.
DP World
Autor:
Actualizada:
Compartir:
En el colegio quiso especializarse en mecánica. Pero Sharon Baque reconoce que por “motivos de género” desistió de hacerlo. La vida le ofreció una segunda oportunidad y ahora esta ama de casa, de 24 años, es una de las estudiantes de mecatrónica en la parroquia rural de Posorja.
Se trata del primer programa universitario, con sede en esa parroquia pesquera de Guayaquil, ubicada a 117 kilómetros al suroeste de la ciudad. Los primeros 20 estudiantes iniciaron en mayo sus estudios de tecnología superior en mecatrónica.
El programa de formación es gratuito para los alumnos, que se sometieron a un proceso de selección, que inició en junio de 2022 con 1.500 inscritos iniciales.
La carrera está dirigida a jóvenes y adultos, descendientes de pescadores de las comunidades de Posorja, El Morro e Isla Puná. Y es impulsada por las empresas privadas Nirsa y DP World Posorja, operadora del puerto de aguas profundas de la localidad.
De ama de casa a tecnóloga
Sharon Baque comparte su tiempo entre el cuidado de su hijo Matías, de 6 años, y sus estudios. Ella recuerda que un hermano la convenció de desistir de especializarse en mecánica en el colegio Luis Chiriboga Manrique de Posorja, porque todos los alumnos eran hombres.
Así que terminó especializándose en administración en sistemas, a pesar de que siempre le llamó la atención la profesión de su padre, un técnico mecánico y electricista que labora en barcos pesqueros.
Cuando se abrieron las inscripciones para la nueva carrera tecnológica, su esposo la impulsó a inscribirse. Él trabaja como obrero en embarcaciones pesqueras y juntos suelen hacer mantenimiento y pequeñas reparaciones a la motocicleta familiar.
“La tecnología en mecatrónica combina principios de mecánica, electrónica, informática, sistemas y redes de control. Entonces se unen varias de mis inquietudes”.
Sharon Baque, estudiante de tecnología en mecatrónica
Un largo proceso
Pero la llegada de la Unidad Académica para la Formación Técnica y Tecnológica de la Espol a Posorja tomó casi tres años, hasta la acreditación de la carrera de cuatro semestres de duración.
Eloy Moncayo, director de la Unidad, indicó que el proyecto inició en agosto de 2020 con la firma de un convenio tripartito entre la Espol, DP World y el Municipio de Guayaquil. El objetivo era responder a la necesidad de formar personal técnico con carreras cortas.
Además de mecatrónica, se espera abrir hasta fines de año un segundo programa de estudios tecnológicos en logística portuaria.
“El diseño del programa requiere de mucho trabajo para definir correctamente el perfil requerido por las empresas”, dijo Moncayo. “En lo social, se busca fortalecer las capacidades de las comunidades y del territorio de acción de las empresas”.
Práctica intensiva
Los alumnos asisten a clases teóricas y virtuales en el Infocentro Comunitario “Letra Digital DP World” de Posorja, de lunes a viernes de 19:00 a 21:00. Sharon dice que lo que más disfruta son tres jornadas de trabajo a la semana, de ocho horas cada una.
En los talleres y patios del Puerto de Aguas Profundas de Posorja los alumnos se forman en mecánica, electrónica y programación de grandes maquinarias portuarias, con la tutoría de técnicos e ingenieros de DP World en el propio puerto.
Baque trabajaba el 5 de junio de 2023 con ocho compañeros y un tutor en un enorme 'spreader'. Se trata del sistema elevador con el que se sujeta a los contenedores para su carga y descarga en el puerto.
Los cilindros de acero que sostienen todo el peso de los contenedores en las esquinas requieren revisarse de forma periódica para darles mantenimiento o buscar un posible deterioro, contó la alumna.
En la jornada del miércoles, los alumnos aprendían a retirar y desarmar esos émbolos y luego a tratarlos con químicos para la detección de fisuras.
Técnicos a la medida
Paúl Simball, jefe de sostenibilidad de Dp World Ecuador, sostuvo que el sistema dual del programa de estudios permite formar estudiantes en la práctica. Además, las empresas consiguen un perfil técnico de alta calidad formado en el propio entorno empresarial, dijo.
La posibilidad de ejecutar el programa en la misma comunidad motivó también a la empresa a invertir en el desarrollo de la carrera. En Posorja, ir a la Universidad implica viajar dos horas de ida y de regreso a Guayaquil, dijo Simball.
Las empresas pioneras del programa invierten en promedio unos USD 5.000 por alumno a lo largo de los dos años de estudio. Ahora buscan que más industrias se sumen y apuesten por esta metodología de aprendizaje dentro de las propias empresas, agregó el ejecutivo.
"Tuvimos 1.500 aspirantes y eso habla de la gran necesidad que existe. Nuestro objetivo es que se abran más promociones y una segunda carrera en logística portuaria".
Paúl Simball, jefe de sostenibilidad de Dp World
Un grupo unido
El grupo de inscritos iniciales se redujo a solo 150 postulantes que cursaron y aprobaron cursos gratuitos en línea, mientras que 48 alumnos ingresaron finalmente al proceso de admisión de un preuniversitario de la Espol.
Luego de una serie de entrevistas y pruebas de aptitud, el número se redujo a 20 estudiantes, con base en el desempeño de los alumnos.
Entre las estudiantes también está Verónica Plúas, de 41 años, madre de cinco hijos, de entre 6 y 23 años. Ella trabajó cuatro años como docente de una escuela pública. La muerte del padre de sus hijos el año pasado, de quien estaba separada, la obligó a dedicarse a ellos.
“Con maquinaria de gran dimensión prima la seguridad y el manejo de herramientas sobre la fuerza física”, relata Plúas.
Ella tiene estudios en pedagogía e informática y reconoce que la mecánica puede ser intimidante a ese nivel. Pero agradece haber encontrado una "forma de reinventarse" después de los 40 años.
“Como pioneros de este programa existe mucho entusiasmo y apoyo mutuo entre los compañeros. Aquí la frase ‘no puedo’ no existe”, asegura.
Compartir: