Plan piloto Medicina Cerca comenzó en el IESS, sin medicinas en stock
El Instituto de Seguridad Social (IESS) hizo una prueba piloto del sistema informático para aplicar el plan de externalización de medicamentos, pero aún no hay fecha de inicio y los pacientes continúan comprando las medicinas.
Farmacia del hospital Teodoro Maldonado Carbo, Guayaquil, 9 de agosto de 2022.
Carolina Mella
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Los medicamentos todavía no se reflejan en el sistema de dos de las farmacias privadas que participarán en el plan Medicina Cerca, en el Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) Teodoro Maldonado Carbo, en Guayaquil.
El plan prevé que los pacientes puedan acceder a los medicamentos que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no tiene en su farmacia.
"El sistema ha sido instalado, pero indica que no hay stock de medicamentos, porque todavía no han llegado a la farmacia y ningún paciente ha venido con la receta electrónica", dicen los vendedores.
El sistema informático fue probado en una fase piloto "y funcionó bastante bien en un término debido. La paciente recibió la receta, la validó y ha retirado sus fármacos sin contratiempos", dice un comunicado enviado por el IESS.
Pero la fecha del inicio de la externalización de medicamentos todavía no ha sido anunciada ni cuáles serán las farmacias con las que tendrán convenio.
PRIMICIAS solicitó una entrevista con una autoridad de la institución, pero al cierre de este reportaje no concretaron la solicitud.
En documento que envió el IESS detalla que el proyecto empezará en tres hospitales: el Teodoro Maldonado Carbo, de Guayaquil; el Carlos Andrade Marín, de Quito; y el José Carrasco Arteaga, de Cuenca.
Además detalla los cuatro pasos a seguir para acceder a las medicinas en las farmacias privadas:
Mientras el proyecto arranca, la crisis de desabastecimiento de medicinas e insumos es visible afuera de la farmacia de Consulta Externa del hospital Teodoro Maldonado Carbo, uno de los más grandes del país.
Aquí, los pacientes no reciben todos los fármacos recetados.
A Alba, de 68 años, no le entregaron, por ejemplo, el Diapresan 160, que ayuda al control de la presión arterial.
"Siempre tengo ese problema, ese medicamento casi nunca me lo entregan y debo comprarlo afuera con el dinero de la jubilación", reclama.
La acompaña su amiga Cielo Rivas, quien lleva tres años pidiendo una cita con un oftalmólogo para su esposo, de 74 años, que está prácticamente ciego.
"Me dicen que para agendar la cita con el especialista debemos madrugar a las 05:00. Somos adultos mayores, cómo vamos a venir a esa hora. Y todo lo delegan a medicina general y desde ahí dicen que no pueden dar la cita", cuenta Cielo.
Toma el teléfono para llamar al 140 y evidenciar que la operadora del IESS no funciona. “En ese momento no se puede atender el pedido, intente más tarde”. Y la llamada termina.
Las gotas Krytantek, que cuestan alrededor de USD 40 tampoco se las entrega el IESS. “Debemos comprarlas cada 20 días, no queda de otra”, asegura.
Tampoco hay insumos
Pero la crisis del IESS no es solo el desabastecimiento de medicamentos, ya que los médicos tampoco tienen insumos para las cirugías.
“Tuve que comprar alcohol, bisturí, gasa, suero, Povidine, no tenían ni paracetamol, me pidieron todo, excepto el hilo quirúrgico”, detalla Lucía, quien fue sometida a una histerectomía y una apendicectomía hace más de una semana.
Gastó alrededor de USD 500 mientras estuvo internada, pero la precaria situación del IESS también golpea al servicio de alimentos.
"En las primeras 48 horas, ni siquiera me dieron de comer”, cuenta Lucía.
“Dijeron que no estaba en la lista de los pacientes que tenía orden de comer. No era solo yo, éramos como 20 pacientes y a los familiares les mandaron a que consiguieran la comida”, asegura.
La externalización de farmacia es un plan complementario a la responsabilidad que tienen los directores de hospitales de abastecer adecuadamente de medicinas a los pacientes, ha dicho el presidente del Consejo Directivo del IESS, Alfredo Ortega.
Sin embargo, no hay una respuesta de cómo y cuándo los hospitales de los afiliados y jubilados estarán abastecidos de insumos, equipos y del personal necesario.
En una de las farmacias privadas, George Plúas compra un analgésico para su padre, de 74 años. Es la segunda vez que lo lleva a Emergencias porque tiene problemas respiratorios, pero los médicos envían a su padre sin un diagnóstico definido.
“El cardiólogo dijo que no era su competencia; apareció otra colega y prometió ayudarnos, la esperamos dos horas, pero respondió que lo tienen que ver otros especialistas, que pidamos una cita para consulta externa”, relata Plúas.
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