¿Por qué el plan Escuelas Seguras ha fallado en Guayaquil y Durán?
Para el director del Comité Permanente de Derechos Humanos, Billy Navarrete, las escuelas más pobres de Guayaquil y Durán se han convertido en 'centros' de violencia y de reclutamiento de sicarios y microtraficantes.
Tres policías en los exteriores de un plantel del sur de Guayaquil, que forma parte del plan Escuelas Seguras, el 15 de agosto de 2023.
Municipio de Guayaquil
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La criminalidad, el narcotráfico y las amenazas contra estudiantes se han enraizado en las escuelas y colegios de Guayaquil y Durán, donde los padres de familia pidieron regresar a la virtualidad, una medida que las autoridades aceptaron parcialmente y de forma temporal
Solo seis de las escuelas en los puntos más conflictivos de Guayaquil, como Monte Sinaí, se acogerán a las clases virtuales, y seis más en Durán, otro cantón de Guayas, donde en menos de 24 horas se registran seis asesinatos.
Pero en ambas ciudades ya se desarrolla desde este año, al menos en papeles, un plan denominado Escuelas Seguras, que apunta a resguardar unos 37 planteles y blindar a los estudiantes de las bandas criminales.
Para el director del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Billy Navarrete, ninguno de los objetivos del proyecto se ha cumplido, y, por el contrario, se ha fallado en proteger a los menores de edad.
En palabras de los maestros, "la guerra de las drogas no solo se desarrolla en exteriores de las unidades educativas, sino al interior de las aulas".
Es dentro de las escuelas de las comunidades más pobres, que los cabecillas de las bandas, según Navarrete, se aprovechan para reclutar a niños y adolescentes.
¿En qué falla el plan del Gobierno, Escuelas Seguras?
El plan carece de voluntad política por parte del Gobierno, ha sido un anuncio que en términos concretos se ha reducido a la presencia bastante temporal y esporádica de agentes de la Policía en los ingresos a las unidades educativas.
Pero el proyecto deja detrás todo un universo de necesidades, como el deterioro en la infraestructura y la convivencia de la comunidad educativa en Guayaquil y otras zonas.
¿Cómo se evidencia esta falta de voluntad política?
Al inicio de 2023, cuando se instaló el plan, se hizo una mesa de gobernanza con representantes del Ministerio del Interior y de las coordinaciones zonales de Educación, en la que se pidió mayor voluntad desde la toma de decisiones en Quito.
Pero el plan no ha estado acompañado por las autoridades de la capital, y esto se ve en cuestiones tan sensatas como la petición de que las escuelas no cierren sus puertas en la temporada de vacaciones en la Costa, para que sirvan de espacio de encuentro entre la Academia y la sociedad civil.
"Desde el gobierno central en Quito no ven la relevancia de las unidades educativas en el proceso de recuperación de una comunidad".
¿Qué dicen los maestros sobre la violencia en las escuelas?
Hemos insistido al Gobierno que atienda la situación y que acompañe a los docentes, porque ellos textualmente nos dicen que la 'guerra no solo se desarrolla en exteriores de las unidades sino al interior de las aulas'.
Los asesinatos de menores de edad, que deberían estar en las escuelas, se relaciona con el fenómeno de reclutamiento forzoso de los jóvenes por parte de bandas criminales, para el expendio de droga, prácticas de sicariato e incluso explotación sexual.
Por ello, es indispensable que se reformule el plan procurando que haya mayor participación articulada de las instituciones de la sociedad civil.
¿Cuáles serían las causas de este reclutamiento? ¿Pasan mucho tiempo solos en casa?
El abandono de niños es general, no solamente con relación a aquellos jefes de familia, padres o madres que tienen que salir a trabajar, por sus condiciones de vida precaria, dejando en el desamparo a sus hijos, incluso bajo el cuidado de vecinos.
Pero el abandono más amplio y tiene que ver con la ausencia, en especial luego de la pandemia, de programas y proyectos desde el área social a cargo del Gobierno.
"Frente a la ausencia de una política pública de protección, los chicos han caído en manos de bandas criminales y no tienen alternativas".
El presidente Guillermo Lasso dijo que el 90% de la violencia es entre pandillas. ¿Está el Gobierno minimizando las muertes violentas?
El gobierno ha tratado de minimizar e imponer un relato maniqueo, señalando que es una disputa entre bandas.
"Nos dice que aquellos que nos 'portamos bien', no tenemos que preocuparnos, y esto no solo es falso sino perverso".
Al establecer que la guerra es entre 'malos', no se está reconociendo que hay toda una estructura de violencia que ha permitido que los niños y adolescentes sean víctimas, independiente del rol que tengan en el hecho violento.
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