La pandemia agudizará el fenómeno de la trata de personas, dice la ONU

Según la Unodc, la trata de personas crece cuando las posibles víctimas son más vulnerables. Y la pandemia por el Covid-19 ha puesto en un grave sitio de vulnerabilidad a mujeres y niños, quienes son los principales objetivos de las redes de trata.

Los datos recopilados por el organismo para su informe anual retratan que las víctimas femeninas siguen viéndose particularmente afectadas por este delito.

De cada 10 víctimas detectadas a escala mundial:

• 4,6 son mujeres.
• 2 son hombres
• 1,5 son niños.
• 1,9 son niñas.

El caso ecuatoriano

Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), la trata de personas es la captación, transportación, traslado, entrega, acogida o recepción para sí o para un tercero, de una o más personas, ya sea dentro del país o desde o hacia otrospaíses con fines de explotación.

Al igual que en las crisis económicas anteriores, explica el informe, es probable que el fuerte aumento de las tasas de desempleo provocadas por el Covid-19 incremente la trata de personas.

Esta proyección se aplicará, particularmente, en países que experimentan caídas más rápidas y persistentes en el empleo.

En Ecuador, por ejemplo, según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la tasa de desempleo pasó del 3,8% al 5% entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020.

Durante la pandemia, la tasa más alta de desempleo ocurrió entre mayo y junio del año pasado, por arriba del 13,3%. Y la Unodc advierte que, a medida que aumentan las tasas de desempleo, habrá un número cada vez mayor de personas que serán objeto de trata.

Las denuncias que recibió la Fiscalía en 2020, por posibles casos de trata de personas, se redujeron en relación con años anteriores.

Sin embargo, en diciembre de 2019, el Ministerio de Gobierno lanzó el Plan de Acción Contra la Trata de Personas y el documento desnudó las falencias en el sistema estadístico de esta problemática.

La dispersión de la información ha ocasionado que no exista una magnitud real del delito, ya que no se tienen datos desagregados ni geo referenciados. Es decir, los datos de la Fiscalía podrían reflejar un subregistro.

El perfil de las víctimas

Según el informe de la Unodc, los traficantes de personas se dirigen a víctimas que están marginadas o en circunstancias difíciles.

En esta lista aparecen, principalmente, los migrantes indocumentados y las personas que necesitan desesperadamente empleo. Estas últimas son potenciales víctimas para la trata de personas con fines de trabajo forzoso.

En cuanto a los niños, los tratantes se dirigen a víctimas de hogares extremadamente pobres, familias disfuncionales o aquellos que son abandonados sin el cuidado de sus padres.

Según los últimos descubrimientos de las policías del mundo, la trata de niños en América del Sur tiene como objetivo final el trabajo forzoso en plantaciones.

El perfil de las víctimas, sin embargo, cambia mucho en diferentes partes del mundo. En países de África Subsahariana, por ejemplo, se detectó más niños que adultos.

En cambio, en Sudamérica el 68,93% de las víctimas son mujeres adultas. El 24,85% corresponde a hombres. Y el 6,23% restantes corresponde a niños y niñas.

Migrantes en la mira

Según el Informe, las víctimas de trata son, principalmente, migrantes que no tienen permiso para trabajar o permanecer en el país de explotación.

"El miedo a ser expuesto como migrante irregular puede ser una herramienta poderosa para los traficantes que, por lo general, amenazan con presentar informes a las autoridades y puede mantener más fácilmente a las víctimas en condiciones de explotación", dice el informe.

Los migrantes constituyen una parte significativa de la cantidad de víctimas detectadas en la mayoría de las regiones del mundo:

• 65% en occidente y Sur de Europa.
• 60% en Oriente Medio
• 55% en Asia Oriental y el Pacífico
• 50% en Centro y Europa sudoriental
• 25% en América del Norte.

Esa justamente es la preocupación del proyecto binacional "Cruzando Fronteras". Ecuador y Colombia participan en una iniciativa para proteger a más de 11.000 mujeres y niñas venezolanas, en situación de movilidad humana, de fenómenos transnacionales como la trata de personas.

Este programa cuenta con el financiamiento de la Agencia Francesa de Desarrollo. Esta entidad entregó USD 1,2 no reembolsables para crear un modelo de gestión integral transfronterizo para la atención, protección y asistencia humanitaria de población migrante, en la frontera colombo-ecuatoriana.

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