Pacientes renales y con diabetes padecen por la falta de medicinas
En los hospitales del Ministerio de Salud y del IESS persiste la escasez de insumos y medicinas, aunque el Ministerio de Salud habla de altos niveles de abastecimiento.
Personas en el hospital del IESS de Sangolquí, el 11 de julio de 2022.
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La falta de medicinas y de insumos médicos en los hospitales del Ministerio de Salud y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) lleva todo el año sin encontrar solución. Las quejas de los pacientes son constantes.
Aunque la situación es dura para todos los pacientes, resulta más crítica para determinados grupos de pacientes que no reciben sus tratamientos y tampoco pueden posponer los tratamientos mientras el sistema público supera su crisis.
Entre estos grupos constan los pacientes con problemas renales y quienes tienen diabetes. Estos grupos afirman que a mediados de agosto la escasez de medicinas para estas enfermedades se profundizó aún más.
En esos días, los pacientes diabéticos de los hospitales Carlos Andrade Marín, de Quito, y Francisco Icaza Bustamante, de Guayaquil, dejaron de recibir su insulina.
Jairo López tiene diabetes tipo 2 desde 2018 y todos los días debe inyectarse insulina para controlar sus niveles de glucosa.
Su angustia crece porque no hay noticias sobre cuándo recibirá la medicina que le debería entregar el Hospital Carlos Andrade Marín. "La única opción es comprar por mi cuenta insulina, jeringuillas y bandas reactivas para medir la glucosa", relata.
La niña Anaís Pérez, de nueve años, tampoco recibe la insulina que debería darle el hospital Francisco Icaza Bustamante. "Me dijeron que no hay la insulina lantus que es la que ella ha usado siempre, por lo que me indicaron que la compre hasta que haya disponibilidad", cuenta.
Quejas diarias
Aracely Basurto, presidenta de la Fundación Fuvida, creada para ayudar a pacientes diabéticos, dice que a diario recibe mensajes y llamadas de personas que no reciben sus tratamientos en los hospitales públicos.
"Esto es grave porque los pacientes diabéticos que no reciben medicación puede sufrir graves consecuencias", como pérdida de visión, problemas neuropáticos y el deterioro acelerado del páncreas, dice Basurto.
La Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) asegura que hay abastecimiento de los 23 medicamentos que llegan al país, entre soluciones y suspensiones inyectables como insulina.
"Arcsa tuvo reuniones con los importadores, quienes demostraron la documentación de que sí cuentan con stock de este medicamento".
Arcsa
El Ministerio de Salud afirmó que el abastecimiento de medicinas en los hospitales públicos oscila ente el 65% y el 89%.
Pero Alberto Gómez, quien tiene diabetes y recibe atención en el hospital Carlos Andrade Marín, desmiente esa afirmación. "Si hubiera medicinas, ningún paciente protestaría", dice.
Según el INEC, la diabetes es la segunda causa de muerte en Ecuador, solo por detrás de las enfermedades cardíacas.
Sin insumos para diálisis
La falta de heparina y de insumos básicos como sueros y gasas en el Hospital Teodoro Maldonado de Guayaquil impiden que algunos de sus 300 pacientes accedan al tratamiento de diálisis.
Mariana C. coincide en que la crisis se agudizó en agosto. "Hay algunos compañeros que pueden comprar los insumos, pero otros no y deben irse a sus casas sin recibir el tratamiento", relata.
Cada frasco de heparina, por ejemplo, cuesta USD 5; el suero llega a los USD 3 y las gasas, a USD 1. "Ningún paciente debería comprar los insumos, porque aportamos al IESS cada mes", agrega.
"La heparina es importantísima porque previene la formación de coágulos en la sangre durante la diálisis", explica un médico que trabaja en centro de diálisis del IESS que funciona en el sur de Quito, pero que prefirió la reserva de su nombre.
"Hay personas que, por su condición médica, necesitan practicarse diálisis tres veces por semana durante cuatro horas. Un día sin el tratamiento puede ser fatal", sostiene.
El Hospital Teodoro Maldonado asegura que sus pacientes son atendidos con normalidad y que en los próximos días llegarán 1.000 unidades de cloruro de sodio que serán destinados a los tratamientos de diálisis.
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