El oso andino Tupak ya es libre: Así fue el complejo traslado hasta su nuevo hogar
En un segundo intento, el oso andino Tupak fue llevado en helicóptero desde el Zoológico de Guayllabamba hasta el Parque Nacional Cayambe Coca.
Tupak, el oso andino, fue liberado el pasado 31 de marzo, en la reserva Parque Nacional Cayambe Coca.
EFE/Parque Nacional Cayambe Coca
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Tupak, un oso andino que fue rescatado de un área urbana donde se encontraba amenazado por algunos pobladores tras haber atacado su ganado, camina libre desde esta semana en su nuevo hogar.
El animal fue liberado el 31 de marzo dentro del Parque Nacional Cayambe Coca, una zona de más de 400.000 hectáreas que transitan entre la sierra andina y la selva amazónica.
Tupak, que significa “Guerrero Inca”, está ahora en una zona protegida de bosques andinos, alejada de los seres humanos, a la que fue trasladado en un complejo operativo con helicóptero.
El difícil traslado
El animal esperó más de tres meses en cautiverio en el Zoológico de Quito la disponibilidad de un helicóptero con la potencia suficiente para cargar su peso y elevarse por encima de la cordillera de los Andes.
Este oso de anteojos, llamado así por las dos manchas de color claro que destacan en su rostro sobre el pelaje negro, viajó sedado desde el Zoológico de Guayllabamba, en Quito, vigilado minuciosamente por un equipo de veterinarios que controlaba sus constantes vitales.
Dos semanas atrás, el 14 de marzo, hubo un primer intento por trasladarlo hasta su nuevo hogar, pero la complicada meteorología de los Andes, con nubosidad extremadamente cambiante, hizo que la aeronave no tuviese las condiciones de seguridad y visibilidad necesarias para cruzar la cordillera y tuvo que abortar la operación de liberación de Tupak.
Es el segundo rescate
Para el animal, cuya especie está considerada en peligro de extinción, esta situación no es nueva, pues ya fue rescatado en una primera ocasión. Eso después de merodear y cobrarse la vida de varias cabezas de ganado en la cuenca alta del río Pisque, un área poblada de la provincia de Imbabura, en el norte de los Andes ecuatorianos.
Sin embargo, tras su posterior liberación en febrero de 2023, volvió nuevamente a la misma zona y mató a varias vacas, por lo que los habitantes pedían a las autoridades que tomen medidas.
"Esta constante interacción con las personas, los cultivos y después la ganadería provocó un cambio en su comportamiento", explicó a EFE el biólogo de la Prefectura de Imbabura, Andrés Laguna.
El oso "toleró mucho la gente y la gente toleraba también de alguna manera su presencia, pero con el tiempo vino a provocar, lastimosamente, algunos daños económicos a las actividades productivas de sector rural", añadió.
Eso llevó a que campesinos de la zona lo viesen como un enemigo, y con el fin que no volviese al mismo lugar, ahora el objetivo fue llevarlo a una zona mucho más remota, en un hábitat natural más amplio para él, de modo que no tenga opción de encontrarse con zonas pobladas por el hombre y a su vez pueda interactuar con otros ejemplares de su especie.
La presencia de osos andinos se ha vuelto frecuente
Tupak tiene cuatro años de edad, "es un joven adulto y su imponente tamaño y apariencia generaba mucho temor", detalló Laguna.
El animal nació en 2020, dentro de la tercera generación de una subpoblación de osos andinos que habitan en la zona noreste de la provincia de Imbabura.
Hasta hace cinco años, en esta zona no se conocían interacciones directas de estos animales con el hombre, algo que ahora se ha vuelto frecuente con la deforestación de bosques andinos, entre otros factores como el cambio climático.
Este nuevo operativo de liberación fue financiado por el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, con el apoyo de técnicos de la Prefectura de la provincia de Imbabura y de la Fundación Cóndor Andino, quienes colocaron a Tupak un collar rastreador que permitirá conocer su ubicación a diario durante los próximos tres años.
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