ONU y universidades capacitan a migrantes venezolanos en el país
Según la Organización Internacional para las Migraciones, entre el segundo semestre de 2021 y agosto de 2022, casi 900 extranjeros en Ecuador fortalecieron sus destrezas. El objetivo es que generen fuentes de ingreso.
Capacitación a un grupo de migrantes venezolanos sobre elaboración de productos cárnicos, en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil.
Cortesía OIM
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"Nunca estuvo en mis planes dejar Venezuela, pero toqué fondo", expresa Claudia Martínez, venezolana residente en Guayaquil desde hace casi cinco años. Ella es una de las más de 500.000 migrantes de ese país en Ecuador.
Licenciada en administración, Martínez se desempañaba como gerente de Comercialización de una entidad del Estado de Venezuela. Quedó embarazada y a los nueve meses de nacido, su hijo presentó una dermatitis grave.
Los problemas se le juntaron cuando también recayó en su salud y no podía darle de lactar a su bebé. Su situación coincidió con la crisis venezolana, en la que sus ciudadanos no tenían acceso ni a medicinas.
Esto la motivó a abandonar su natal Turén, en el occidente de Venezuela, a unas seis horas de Caracas.
Desde ese entonces, Martínez ha buscado distintos medios para generar ingresos, pero encontró en la elaboración de bocaditos su fuente principal.
Ella es una de las migrantes beneficiadas de los programas de vinculación que mantiene la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con varias universidades de Ecuador.
El proyecto de la OIM arrancó en el segundo semestre de 2021 en la Universidad del Azuay. Allí, 99 migrantes recibieron capacitaciones en elaboración de bebidas alcohólicas y de productos a base de frutas y hortalizas; y electricidad de casa y oficina.
Estefanía Jiménez, representante de la Unidad de Inclusión socioeconómica y Migración laboral de la OIM, explicó a PRIMICIAS que actualmente, estos programas se realizan con seis universidades desde Carchi hasta Loja.
Precisamente, Martínez recibió la capacitación en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, en buenas prácticas de agroindustrialización de derivados lácteos. Allí aprendió a elaborar yogur e integró el producto a su emprendimiento de bocaditos típicos venezolanos.
"Termino un poco cansada y a veces no tengo tiempo para hacer más cosas que me gustaría, pero me siento feliz de seguir generando ingresos para mi hijo", dijo.
Las universidades Politécnica de Carchi, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, de Guayaquil, y Técnica Particular de Loja acogieron el programa para los migrantes.
Entre febrero y agosto de 2022, un total de 882 migrantes se ha capacitado en distintas áreas. Elaboración de vinos, conservas y mermeladas, arreglo de línea blanca y aires acondicionados, comercio electrónico, atención primaria y emergencias, e incluso instalaciones sanitarias, integran la oferta de capacitaciones.
Apoyo a migrantes vulnerables
"El 70% de migrantes capacitado es venezolano; el restante, de otras nacionales y migrantes ecuatorianos retornados", explicó la funcionaria de la OIM.
Los cupos son limitados y se prioriza a los migrantes en condiciones vulnerables, independientemente de su estatus migratorio.
"Cuando levantamos la información del postulante, verificamos la situación socioeconómica, que pertenezcan a la comunidad LGBTI, personas con discapacidad, mujeres cabezas de hogar, en situación de calle y hombres solos, que no tengan medios de vida", dijo Jiménez.
Actualmente, en la Universidad de Guayaquil se desarrolla el primer módulo en la Facultad de Ingeniería Química, para que los migrantes aprendan a elaborar desinfectantes.
Su decana, Sandra Ronquillo, impartió la introducción de una jornada que se extenderá por cuatro meses.
"Aquí les damos atención integral. Quienes vienen a la capacitación, si tienen sus niños, adecuamos un área exclusiva para los pequeños, mientras ellos están recibiendo su capacitación para incrementar su nivel económico", contó a PRIMICIAS.
Las capacitaciones están a cargo de los docentes, quienes les enseñarán a preparar cloro, desinfectante, alcohol antiséptico, jabón líquido y suavizante. Los estudiantes brindan apoyo en las distintas jornadas.
Por ejemplo, alumnos de la Facultad de Filosofía se encargan de la atención parvularia. También se involucra la Facultad de Jurisprudencia, cuyos profesores asesoran a los migrantes en temas legales.
Por el momento, los talleres se enfocan en fortalecer las capacidades de los migrantes. En una segunda fase, la OIM realizará acercamientos con la empresa privada para la inserción laboral de los beneficiarios de los programas.
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