Además del Metro, Quito tiene al menos cinco problemas de movilidad
El alcalde Pabel Muñoz estudia alternativas para el pico y placa, la construcción de nuevas vías o la reorganización de rutas y frecuencias.
Vehículos en las calles Amazonas y Naciones Unidas, en el norte de Quito, el 28 de abril de 2022.
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El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, reconoció que una de sus principales preocupaciones de su gestión son los problemas de movilidad que viven sus habitantes a diario.
Inicialmente, sus esfuerzos se centrarán en que el Metro opere al 100% de su capacidad antes de que finalice 2023. No obstante, ha reconocido que otros cinco temas que también deberá resolver sobre la movilidad de Quito.
1. Pico y placa y peajes urbanos
Muñoz es partidario de que el pico y placa se extienda a todo el día y que no se limite únicamente a horarios en la mañana y en la noche.
Esta medida, dice, podría tener excepciones. "Una persona que quiera salir por alguna emergencia el día que no puede circular, lo podría hacer, pero pagando por un salvoconducto", adelanta.
También se analiza la implementación de peajes urbanos en zonas como el Centro Histórico. "Los autos deberían tener un dispositivo que se conoce como 'tercera placa' para facilitar las tareas de control”, dijo el Alcalde.
Este dispositivo ayudaría a registrar los conductores que ingresan al Centro Histórico para cobrarles un peaje, cuyo valor está en análisis.
Muñoz detalla que estas medidas serán analizadas durante dos o tres meses para que "el remedio no sea peor que la enfermedad".
2. Soluciones viales
La actual administración municipal estudia la construcción de al menos cuatro soluciones viales a lo largo de la ciudad.
- Solución El Arbolito, que va desde el barrio Paluco (autopista Rumiñahui) hasta el parque El Arbolito.
- La Etapa 3 de la Ruta Viva, que termina en la Simón Bolívar para llegar a la zona de La Pradera, a través de un túnel.
- Metro cables para unir a los valles con la ciudad.
- La Solución Vial Guayasamín.
Sobre el último punto, Muñoz señala que su administración decidirá si el proyecto se construye o si finalmente se suspende y la ciudad enfrenta un litigio con la empresa China Road and Bridge Corporation (CRBC).
En 2016, CRBC firmó el contrato con el Municipio de Quito para la construcción de la Solución Guayasamín, que une al valle de Tumbaco con el norte de la capital.
Desde entonces, el proyecto ha estado rodeado de polémicas, pues todavía no se conoce su trazado ni el costo real. Además, el Municipio no tiene claro dónde reubicar las 64 familias cuyas viviendas deberán ser expropiadas para dar paso a la obra.
Muñoz reconoce que las grandes obras viales no solucionan los problemas estructurales de movilidad. Es por eso que en su administración analizará cada proyecto para medir su impacto.
3. Plan de repavimentación
El plan de repavimentación vial en Quito arrancó en 2019, durante la administración de Jorge Yunda.
Desde entonces, la Empresa de Obras Públicas ha rehabilitado más de 400 kilómetros de vías con una inversión que supera los USD 100 millones. Este plan no ha estado ajeno a críticas y acusaciones de presuntos casos de corrupción.
La Cámara de la Industria de la Construcción, por ejemplo, denuncia que los contratos de repavimentación se dirigieron a pocas empresas, impidiendo que otras compañías participen en los procesos de contratación pública.
Muñoz no ha dicho si continuará con los procesos de contratación que se encuentran en el portal del Servicio Nacional de Contratación Pública. Lo que sí ha dicho es que analizará y fiscalizará los contratos que se firmaron las últimas semanas de la administración saliente.
4. Reorganización del transporte urbano
A finales de 2020 el Municipio de Quito debía iniciar la reorganización de rutas y frecuencias del transporte público, como lo ordena la ordenanza 017-2020.
Ese documento establece la creación del sistema integrado del transporte municipal que cuente con su propio sistema de recaudo.
Pero, los desacuerdos entre las autoridades municipales y los transportistas han impedido la implementación de la reestructuración.
El único tema en el que las dos partes han llegado a un acuerdo es la creación de 28 parámetros de calidad que deben cumplir las cooperativas que quieren incrementar el pasaje de USD 0,25 a USD 0,35.
El reto de Muñoz, entonces, es implementar la reorganización del transporte urbano, de manera que los buses también estén conectados con el Metro de Quito.
Cálculos municipales advierten que el Metro requiere de al menos 400.000 usuarios diarios para garantizar su sustentabilidad.
5. Movilidad alternativa
El alcalde Muñoz asegura que construirá una ciudad pensada en los peatones y no en los vehículos. Para ello, ofrece fortalecer la actual red de ciclovías que hay en la ciudad, o incluso ampliarla.
Una de las primeras acciones que tomará, dice, será evaluar el estado de más de 300 bicicletas municipales que están embodegadas en las oficinas de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) para saber si pueden incorporarse al proyecto Bici-Q.
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