Los militares ya salieron a las calles y su presencia genera debate
Militares en acción: integrantes de las Fuerzas Armadas también apoyan en los operativos que realiza la Autoridad de Tránsito Municipal en Guayaquil.
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Los operativos antidelincuenciales empezaron la misma noche del viernes 30 de agosto de 2019, cuando el presidente Lenín Moreno dio la orden de que las Fuerzas Armadas se sumen a los operativos de la Policía Nacional.
Ese día y el sábado 31 se realizaron dos recorridos entre Policía y Fuerzas Armadas.
Solo la Policía llevó a cabo otros 32 operativos en Guayas, según datos de la Gobernación.
Durante las acciones de control, los policías y militares registraron 1.051 personas, al igual que 565 vehículos, 183 motos y 23 buses.
El nuevo gobernador del Guayas, Pedro Pablo Duart, lideró el operativo que se realizó en populosos sectores del noroeste de Guayaquil.
Según Duart este tipo de acciones será a diario y los “lugares se escogen en función de las llamadas de ciudadanos al ECU 911 y por decisión de inteligencia de la Policía Nacional”.
El propósito es que las Fuerzas Armadas, que tienen a su cargo el control de armas de fuego, retiren de circulación las pistolas o puñales que usa la delincuencia, según informó el Gobierno.
Esto ocurre por el constante uso de armas de fuego en los atracos, que en algunos casos resultan espectaculares.
En uno de los últimos asaltos registrados por una cámara de seguridad se observa a una banda de ocho ladrones que atracó un hotel ubicado en el centro de Guayaquil. Dos policías acudieron al lugar y fueron repelidos con disparos efectuados por los delincuentes mientras huían.
En 2019 los robos a negocios han aumentado 9,43% y en lo que va este año se han registrado 147 muertes violentas solo en Guayaquil, según datos del Ministerio de Gobierno.
Una táctica conocida que no convence a todos
La salida de militares a las calles no convence a todos. Billy Navarrete, secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, explica que estas medidas ya se han ejecutado en el pasado y no sirvieron de mucho.
Cita por ejemplo lo que ocurrió en la década de los 90 y la primera del 2000, se decretaron emergencias para que los militares salgan a las calles.
En 2015, durante el gobierno de Rafael Correa se aprobó una enmienda constitucional que disponía que las Fuerzas Armadas podían apoyar la seguridad integral del Estado.
Esto daba paso para ordenar a los militares a establecer un control interno bajo ciertas circunstancias. Luego en 2018 la antigua Corte Constitucional declaró a estas enmiendas improcedentes.
Por ello Navarrete expresa que el uso de los militares en el combate a la inseguridad es una acción de propaganda, y no ataca los factores fundamentales de la delincuencia como la exclusión y pobreza.
Para el especialista en Derechos Humanos, las Fuerzas Armadas tienen una preparación en combate abierto o para la guerra. Mientras que la Policía actúa bajo el principio del uso progresivo de la fuerza.
Mientras que Jorge Villacreces, experto en seguridad y excandidato a la alcaldía de Guayaquil, cree lo contrario: los militares tienen un efecto disuasivo.
Reconoce que su preparación profesional es para la guerra, pero "su presencia y el poder para usar las armas hacen retroceder a la delincuencia".
Villacreses pone de ejemplo a lo ocurrido en el robo del pasado lunes 2 de septiembre. "Eran dos policías contra ocho ladrones, los uniformados no pudieron reaccionar. Pero con los militares eso no ocurre porque están mejor equipados en número y armas".
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