Venezolanos: "Hemos llorado mucho, a todos nos señalan como delincuentes"
Desde el 14 de noviembre de 2023, la población de migrantes, en especial venezolanos, vive momentos de zozobra y discriminación en Pelileo, Tungurahua. Ellos cuentan su historia e insisten en que no deben juzgar a todos por igual.
Los venezolanos Rohán Sánchez y Lijohán López piden no ser discriminados por su situación de movilidad en la población de Pelileo, en Tungurahua.
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En abril de 2024, Lijohán López cumple siete años viviendo en Pelileo, Tungurahua. Ella nació en Valencia, la ciudad más poblada del Estado de Carabobo, en Venezuela, y la recuerda con nostalgia y mucho amor, al igual que a sus amigos venezolanos.
Lijohán pensó mucho antes de migrar, ya que dejar su acomodada vida para empezar de cero no fue fácil. Un año le tomó decidirlo, hasta que viajó junto a su esposo y dos hijos.
Es docente universitaria, especializada en Bellas Artes. En Pelileo vende helados y no le da pena hacerlo, más bien se siente agradecida y se esmera por brindar una amable atención a sus clientes.
"A los venezolanos nos tocó empezar de cero. Es muy duro, pero allá (en Venezuela) la situación se tornó difícil. Nos quedamos sin trabajo y empezaron a secuestrar a gente muy cercana. Tuvimos miedo. Decidimos dejar todo y escogimos Ecuador", relata la joven.
Desde que llegó, se decidió por Pelileo por recomendaciones de amigos, quienes siempre le hablaron de que este cantón es productivo y su gente, muy acogedora.
Lijohán asegura que siempre se sintió bien aquí, pero desde el 14 de noviembre de 2023 vive momentos de tensión que le hicieron recordar que no pertenece a esta tierra.
Ese día, un sargento del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) fue asesinado cuando acudió a un allanamiento por denuncias de que grupos de delincuencia organizada ocultaban drogas en una vivienda.
Los delincuentes recibieron a bala a los policías. En la acción también murió un integrante de la banda delictiva. Hay cinco detenidos y, según la Policía Nacional, todos son venezolanos.
Aquel 14 de noviembre, la tranquilidad de la población pelileña terminó, así como la de "los migrantes de bien", dice Lijohán.
Han vuelto a llorar por la incertidumbre
Lijohán López es la representante de Migrantes sin Fronteras, en Pelileo, una organización que agrupa y visibiliza a los extranjeros radicados en cada ciudad.
Reconoce que en Pelileo los venezolanos se despreocuparon por organizarse y se dedicaron a buscar fuentes de ingreso para el hogar. Ahora lo harán de manera formal, porque la situación lo amerita.
En estas últimas semanas han sentido discriminación en las calles. Menciona que también han salido muchos de sus compatriotas a otras ciudades e incluso familias venezolanas ya emigraron a Estados Unidos por el anuncio de expulsión a los extranjeros.
"Hemos llorado mucho. Algunos han sentido estrés y depresión. Es fuerte a nivel emocional, porque a todos nos están señalando como delincuentes".
Lijohán López, Migrantes sin Fronteras.
Agrega que "a mis compatriotas les han pedido que desalojen las viviendas y nos ha tocado mostrarles las leyes internas, de que no pueden vulnerar los derechos de los migrantes", menciona Lijohán.
Mientras dialoga, la voz de Lijohán se quiebra y añade: "Esto nos hace recordar que pese a que estamos haciendo bien las cosas, uno no es de aquí. Pero tampoco podemos volver. Estamos como al inicio, con el alma despedazada", recalca la joven migrante.
Sus clientes se han alejado
Historias similares tienen los más de 300 migrantes que han decidido quedarse en el cantón. Lijohán comenta que algunos de sus compatriotas han decidido "cambiarse la nacionalidad" y decir que son de la Costa ecuatoriana.
Karla (nombre ficticio) llegó hace dos meses a Pelileo. Vivía en Esmeraldas, pero empezaron a extorsionarla. En la tierra verde era comerciante independiente y los delincuentes le comenzaron a pedir USD 15 diarios para brindarle "seguridad" y dejarla trabajar.
Sus amigos de Pelileo le recomendaron que dejara la ciudad y que ellos la acogerían. Nuevamente lo dejó todo: sus amigos y su vida en Esmeraldas, para empezar una inmigración con su hijo.
Cuando pensaba que empezaba una vida más tranquila, estalló la revuelta en Pelileo, donde desde el 14 de noviembre empezaron a pedir la expulsión de los extranjeros.
Karla cayó en depresión. Sus amigos son su único apoyo. "¡Ya no quiero seguir migrando!", dice, solo estabilizarse con su hijo y trabajar tranquila.
Lo mismo le pasa a Rohán Sánchez, quien vive con su esposa y tres hermanos. Hace dos años llegó a Pelileo, donde trabaja como estibador en la madrugada en el Mercado Mayorista y en la noche tiene su local de venta de comida rápida.
En Venezuela laboró por siete años en un supermercado, antes de migrar.
"Me pone muy triste que se haya vuelto caótica la convivencia. Se vive tenso. Hay personas que todos los días nos recuerdan que después del 5 de diciembre nos van a botar a todos. También hay gente muy buena, que nos da ánimos para seguir", menciona Rohán.
Una marcha por la seguridad
Para el martes 5 de diciembre se anunció una marcha por la seguridad. En el cantón piden la expulsión de los extranjeros que no justifiquen su permanencia.
Lihaján López asegura que después de esa marcha pedirá audiencia con las autoridades y se dedicará a hacer un censo minucioso para entregarles el listado sobre qué hacen, dónde viven y el pasado judicial de los venezolanos que viven en el cantón.
Rohán asegura que estos días ha sentido una intensa discriminación. En la plaza donde labora, sus compañeros han dejado de hablarle y muchos de sus clientes ya solo pasan por su puesto y no compran.
"Ha sido irresponsabilidad de nosotros no hacer un registro. Solo recordamos que no todos somos malos. Cuando estemos organizados, informaremos a la municipalidad sobre los registros e incluso el compromiso de notificar cuando uno se va o cuando llega un familiar", agrega Rohán.
La población venezolana en Pelileo también está en contra de las personas que llegan a Ecuador a delinquir, pero pide que no los califiquen a todos por igual. Solo ruegan por una convivencia sin acoso o discriminación.
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